Tuve la suerte de que cayera en mis manos una navaja marinera – mítica si las hay, - la Ankermesser de Lütters – y me pareció que tenía la representatividad necesaria (aunque no sea de la misma época) como para presentar la historia de una gran aventura, llevada a cabo por el crucero auxiliar Thor durante la II GM.
Veamos la navaja: Una clásica marinera de una hoja, con un largo cerrada de 100 mm, cachas de madera de Palisandro de Honduras con el inserto del ancla en bronce y un taladrado pasante para colocar tiento. La hoja, de acero al carbono C85, de 2,5 mm de espesor, asegura un buen y cortante filo, con descanso a los 90°. Los liners, muelle y bolsters en acero al carbono y los pines en este caso son de bronce.
Es proverbial la calidad de ejecución de esta marca en los ajustes y filo de la hoja, y un muelle contundente que le da al cierre un sonoro “clack”. No en vano es la marca elegida por muchas firmas marinas/pesqueras del norte europeo.
Sobre la firma solamente decir algunas palabras, porque ya ha sido magníficamente presentada por Nico Fetting en el portal del Foro.



Esta casa fue fundada en 1840 en Solingen por Carl Lütters y fue registrada en el directorio de Solingen el 28 de mayo de 1862, con sede en la Bismarckstrasse. En 1900 figuraban como propietarios Karl y Ernst Lütters. En los años 20/30 del siglo pasado fabricaban una gran cantidad de cuchillos, navajas, tijeras, navajas de afeitar, etc., cuando la empresa era propiedad de Walther Lütters. En los años 30/40 fabricaron dagas para las SA y cuchillos para las HJ, etc. En la actualidad la firma continúa en actividad, aunque han disminuido considerablemente la variedad de los artículos que fabrican.
La datación de estas navajas es bastante difícil, porque no hay mucha información disponible, aparte de los artículos del maestro Nico. En este caso estimo que debería ser de los años 60/80.

Van las fotos













Espero les haya gustado, y luego arrancamos con la aventura...
Un saludo

Mi navaja preferida!!!
Esta la fabricaron hasta mas o menos el año 2010 después la sustituyeron por el modelo sin virola.
La datación, tal como ya lo has mencionado, casi imposible. Como no lleva el logo en el lateral de la hoja punzonado, diría yo, después de los años 80.

Un saludo
Nico

Amigo Juan, un post estupendo. Impecable tu descripción de la pieza, da gusto leerte.
Es un placer observar que a la hora de presentar una navaja marinera se puede huir de lo anodino, y hacer un trabajo interesante, serio y riguroso. Y que para ello no hace falta ser ningún "investigador naval".
Tengo esa Lüters y es una maravilla, me gusta mucho.
Una foto con algunas compañeras de fábrica.


A ver como enlazas la la navaja con la historia de ese mercante alemán....jejejeje.
Un abrazo.

Preciosa navaja Juan, y ahora esperando la aventura del Thor, que seguro será interesante ...

fetting-messer escribió:
Gracias por pasar y dejar tus comentarios Nico!! No me cabía duda que te gustaría, habida cuenta de que he leído tus trabajos sobre Lütters!! Es más, antes de leer tu presentación en el portal, mi colección de Lütters se reducía a dos piezas solamente, y luego se incrementó rápidamente, al influjo de tus posteos.
Un abrazo

ulhdez escribió:
Celebro que te haya gustado Alberto!! y te estoy muy agradecido por la generosidad de tus comentarios. Como habrás visto, siempre trato de ser lo más cuidadoso posible en la identificación de la pieza. Con respecto a la historia,
que trata de la aventura de un pequeño buque mercante devenido en crucero auxiliar, la navaja - si bien es posterior a los acontecimientos, representa - a mi criterio - con su marca el bien hacer de los viejos marinos alemanes que aún hoy siguen eligiendo la marca del león, jejj. Adicionalmente te cuento que por circunstancias de la vida, crecí entre oficiales de la Marina de Guerra Uruguaya, escuchando sus historias y recuerdos, por eso es que disfruto mucho compartiendo con ustedes estos relatos.
Un gran abrazo
PD: después voy a mostrar alguna foto de mis Lütters con la navaja de la historia, creo que alguna de estas viejitas le debe haber susurrado algo de la aventura del Thor!!

