El motivo de este post es mostrarles una vieja navaja del fabricante alemán de Solingen Gustav Voss conocido mayoritariamente por una de sus marcas registradas "Fuchskopf" (cabeza de zorro) que tuve la suerte de conseguir hace poco y de paso relatarles alguna historia del "Zorro del desierto"
Veamos la pieza en sí:
Se trata de una navaja con cachas de cuerno negro de 83 mm de largo cerrada , de 3 útiles - hoja grande, hoja pequeña y tirabuzón todas en acero inox., separadores o liners y pines de bronce/latón, muelles de acero al carbono y bolsters de alpaca. En muy buen estado general a pesar de sus años que seguramente deben ser más de 80 y con un sonoro "clack" en todas las hojas - sin nada de juego - , demostrando sin lugar a dudas la calidad y el saber hacer del fabricante.
Gustav Voss Taschen und Federmesserfabrik fué fundada por el propietario de su nombre en Solingen en 1901, teniendo su sede en la calle Augustastrasse Nr. 20 entre los años 1901 y 1945. Sus marcas registradas fueron: "Fuchskopf" en 1916 (cuyo cuño representaba una cabeza de zorro muy estilizada, al estilo de aquellos años), "Pallas" en 1920 y "Voss" en 1919. Sus anuncios en las revistas especializadas como "Messer und Schere" en los años 20 hablan de "fabricante de finas navajas y cuchillos. No es un fabricante muy conocido, aunque se han visto dagas de las SA y NSKK fabricadas durante el 3r Reich y que son muy buscadas por su calidad. No confundir con otros fabricantes de Solingen como: F.G. Voss y también con toda la serie de fabricantes con nombre Voos (Julius Voos, Eugen Voos, Franz Voos, etc) que resultan muy parecidos.
La firma no sobrevivió al final de la 2da guerra mundial.
Van las fotos








El cuño del zorro - (que mirada fuerte tiene este zorro - parece que me está mirando con malas intenciones!! jejj)


Anuncio de época - años 20/30



Espero que les guste,
Un saludo

Una navaja interesantísima: 2 hojas, un sacacorchos, cuerno, virolas, y una marca extinta desde hace casi 80 años.

A la espera de esas aventuras del Zorro del Desierto quedamos Juan.

Esa navaja tiene muy buena pinta Juan !

Dai-Katana escribió:
Gracias por pasar y por tus comentarios Manuel!! A mi también me gustó mucho la pinta y sumado a la historia me impulsó a quedarme con ella.
Un par de fotos mas


El cuño que lleva esta navaja


Un abrazo

CLASIFICADOR 1 escribió:
Muy agradecido por tu presencia y comentarios Carlos!! celebro que te gustado la pieza y enseguida comenzamos con la historia - que significó para Rommel la designación de Mariscal de Campo.

Antes de comenzar quiero compartir con uds. una rara foto que encontré navegando la web - se trata de Rommel en sus años jóvenes con un zorro en la falda - foto profética si las hay, habida cuenta del nombre que recibiría posteriormente de "Zorro del Desierto"

CLASIFICADOR 1 escribió:
Muy agradecido por tu presencia y comentarios Carlos!! celebro que te gustado la pieza y enseguida comenzamos con la historia - que significó para Rommel la designación de Mariscal de Campo.

Antes de comenzar quiero compartir con uds. una rara foto que encontré navegando la web - se trata de Rommel en sus años jóvenes con un zorro en la falda - foto profética si las hay, habida cuenta del nombre que recibiría posteriormente de "Zorro del Desierto". Es notable el trabajo del artista que diseño el estilizado cuño Fuchskopf - tal como se puede ver en la foto.