Dai-Katana escribió:
Gracias por pasar, comentar y estar presente como siempre Manuel!! Me alegra que te haya gustado tanto como a mí y seguramente vas a disfrutar con la aventura que ya comienza!!
Un abrazo

Era una hermosa noche la del 27 de julio de 1940 en el Atlántico Sur, en las proximidades del trópico de Capricornio, entre Río de Janeiro y la pequeña isla brasileña de Trinidad – la isla de los cangrejos – donde el capitán Kidd dejara enterrado un tesoro que todavía no ha podido ser hallado. Bajo los pies del capitán de navío de la Marina de guerra alemana Otto Kahler, el crucero auxiliar alemán Thor se movía perezosamente, impulsado por sus turbinas de vapor con una mar ligeramente tendida. Sobre la cabeza del germano, un maravilloso fanal de cristal negro, en cuya superficie se hallaban prendidas millares de estrellas. Para Kahler, aquellas estrellas eran algo familiar, el alemán disfrutaba contemplándolas como un joyero examinando sus gemas.








El comandante del Thor, miró la esfera luminosa de su reloj de pulsera. Era bastante tarde, pero resultaba muy agradable permanecer allí, acodado sobre el quitavientos de uno de los alerones del puente, sin otro techo que el firmamento. Mentalmente pasó revista a todos los acontecimientos que habían tenido lugar desde que solamente un mes y medio antes, saliera de Alemania. Aquella gran aventura – la aventura de su vida!! – que había dado comienzo el 6 de junio de aquel mismo año al zarpar de Kiel. Recordaba sus temores al remontar la costa de Noruega, sabiendo que todavía se combatía en Narvik y al cruzar después pegado a Groenlandia. Luego había dirigido la vista con emoción hacia el Sur, sobre el Atlántico inmenso que iba a ser su zona de operaciones y recordaba se había preguntado que sería lo que el destino le reservaría allí.

El Thor era un buque mercante de 3800 toneladas, construido en 1938 en los astilleros Deutsche Werft de Hamburgo para la naviera Oldenburg Portuguese Line y había sido bautizado con el nombre de “Santa Cruz”. Requisado en 1939 por la Kriegsmarine, había sido reconvertido en crucero auxiliar y renombrado como Thor en 1940. Había sido dotado con 6 cañones de 150 mm, dos cañones gemelos de 37 mmm y cuatro gemelos de 20 mm, mas 4 tubos lanzatorpedos.

El astillero Deutsche Werft en Hamburgo - años 30



El Thor cuando todavía era el inocente carguero Santa Cruz



En las proximidades de las Azores había reconocido a lo lejos la silueta de un crucero auxiliar británico, del que había podido alejarse sin llamar la atención - ¡¡ Ignoraba que era el primero de los muchos de igual clase con los que de alguna manera debería cruzarse!!! Después había cruzado el Ecuador disfrazado de carguero yugoeslavo y el 1° de julio había capturado al buque holandés Kertosono de 9300 toneladas, que se había rendido al primer disparo y sin hacer uso de la telegrafía, quizá influído su capitán por las cuatro mujeres y un niño que llevaba a bordo como pasajeros. Kahler había mandado a Lorient con tripulación de presa el buque con su cargamento de asfalto y maquinaria agrícola – donde más tarde se supo que había llegado sin novedad.
Después había hundido al inglés Delambre de 7000 toneladas, cargado con algodón para Liverpool – cuyo capitán ya había sido prisionero durante la Gran Guerra por el corsario alemán Moewe.
El 9 de julio hundía el vapor belga Bruges que transportaba 6750 toneladas de blenda y el 14 al inglés Gracefield, todos ellos sin bajas en los tripulantes.

Después recordaba Kahler con tristeza su encuentro con el Wendover de 5500 toneladas, este buque británico llevaba dos cañones por lo que el Thor lo atacó sin previo aviso, tratando de evitar cualquier reacción. Viéndose cañoneado el Wendover lanzó su señal de alarma, por lo que continuó el tiro del Thor hasta que al producirse un fuerte incendio a bordo de aquél cesó la llamada. Se le colocaron cargas para mandarlo al fondo, pero debieron liqudarlo a cañonazos porque se dio vuelta y seguía flotando.
Al día siguiente, el Thor echaba a pique al carguero holandés Hela de 3780 ton. con trigo para Gran Bretaña. Había sido una buena racha para los alemanes, pero en los diez últimos días y a pesar de la utilización del avión Arado, no se había avistado ni un solo buque.
Kahler comenzó a sentir frío, por lo que abandonó el puente y entró en la caseta de derrota, y después de examinar pensativamente la carta de navegación por un rato, se despidió del oficial de guardia con la invariable recomendación de que le avisase de la menor anormalidad, dirigiéndose a su camarote, pensando que a la mañana siguiente tendría que hacer algo para desembarazarse de los 194 prisioneros que ya llevaba a bordo, puesto que tanta gente en un barco mas bien pequeño como el suyo, resultaba no sólo un problema, sino también una carga.

El Thor



El “Alcántara” era un antiguo paquebote de la “Royal Mail Line” de 22200 toneladas de registro y 19 nudos de velocidad máxima, que al ser convertido en crucero auxiliar de la Marina de guerra británica fue armado con 8 cañones de 152 mm y dos antiaéreos de 75.
En la mañana del 28 de julio de 1940 cuando patrullaba al sudoeste de la isla Trinidad, avistó un buque de carga que primeramente se dirigió hacia él, pero después cambió de rumbo y comenzó a alejarse. Al comandante del Alcántara, capitán Ingham aquel proceder le pareció sospechoso, por lo que creyendo que podía tratarse de algún alemán forzador del bloqueo, ordenó inmediatamente interceptarlo.
La distancia era grande, la diferencia de velocidad, pequeña, y la persecución continuó hasta las 14 horas – cuando bruscamente el perseguido cambió de rumbo – presentando su costado de estribor, izó la bandera de guerra de Alemania y abrió fuego de cañon sobre el Alcántara, a 14600 mts de distancia.

Continuará...

Prosiguiendo con la aventura:

El pequeño David que acababa de desafiar a Goliath se trataba del Thor, que al verse alcanzado había reducido la velocidad a 15 nudos para evitar las trepidaciones anormales que impedían trabajar eficazmente a los telemetristas y apuntadores y asegurar la puntería artillera. El corsario centró casi inmediatamente el tiro sobre su enemigo, consiguiendo varios impactos directos en el Alcántara, uno de los cuales se llevó la antena de la radio principal, otro alcanzó la dirección de tiro, matando a un oficial y dos marineros y finalmente un tercero perforó el casco a la altura de la línea de flotación, inundando la sala de máquinas y reduciendo la velocidad del buque.
Un minuto después que el Thor abriese fuego, lo hacía también el Alcántara, cayendo algo a estribor, pero sus primeras salvas fueron cortas.
El combate se desarrollaba rumbo al Sur, y el fuego del corsario germano continuó mostrándose muy eficaz, logrando nuevos impactos en su adversario. Dos proyectiles perforaron el costado del Alcántara por encima de la línea de flotación, mientras un tercero lo hacía junto a ella, recibiendo también otros varios impactos en la cubierta de botes y superestructura, los que provocaron dos incendios que pudieron ser sofocados pronto, pero dejaron los circuitos de dirección de tiro sin energía eléctrica, el barco a oscuras y además causaron numerosos heridos debidos al alto poder de fragmentación de los proyectiles alemanes y que levantaban obeliscos de agua mucho mas altos que los producidos por los proyectiles ingleses, ocultando frecuentemente el barco a los apuntadores británicos.
A pesar del daño recibido, el Alcántara continuó haciendo fuego local y a las 14.13 consiguió su primer impacto sobre el Thor. El proyectil atravesó el buque sin hacer explosión debido al fallo de su espoleta, pero seccionó varios cables de la dirección de tiro y dejó inutilizado temporalmente el ascensor de municiones de proa. Con ello quedaron silenciados dos de los cuatro cañones de 15 cm. que disparaban y a partir de ese momento disminuyó el volumen de fuego alemán.