Bueno Carlos, prepárate porque vamos a participar del ataque final del Afrika Korps a la fortaleza de Tobruk, siguiendo el hilo del relato del ayudante de campo de Rommel , Tte. H. Schmidt:

Aquellos días de junio de 1942 en el desierto eran calurosos, aunque las noches y las madrugadas resultaban más bien frías. Ninguna más fría, sin embargo que la del 19 al 20 de junio. Sería quizá la excitación contenida la que motivaba los frecuentes escalofríos?. La noche, salvo explosiones aisladas estaba tranquila, pero dentro de pocas horas se armaría el zafarrancho.
Grupos de figuras agazapadas se arrebujaron entre mantas de lana en el fondo de un pequeño barranco en El Duda. Casi ninguno hablaba o lo hacía en voz muy baja, como si el enemigo que estaba a un par de kilómetros pudiera oírles. Aquel murmullo absurdo e impertinente era característico de las conversaciones antes de una batalla.
Cerca de cada grupo formado por zapadores y secciones de asalto de infantería descansaban las armas y otros ingenios recibidos durante el día, granadas de mano, detectores de minas, lanzallamas etc….
Faltaban unos minutos para la hora cero.
Quedaba poco tiempo para pensar, especialmente para cuantos ya habían tomado parte en abril y mayo del año anterior en los inútiles asaltos a la casi odiada fortaleza.
Sin embargo éramos más optimistas ahora que el año pasado – tal vez por sospechar – como en efecto era – que Tobruk no podía estar tan bien preparado como en 1941, quizá también desde que conocía a fondo el frente de Tobruk había considerado El Duda como el mejor punto de partida para un ataque.
Mis pensamientos se volvieron a los comienzos de abril de 1941, cuando Rommel durante una visita al sector, me ordenó incorporarme a una patrulla nocturna. Hundt, experto oficial de la V División ligera y yo acompañados por tres hombres que manejaban los detectores de metales, exploramos en silencio la posición en que ahora nos encontrábamos y los alrededores.
Después de una caminata de varias horas regresamos a las trincheras avanzadas, que con gran sorpresa nuestra, encontramos desocupadas.
Antes del amanecer nos arrastramos mas al Norte, en dirección paralela a la carretera de Bardía. A Rommel le interesó mucho el informe, aunque no pudo aprovecharlo por no estar todavía preparado para organizar una operación, así que la gran utilidad de aquella patrulla nocturna fue para mí, pues ahora conocía perfectamente el terreno…



¡ Preparados ¡!
La orden corrió por toda la línea. La medianoche acababa de pasar, se apagaron los cigarrillos, las oscuras sombras se incorporaron, las armas y equipos repiquetearon chocando unos con otros. Subimos a los vehículos y marchamos un rato con grandes precauciones hacia los objetivos señalados. Echamos pie a tierra y seguimos a pie los últimos metros con los ojos bien abiertos y los oídos alerta. A la derecha en el firmamento, brillaba la estrella Polar.
Los detectores de minas fueron puestos en funcionamiento, pero no señalaron la existencia de ninguna que pudiera interrumpir nuestro avance. Algunas conchas marinas – reliquias de la remota edad en que el Mediterráneo se extendía sobre la llanura del desierto – crujían traicioneramente bajo nuestras botas.

La infantería, siempre en silencio, tomó posiciones. Bajo la protección de nuestros cañones, un grupo de zapadores avanzó hasta las alambradas. En medio de un silencio de muerte, cortaron cable por cable, inutilizaron varias minas y volvieron a donde los demás estábamos echados de bruces y esperando a que amaneciera para entrar en acción. A corta distancia se oyó el tactactac de una ametralladora Vickers, seguida por una ráfaga mas corta pero mas rápida de una ametralladora alemana, las tropas de asalto de nuestro flanco debían haber entrado en contacto con el enemigo.



La incierta luz del alba resplandeció en el cielo. El día nació y nuestros cañones empezaron a actuar, primero aisladamente, luego con creciente intensidad escupían fuego sobre el ejido de Tobruk. Los primeros proyectiles cayeron solamente unos metros delante de nosotros.



La seguimos..
Un gran abrazo

Una navaja curiosísima Juan, de una marca completamente desconocida para mí.

En referencia al post, me tienes absolutamente en vilo a la espera de la continuidad en el relato sobre el asalto a Tobruk de 1942 de mi alter ego.

Un abrazo.