El Alcántara antes de 1940 cuando todavía era un transatlántico



Poco después, recibía el Thor otro proyectil a bordo, que estalló en la cubierta de botes, matando a tres hombres e hiriendo a otros tantos, dejando atorado un montaje de tubos lanzatorpedos.
A las 14.20, la velocidad del Alcántara había quedado reducida a 15 nudos, por lo que Kahler decidió abrir distancias utilizando flotadores de humo artificial, que fueron dejados caer por la popa al mismo tiempo que se arrumbaba al Sudeste, en espera que quedara reparado el ascensor de municiones de proa.
El Alcántara continuaba haciendo fuego sin mucha precisión, por lo que el comandante del Thor dudó en volver a acercarse una vez reparada la avería, pues a pesar de presentar una gran humareda, continuaba haciendo fuego con cuatro cañones. Finalmente, Kahler decidió prudentemente romper el contacto, pues en un buque como el suyo – sin protección contra los impactos del enemigo – un proyectil afortunado podría ser el fin (tomar en cuenta que eran 3800 ton. contra 22200 ton.) En total el Thor encajó 13 proyectiles de 150 mm al Alcántara, recibiendo solo 2 impactos.
La seguimos..

Continuando con la aventura..

Por otra parte, la misión del Thor no era combatir contra los cruceros auxiliares adversarios, sino atacar el tráfico enemigo, y si había aceptado el combate fue por necesidad de la mayor velocidad del Alcántara – que ahora ya había sido reducida a fuerza de cañonazos – a una velocidad inferior a la del Thor. Esta decisión fue plenamente aprobada después por el jefe de la Marina alemana – Gran Almirante Raeder –

El capitán Otto Kahler – luego contraalmirante – era un viejo lobo de mar que había nacido en Hamburgo en 1894, ingresando en la marina mercante en 1909. En 1914 se incorpora en la Marina Imperial alemana, destacado en el crucero Roon durante la 1ª guerra hasta 1916.
Tuvo posteriormente varios destinos en submarinos, torpederos y dragaminas. Entre 1927 y 1929 estuvo destacado como oficial de Estado Mayor del Mar del Norte. En 1933 fue designado piloto del crucero Karlsruhe. En 1937 su destino estuvo destacado al Mando Supremo de la Armada, y fue nombrado comandante del Thor en marzo de 1940.
Tengo casi la certeza de que este viejo lobo debería tener una Lütters!!



El Thor se alejó del lugar tendiendo una espesa cortina de humo, y el Alcántara con su velocidad reducida a menos de 10 nudos continuó disparando esporádicamente pero ya fuera del alcance de su artillería y luego se retiró rengueando hacia Rio de Janeiro, donde entraría el 1° de agosto para efectuar reparaciones provisorias en los cuatro días de autorización que indicaban las leyes.
El Thor, por su parte, luego de cumplir con la triste ceremonia de despedirse de sus muertos por la borda envueltos en la bandera alemana y lastrados con un pesado proyectil, se dirigió a una zona poco frecuentada del océano para efectuar reparaciones y cambiar el disfraz.

Terminadas las reparaciones hacia mediados de agosto, el Thor operó durante un tiempo entre Montevideo y el cabo de Buena Esperanza, sin éxito. El 25 de agosto hacía el relleno de combustible, suministrado por el petrolero alemán Rekum, al que no había podido transferir los prisioneros que tenía a bordo.

El 8 de setiembre el Thor detenía a un vapor yugoeslavo, al que dejaba marchar luego de haberlo registrado. Cuatro días mas tarde el avión de reconocimiento descubría un gran buque, que el Thor detenía poco después, con un cañonazo de aviso. Se trataba del ballenero noruego Kosmos de 17800 toneladas, al que echó a pique a pesar de llevar a bordo varios miles de toneladas de aceite de ballena, (junto con el Rangitane, éste fue uno de los mayores buques hundidos por los corsarios alemanes de superficie durante la guerra) De esta decisión se arrepintió después Kahler, siendo criticado por ello en Alemania, pero creyó que con su extraña silueta de dos chimeneas a popa no podría forzar el bloqueo británico.

El Kosmos



Después de este hundimiento – que agravó el problema de los prisioneros – ya que suponían un centenar de hombres más, permaneció el corsario sobre el ecuador durante doce días limpiando calderas, al cabo de los cuales descubría, cañoneaba y hundía al buque frigorífico británico Natia de 8700 toneladas, con lo que el número de prisioneros aumentó a 368.
No le quedó más remedio a Kahler que exponer la situación a Berlín, siéndole enviado desde Rio Grande del Sur el buque “Río Grande” que por fin se llevó a los prisioneros, los cuales habían experimentado los terrores de sentirse encerrados a bordo del corsario sabiendo que éste libraba un combate mortal con sus propios compatriotas. Aunque normalmente se les concediese bastante libertad para permanecer sobre la cubierta exterior durante muchas horas del día, disfrutando del aire puro y del sol, huyendo del espantoso calor y la falta de ventilación en un lugar atestado y reducido en las entrañas del buque, sabían que tan pronto sonara la alarma debían permanecer encerrados en sus alojamientos por la duración del combate. De manera que cuando se veían trasladados a cualquier otro barco no artillado, era para ellos como el despertar de una torturante pesadilla.

El Thor se situó nuevamente sobre la derrota que va del cabo de Buena Esperanza al estuario del Rio de la Plata, recibiendo el 24 de noviembre un radio desde Berlín en que se comunicaba a Kahler el dispositivo de los cruceros británicos en el Atlántico Sur. El acorazado Resolution de 29000 toneladas había sido señalado en las proximidades de Freetown. Entre Africa Occidental y El Cabo se hallaban los cruceros pesados Camberra, Devonshire, Dorsetshire y Cornwall y los ligeros Delhi, Vindictive y Dragon, mientras que enfrente, o sea en la costa oriental sudamericana se encontraba el crucero Hawkins de 9800 toneladas y el Enterprise de 7550, aparte numerosos cruceros auxiliares y otros buques menores.

Esta impresionante concentración de barcos enemigos no presagiaba nada bueno para los corsarios alemanes, pero aquella era precisamente la zona que se le había asignado a Kahler, por lo que el comandante del Thor decidió seguir tranquilamente su camino, abriendo bien los ojos.

Continuará....

Continuamos con esta apasionante aventura:

A unas 480 millas al sur de Río de Janeiro, a la altura de Porto Alegre, la madrugada del 5 de diciembre se presentó con algo de niebla y con el horizonte tomado. De ente la neblina, pero a más de 17000 metros de distancia surgió por el Sur un gran buque que el comandante del Thor catalogó inmediatamente como un crucero auxiliar británico, por lo que comenzó a alejarse esperando que pasara de largo, pero se vió inmediatamente defraudado, pues el buque puso proa hacia él.

En el Thor se tocó zafarrancho de combate y se aumentó la velocidad a casi 17 nudos que era lo máximo que podía desarrollar el corsario y a la distancia se pudo apreciar que el británico hacía lo mismo. Se trataba del crucero auxiliar británico Carnavon Castle de 20000 toneladas y 18 nudos de velocidad, armado con ocho cañones de 152 mm y dos de 75, que patrullaba el Atlántico Sur, al mando del capitán de navío Hardy, a quien sin sospechar la presencia de un corsario alemán por aquellas aguas, le pareció irregular la conducta del carguero que huía, por lo que se propuso detenerle….sin sospechar que el detenido iba a ser él mismo antes de que pasara mucho tiempo.

El Carnavon Castle antes de ser convertido en crucero auxiliar británico




El inglés comenzó a transmitir por semáforo luminoso dos señales del Código Internacional que significaban “Déme su identidad” y “Pare inmediatamente” las que por supuesto fueron ignoradas.
La diferencia de velocidad entre los dos buques era pequeña por lo que transcurrió una hora y media antes de que el Carnavon Castle pudiera abrir fuego sobre el corsario a más de 13000 mts de distancia.

En el Thor se arrió la bandera yugoeslava , que hasta entonces se había mantenido izada, sustituyéndola por la alemana y abrieron fuego los germanos cuando sus telémetros estereoscópicos marcaron un alcance de 12900 mts. Al mismo tiempo, Kahler arrumbó hacia el Este, ya que no le convenía acercarse a la costa, donde era posible que le salieran al encuentro mas buques de guerra enemigos, y por otra parte, si era perseguido, los apuntadores y telemetristas del enemigo tendrían el sol de cara – mientras los propios lo tendrían de espaldas, posición táctica ideal para el combate diurno.