Rommel escribió:
Agradezco tu presencia y comentarios Paco!!! aunque es claro que no podías estar ausente junto con tu "alter ego" en esta operación, jejj

Un ruido sordo llenó el aire, los Stukas se aproximaban. Cuidadosamente colocamos las señales de identificación que llevábamos previsoriamente ya que la otra vez la infantería había sido víctima de nuestros propios bombarderos en El Alamein.
La batalla empezó en serio. Por el flanco que antes iniciara el fuego de morteros y ametralladoras se intensificó. Los Stukas se lanzaban en picado casi rozando nuestras cabezas y barrían el perímetro enemigo, las bombas caían y estallaban sobre el campo minado.



Rommel había inventado una nueva táctica para el desierto, no bombardear a los defensores, sino abrir con los aviones, así que una explosión era seguida de otra y otra en una serie en cadena de ellas.

Los Stukas, después de agotar su carga, volvían a su base volando raso sobre nosotros. En seguida llegaba otra oleada sin obstáculo alguno, pues la RAF había sido previamente atacada en el aérodromo de Gambut, y la Luftwaffe no tenía Hurricanes que la molestasen.

Al caer las bombas vimos enfrente unas cuantas figuras que se arrojaban a los refugios, eran los ocupantes de los puestos avanzados, que aún no nos habían divisado porque estábamos echados en un declive.
Llegó el momento. Vaciamos rápidamente las cintas de nuestras ametralladoras sobre el lugar en que el enemigo había desaparecido y machacamos una estructura apenas perceptible que hacía pensar en la existencia de un fortín.

Nuestros zapadores se incorporaron y avanzaron, llevaban explosivos con lo que destruír cualquier nueva maraña de alambradas, entonces el infierno se desató:

Los defensores de la 11 Brigada India abrieron un fuego feroz. Una de las ametralladoras nos barría materialmente desde un flanco, pero los zapadores siguieron avanzando sin inmutarse, luego lanzaron señales luminosas a la artillería, que adelantó su barrera de fuego. Enseguida lanzaron nubes de humo – señal convenida para que la infantería entrase en acción.
Algunos hombres cayeron, pero a rápidas zancadas llegamos pronto a la primera trinchera. Estaba vacía. Ahora estábamos a cubierto y teníamos un buen campo de tiro, y aunque los obuses de Tobruk caían ante nosotros, la infantería motorizada con sus cañones antitanque y el apoyo de los tanques rodaba hacia la brecha.

Los zapadores inutilizaron las zanjas anticarro rellenándolas de tierra o construyendo puentes sobre ellas, y los tanques rugían mientras las atravesaban. Nuestra infantería – reforzada – saltaba de trinchera en trinchera. Me detuve un momento para mirar a nuestra derecha, donde se hacían grandes progresos. Nuestras tropas, barriendo todos los obstáculos estaban ya batiendo el flanco de las posiciones enemigas.



Sin haber sido demasiado castigados por la artillería de Tobruk – pues la mayor parte del fuego enemigo se dirigía contra los tanques y la infantería de la 15 División – estábamos ya casi en la línea fortificada.
Por un momento se aplazó nuestro avance a causa de un inesperado campo de minas, pero los tanques lograron pasarlo llevando detrás a la infantería y las piezas antitanques.

Los defensores, particularmente los de la 2da y 5ta División India, se defendían lo mejor que podían, pero parecían atontados por lo brusco del ataque y la violencia del bombardeo aéreo. Los gurkhas empezaron a utilizar sus carros para contraatacar, pero fueron rechazados y barridos por el fuego concentrado de ametralladoras, antitanques y morteros.

A las siete y media poco mas o menos, la artillería de Tobruk empezó realmente a hacer fuego concentrado sobre nosotros – pero era demasiado tarde – ahora estábamos protegidos en las trincheras.
Luego de una pausa en el combate, continuamos..
Un abrazo

Gracias por el relato compañero

jose.ese escribió:
Agradezco tu presencia y comentarios Pepe!! estando siempre atento al filo de la navaja.
Un abrazo.

Aprovecho para retomar la acción:

Por un momento se aplazó nuestro avance a causa de un inesperado campo de minas, pero los tanques lograron pasarlo llevando detrás a la infantería y las piezas antitanques.