Además sus seis cañones del 15 estaban dispuestos sobre el plano general de la cubierta formando dos triángulos con sus bases en posición, de manera que, aunque por el través solamente se podía hacer fuego con cuatro piezas en caza o en retirada, podían dispararse tres que por otra parte es el número mínimo de cañones que en el tiro naval deban abrir fuego simultáneamente para producir una “rosa de tiro” que permita corregir éste.
En tales condiciones dio comienzo un combate que duraría una hora y cuarto, en el que el Carnavon Castle recibiría veintisiete impactos directos de 150mm, seis de ellos cercanos a la línea de flotación, mientras que el Thor no sería alcanzado una sola vez.
El británico comenzó haciendo fuego con cuatro cañones de 152 y dos de 75, pero el reglaje de su tiro se presentaba difícil porque su adversario se cubría con humo frecuentemente y cambiaba de rumbo muy a menudo, cayendo hacia el Este y el Sur, siendo seguido en sus evoluciones por el Carnavon Castle siempre por fuera de su estela, por temor a chocar con alguna mina a la deriva dejada caer por la popa del Thor. Disparando ambos buques intermitentemente y sin mucha eficacia, la distancia fue disminuyendo y a las 8.30 horas, el Thor lanzó dos torpedos desde 8000 metros, cuyas estelas de burbujas fueron advertidas desde el Carnavon y evitadas con un golpe de caña.

La distancia siguió cayendo hasta los 7400 mts. , para ese entonces el sol ya había salido y el buque británico se destacaba perfectamente contra el brumoso horizonte. Entonces, el Thor haciendo entrar en juego cuatro cañones de 150 mm centró el tiro sobre su adversario, alcanzándole reiteradas veces. Un proyectil alemán cayó sobre el cañón nro. 4 de 152 mm dejándolo fuera de combate y originando un fuerte incendio. Otro perforó su costado bajo la flotación, produciendo la inundación del pañol de municiones de los cañones antiaéreos. Un tercero destrozó la tubería de evacuación de uno de los motores principales, incendiando la chimenea.
La cubierta de botes, los entrepuentes, el combés y el alcázar fueron repetidamente alcanzados. Todos los circuitos eléctricos de la dirección de tiro y teléfonos quedaron cortados y los cañones tuvieron que pasar a – puntería local, fuego local - , teniendo que ser transmitidas a viva voz las distancias.
Cada seis segundos, con matemática y fatídica precisión, se apreciaba desde el Thor la caída de los proyectiles alemanes sobre el blanco, por la llamarada rojiza que levantaban al hacer explosión.

Parecía como si el dios del trueno de la mitología escandinava – Thor - , descargara violentamente su pesado martillo sobre el Carnavon Castle, al que se divisaba constantemente envuelto entre los piques de los proyectiles alemanes, coronado por una espesa humareda procedente de varios incendios devastadores.



A las nueve de la mañana, con la superestructura destrozada, fuego a bordo, sin comunicaciones, las tuberías contraincendio acribilladas y vacías de agua, tres compartimientos inundados, seis muertos y treinta y siete heridos, Hardy decidió romper el contacto y retirarse rengueando bajo la protección de una cortina de humo.

El Carnavon Castle - muy castigado - se acerca a la entrada del puerto de Montevideo



El capitán Hardy del Carnavon Castle, conversa en el puerto de Montevideo con el embajador británico sir Eugen Millington-Drake



En la imagen se puede apreciar el impacto de una de las descargas alemanas sobre el Carnavon Castle




El Thor – intacto – se fue alejando rumbo al Nordeste y continuó disparando hasta el límite del alcance de sus piezas. En total había consumido 593 proyectiles de 150 mm, es decir casi el 70% de su dotación de granadas.
Posiblemente Kahler pudo haber hundido a su enemigo, pero esto hubiera supuesto un gasto excesivo de municiones. Además hubiera llevado tiempo y se podría haber presentado en escena otro barco británico. El comandante del Thor prefirió dejar las cosas como estaban.

No cabe duda que el buque alemán había logrado un éxito. Luchando contra un barco mayor que el suyo, mejor armado y más veloz, maniobró bien, disparó mejor y sin sufrir un solo rasguño, lo dejó fuera de combate.
El Carnavon Castle tuvo que hacer reparaciones de emergencia en el puerto de Montevideo (se comenta en foros británicos que se le colocaron algunas planchas de acero retiradas del Graf Spee - luego de su autohundimiento en 1939, aunque nunca he escuchado esa versión en Montevideo) y después de dirigió por sus medios a Ciudad del Cabo, donde requirió seis meses de trabajos continuos para quedar operativo.

Recargamos baterías y luego seguimos...
Saludos

Impresionante relato. La navaja una maravilla.

Enhorabuena Juan.

Precioso post sobre una de las navajas más míticas y legendarias de la historia.
Enhorabuena Camarada.
Por cierto, estoy absolutamente convencido de que Kahler llevaba una Lüttersn en el bolsillo.

CLASIFICADOR 1 escribió:
Agradezco sinceramente tu presencia y comentarios Carlos!!! Me alegra mucho que ambos - relato y navaja - hayan resultado de tu agrado.
Un abrazo

La navaja de la historia está aquí acompañada de sus hermanas mayores (alguna muy mayor) que le han referido muchas historias de la vieja Europa. Algunas no han sido presentadas en el foro aún y hay un par que faltan con aviso, porque no las he podido encontrar (no recuerdo donde las metí).

Rommel escribió:
Mariscal, celebro que haya disfrutado de la "navaja del león", y agradezco sus generosos comentarios, así como también que se haya hecho un tiempo para subir al bordo del Thor en esta aventura que aún tiene lo mejor por venir. El viejo lobo de mar Otto Kahler no lo va a defraudar, por cierto siempre con su Lütters en el bolsillo, jejj
Un gran abrazo Paco!!, y ya seguimos...

Mientras tanto el Thor arrumbó al Sudeste hasta alcanzar la latitud de los 40 grados. Escaso de municiones y de combustible (el consumo de combustible aumenta conforme el cuadrado de la velocidad) el 21 de diciembre arribaba a una zona de reunión en el Atlántico Sur, donde fueron llegando uno tras otro hasta seis buques alemanes – cuatro petroleros y otros avitualladores, el Thor y el acorazado de bolsillo Admiral Scheer.
A miles de kilómetros de Alemania, estos dos buques se saludaron mutuamente con las dotaciones formadas sobre la cubierta y se lanzaron potentes hurras que el viento esparció sobre las olas del Atlántico.

La ceremonia del cruce de la linea del Ecuador a bordo del Scheer el 16 de diciembre, con el consiguiente bautismo de los novatos




El Admiral Scheer y el Thor, en algún lugar del Atlantico Sur, el 26 de diciembre de 1940



Poco antes de estos acontecimientos, el Scheer había capturado y hundido algunos transportes británicos y luego al crucero auxiliar británico HMS Jervis Bay de 14000 toneladas, que protegía un convoy. Esta filmación realizada a bordo del Scheer, fue capturada por oficiales británicos a un reportero alemán en Africa del Norte



Las Navidades transcurrieron haciendo el relleno de combustible, agua potable, y víveres – mientras los comandantes del Scheer y el Thor estudiaban las posibilidades de una cooperación mutua, a la que hubiera querido llegar el primero, pero Kahler alegó que debido a la gran diferencia de velocidad entre ambos buques, el suyo solo podría servir de explorador lento y barco prisión del acorazado, y que sería una desventaja utilizar para estos menesteres a un crucero auxiliar capaz de prestar otros servicios mas importantes.

Sea por la razón que fuere, se decidió que el Scheer y el Thor operarían separadamente en el Atlántico, por encima y por debajo respectivamente del paralelo de los 30 grados de latitud Norte, correspondiéndole al Thor la zona Sur.
El 1° de febrero cruzaba el Ecuador y entre el 14 y el 28 del mismo mes, se avituallaba del “Eurofeld” y del “Alsterufer”. Había marejada y los buques no pudieron abarloarse, teniendo que ser transbordados los mil proyectiles del 15 y los torpedos que recibió el Thor sobre botes y balsas de goma en una faena lenta y difícil.

El Alsterufer en Oslo, durante la ocupación de Noruega, en 1940





El 3 de marzo el Thor daba escolta al petrolero Sepicheren mientras suministraba combustible a los diez balleneros apresados por el Pinguin, aprovechándose la ocasión para efectuar la reparación de una de las calderas del crucero auxiliar. Después cruzó durante varios días al oeste de las islas portuguesas de Cabo Verde, donde el 25 descubría al transporte Britannia de 8800 toneladas, armado con un cañón popero, que inmediatamente comenzó a hacer fuego sobre el Thor, mientras lanzaba una fuerte señal de socorro, la cual fue recogida y retransmitida por la estación de Freetown.
Era un buque rápido, la distancia no disminuía y el corsario se vió precisado a disparar varios cañonazos del 152 antes de conseguir que se detuviera. Al aproximarse se detectó un radio dirigido al Britannia comunicándole que un crucero inglés, a cien millas de distancia se dirigía en su auxilio a toda velocidad, por lo que Kahler decidió no recoger a los 500 tripulantes y pasajeros que ya se hallaban en sus botes, y tras echar a pique al transporte al cañón, y se retiró velozmente.