Los defensores, particularmente los de la 2da y 5ta División India, se defendían lo mejor que podían, pero parecían atontados por lo brusco del ataque y la violencia del bombardeo aéreo. Los gurkhas empezaron a utilizar sus carros para contraatacar, pero fueron rechazados y barridos por el fuego concentrado de ametralladoras, antitanques y morteros.
A las siete y media poco mas o menos, la artillería de Tobruk empezó realmente a hacer fuego concentrado sobre nosotros – pero era demasiado tarde – ahora estábamos protegidos en las trincheras.





El ataque se realizaba según el plan trazado, excepto que el éxito era mucho más rápido de lo esperado. Teníamos algunos muertos y heridos, pero las bajas eran relativamente insignificantes. Llevamos atrás a los primeros prisioneros y proseguimos el avance.



Aquella mañana, los tanques de Rommel formaban algo así como una línea de cañones móviles de la Primera División de Infantería Mecanizada, avanzando implacable hacia su primer objetivo – la bifurcación de carreteras de Tobruk – El Adem y Bardía, que los defensores ingleses de Tobruk llamaban “King´s Cross” (Cruz del Rey, por el barrio londinense en el que se encuentra la famosa estación de trenes del mismo nombre – donde cuenta la leyenda que se libró la batalla final de Boadicea, en la época romana).



Como en 1941 supimos pronto que el enemigo había emplazado en aquel espacio sus baterías más efectivas. Fuimos contenidos por un número de ellas, primero de la Artillería Real Británica y luego por la Artillería Sudafricana, pero una por una esas piezas fueron puestas fuera de combate por nuestros tanques e infantes.

Otros tanques nuestros se encontraron cerca de King´s Cross con el 4° Regimiento Real de tanques y lo destrozaron.
Los tanques británicos iban en deficiente formación, pues habían sido enviados precipitadamente para contaatacar. Parecían desorganizados y descoordinados con las fuerzas de infantería, por lo que no resultaron contrincantes serios para nuestros Panzer Mark III y Mark IV, mediada la mañana, sólo una docena de ellos continuaban en movimiento, retirándose del teatro de operaciones.

Panzer Mark III



Algunos tanques más – aproximadamente un escuadrón – intentaron atacarnos desde el punto donde los Highlanders y la Brigada India seguían combatiendo con el mejor espíritu, pero al igual que los otros, fueron aniquilados por los antitanques Krupp Flak 88 (Rommel fue sin lugar a dudas un maestro en el uso de estos cañones - originalmente pensados como antiaéreos – como arma anticarro) de nuestra 90° División Ligera, que hacían fuego desde el lado de Bardía de King´s Cross. Solo cuatro de estos tanques lograron retirarse indemnes.
El mítico Flak 88

Tanques ingleses abandonados fuera de combate en las afueras de Tobruk


Continuará...

Continuando con la acción:

Pero a nuestros Panzers no les interesaban aquellos rivales supervivientes, las instrucciones que habían recibido eran las de cortar en dos el dispositivo defensivo de Tobruk presionando sobre el Norte hacia el puerto.
Sabíamos que los sudafricanos no habían entrado en la liza todavía, esperando en vano que los atacásemos de frente en su sector. Pero ahora estábamos dentro de la fortaleza y a sus espaldas. Un grupo de nuestros tanques viró hacia el Oeste con algunas fuerzas de la 90 Ligera para completar la consolidación de un flanco occidental que amenazara las reservas de infantería del enemigo y batir a la 21 Brigada de la Guardia.


Otros catorce tanques acompañados por infantería motorizada de nuestra 15 División tomaron el camino del puerto a pesar del intenso fuego de artillería y del inútil traslado de la infantería motorizada enemiga. Ayudados por nuestro 115 regimiento, los tanques aniquilaron a las otras baterías británicas. Pronto logramos ver claramente el puerto, dos pequeños barcos humeaban y se hacían a la mar. Enfilamos sobre ellos nuestras piezas del 88, pero no pudimos evitar que salieran hacia alta mar.



Entonces sobrepasamos a una concentración de inmóviles camiones, los vehículos que el enemigo hubiera necesitado en caso de querer intentar que la guarnición saliera de la fortaleza. Conforme al plan trazado, estábamos en el puerto antes del atardecer. Habíamos desorganizado y quebrantado la defensa de la plaza sin necesidad de cambiar fuego con la mayor parte de la guarnición, los sudafricanos del general Hendrik Klopper.

El propio Rommel estaba dentro del recinto de la fortaleza de Tobruk desde el mediodía. Los prisioneros pasaban ante su Mammut en la bifurcación de King´s Cross , pero muy pocos de ellos parecían darse cuenta de que aquella figura menuda y vigorosa, erguida sobre sus piernas en el techo su vehículo, y que observaba a través de sus gemelos de campaña el avance de los Panzers, era el Zorro del Desierto en persona. Rommel sabía ya que su ambición – su aspiración de catorce meses – había sido lograda.




Por lo que podíamos apreciar, el comandante de la plaza general Hendrik Klopper no podía estar ya muy lejos. A las cuatro de la tarde, los tanques se encontraban a menos de dos kilómetros de él, por lo que dio la orden de trasladar su Cuartel General por causa de “force majeure”. Fue lo más que pudo hacer.

Densas columnas de humo subían verticalmente al cielo, y los depósitos de municiones estallaban cerca del puerto – el cual al caer el sol estaba totalmente en poder de Rommel.
La Brigada de Guardia – reserva de Klopper – había sido aniquilada y su plana mayor destruída, pero los sudafricanos seguían virtualmente intactos.

Durante la noche, Rommel proyectó atacarlos desde la retaguardia, dibujando un esquema especial para el asalto sobre un arco de circulo entre el puerto y Pilastrino.

Entre tanto, Klopper sostenía una conferencia a medianoche con sus oficiales para decidir si se intentaba una salida – cosa imposible por falta de medios de transporte – o si se combatía hasta el final.

Ya casi llegamos al final de esta aventura...
Un saludo

Excelente relato Juan, como de costumbre .

Por cierto, y ya que lo has mencionado, aporto un video de "Moritz", el Mamut de Rommel.



Continúa el relato por favor.

Excelente aporte ese video del Mammuth del Zorro del Desierto, Paco!! Mil gracias por enriquecer el post, y siguiendo sus órdenes, ya continúan las hostilidades - mein General Feldmarschall - .
Un gran abrazo

Klopper se puso en comunicación radiotelegráfica con el Cuartel General del VIII Ejército británico, pero su comandante, el general Ritchie no estaba y fueron sus subordinados quienes retransmitieron sus órdenes. Pero al mismo tiempo, el VIII Ejército fracasaba en su intento de enviar un socorro de tanques desde la región de Gambut al perímetro de Tobruk para sacar a Klopper y su gente.

El general sudafricano Hendrik Klopper



Fue inútil el atrevido plan de una última resistencia decidido por los sudafricanos durante la noche. En el terreno rocoso del perímetro de Tobruk era imposible establecer nuevas defensas frente a lo que fue retaguardia de la vieja línea. Nada pudo improvisarse para rechazar el ataque de Rommel, sobre todo desde que se advirtió que no se podía esperar una operación de diversión o de intervención de más fuerzas blindadas británicas.
A las ocho menos cuarto de la mañana, el general Klopper se rindió ante Rommel.



Aunque nunca se confirmó oficialmente, parece que Klopper tuvo una confrontación histórica con el General Rommel luego de su rendición después de la Batalla de Tobruk. En dicha confrontación, después de su rendición, Klopper, de acuerdo con los deseos de sus oficiales sudafricanos subordinados, exigió a Rommel que fuera retenido en diferentes secciones del campo de prisioneros, separado de los soldados negros de su comando. La respuesta de Rommel fue breve: "Para mí todos los soldados son iguales. Los negros visten tu propio uniforme, han luchado de tu lado y por eso te mantendrán en el mismo campamento"
Me pregunto: se habrá roto el molde con el que se hicieron hombres como Rommel?

Veinticinco mil hombres y enormes cantidades de víveres y municiones cayeron en manos de Rommel, - a quien, antes de acabar el día Hitler ascendió a Mariscal de Campo.



Todos lo celebramos ruidosamente con las frutas en conserva, patatas irlandesas, los cigarrillos y la cerveza de los almacenes conquistados. Por lo menos un día disfrutamos de las delicias de la intendencia británica, era un placer merodear en torno de las cocinas de campaña y aspirar el olor de las salchichas de cerdo y las patatas que se freían en abundancia y saber que tendríamos cerveza para beber y latas de piñas sudafricanas para el postre.
Despreciábamos olímpicamente nuestras raciones y especialmente el Alter Mann (“hombre viejo” – nombre con que habían bautizado los alemanes las latas de carne en conserva italiana que llevaban la marca A.M. por Administrazione Militare – los italianos la llamaban Arabo Morte) al mismo tiempo que glorificábamos la vaca australiana en conserva, de la que a su vez los australianos estaban tan hartos como nosotros del Alter Mann.

Increiblemente Tobruk luego de resistir un asedio de siete meses - cayó bajo el ataque de un solo día.

Un abrazo a todos!!

Un video sobre Rommel y la guerra en el desierto

El Mamut capturado a los británicos, al igual que la mayor parte de los vehículos del Afrika Korps, y parte de la artillería.

Como no llegaban los suministros, se apañaban con lo que encontraban

Magnífico post !!
Me ha encantado. mezclando historia y una navaja de una marca que no había visto ni oído nunca.
gracias por tu trabajo.

Como siempre me dejas sin palabras, tus post son para guardar.
Un abrazo.

Dai-Katana escribió:
Así fué Manuel. Según he leído, los suministros llegaban a través de los italianos, que los trasladaban desde Italia hasta las costas de Africa - a medida que avanzaba la guerra se les fue haciendo mas dificultoso - lo que causaba problemas en sus relaciones con Rommel. De todas maneras siempre se ha dado esa situación en que unos contendientes piensan que sus oponentes tienen mejores suministros, así fue que los ingleses se preocupaban por obtener las Beretta de los italianos o los Mauser y las Walther de los alemanes (y con sobrada razón).
Un gran abrazo y mi agradecimiento por estar presente y comentar!!

rojocaecae escribió:
Gracias por pasar y comentar César!! me alegra mucho que te haya gustado.
Un gran abrazo

Un mapa del teatro de operaciones

Carre escribió:
Muy agradecido por tu presencia y comentarios como siempre Luis1
Un gran abrazo

Dai-Katana escribió:
Efectivamente, ¡¡ hasta se tuvieron que apañar con la 27 División "Brescia" Italiana !!

De la que, dicho sea de paso, Rommel transformó en una unidad de combate formidable.

Facón escribió:
El Mediterraneo fue "coto de caza" de la Royal Nay y de la RAF, que muy hábilmente cortaron los (escasos) suministros que Hitler enviaba a su niño bonito (ya sabéis el dicho: "mucho te quiero perrito, pero pan poquito"). Ese problema (junto con las lejanísimas lineas de abastecimiento a consecuencia de los avances tan rápidos y la falta de "ejercito de ocupación") fue el que asfixió a uno de los más grandes militares y estrategas de todos los tiempos.
Magnífico post Juan.

Rommel escribió:
Si bien no está explicito en el texto que subí - que está visto desde la perspectiva de la 15 División alemana - en esta batalla también participaron y se lucieron las divisiones italianas Trieste y Brescia , tal como tu dices Paco, y se puede observar en el mapa que subi anteriormente. Te estoy muy agradecido por tus participaciones y comentarios Paco!!!
Un gran abrazo

Bonus track : Una reunión de camaradas de los años 20/30


PD: no se si llegaron a ver completamente el videito que subí mas arriba, en determinado momento se muestra cuando la tripulación de un Panzer hace unos huevos fritos sobre las chapas recalentadas por el sol del desierto!!

Rommel escribió:
No hay malos soldados, sino malos jefes.

Rommel supo encuadrar la Trieste y la Brescia entre sus propias tropas, y logró que dieran muy buenos resultados.

Dai-Katana escribió:
Totalmente de acuerdo Manuel!! Te agradezco como siempre tu presencia y comentarios.
La representación de esta batalla estuvo presente también en los sellos postales.







Un gran abrazo

Una maravilla de post Juan, no tengo suficientes palabras de elogio, lo único que te puedo decir es que da gusto leerte.

Gracias.