El SS Britannia





Aquella misma tarde hundía el Thor al viejo vapor sueco Trolleholm de 5000 toneladas, fletado por el Almirantazgo británico para transportar carbón a Port-Said en Egipto.

Desde el 30 de marzo hasta el 4 de abril permaneció el Thor limpiando calderas al sudoeste de las islas de Cabo Verde. Acababa de salir el sol en la mañana de este último día, cuando se observó hacia el sudoeste una columna de humo, que a juzgar por su consistencia indicaba la presencia de un barco a carbón.

Kahler supuso que se trataría de un barco neutral, e izó la bandera griega, pero a las 6.40 el desconocido cambió ligeramente de rumbo y comenzó a transmitir por semáforo luminoso:
“What Ship?” y el comandante del Thor comprendió que se las había con otro crucero británico – el cuarto!!! – por lo que inmediatamente arrumbo a los 160° , a fin de que sus artilleros y telemetristas tuvieran el sol por la espalda. La distancia era de 13500 mts. y continuó disminuyendo rápidamente hasta los 9150 mts. , momento en que el Thor izó la bandera alemana y abrió fuego por andanadas completas.

Continuara...

Facón escribió:
Bonita colección y bonito post. ¡Te felicito Juan!

Otro post estupendo Juan.
Anduve mucho tiempo dando vueltas por internet hasta que por fin conseguí la ankermesser de Lütters. Estoy encantado, aunque tuve que trabajar un poco para que recuperara el buen aspecto.
Espero que podamos conocer pronto a todas sus hermanas.
Gracias por tu trabajo.

Gracias por pasar y comentar Nacho!! celebro que te hayan gustado las Lütters y la aventura del Thor.
Un abrazo

rojocaecae escribió:
Celebro que hayas tomado pasaje a bordo del Thor, César!! y agradezco la amabilidad de tus comentarios. Eso sí, estás conminado a presentar en sociedad esa ankermesser a la brevedad!!! jejj.
Un abrazo, y ya vamos dando fin a esta - la primer aventura del Thor .:

El barco sobre el que disparaba era efectivamente un crucero auxiliar británico – el Voltaire – de 13500 toneladas, construido en Liverpool en 1923 para la Lamport Holt Line, movido por dos máquinas de vapor que le daban un andar de 14,5 nudos y al que se había armado como a sus semejantes, con ocho cañones de 152 mm y dos de 75. Este buque, que se dirigía de Trinidad a Sierra Leona, contestó inmediatamente al fuego alemán, pero sus salvas cayeron largas.

El Voltaire en su época de buque de pasajeros



El combate fue breve y quedó decidido exactamente en cuatro minutos. El tiro del alemán fue de una eficacia absoluta desde la primera salva, y a las 6.49 horas el Voltaire ardía fuertemente entre el combés y el alcázar, envuelto en humo – mientras sus cañones sólo disparaban intermitentemente y de uno en uno, cayendo cortos los proyectiles la mayoría de las veces por haber sido alcanzada su dirección de tiro.

El único impacto que recibió el Thor en toda la acción fue el que se llevó la antena de radio. Mientras tanto el corsario continuaba disparando por andanadas completas cada seis segundos y el alcance fue disminuyendo hasta los 7000 metros.
A las 6.57 horas el Voltaire cambió su rumbo y el Thor maniobró, creyendo evitar con ello unos torpedos que no podían haber sido lanzados por su enemigo por la sencilla razón de que ese crucero no llevaba tubos lanzatorpedos.
A las 7.15 el alemán lanzó un torpedo que erró el blanco. El Voltaire navegaba ahora en círculos debido a una avería en el servomotor de gobierno del timón y se veía completamente envuelto en humo desde la roda al codaste, aunque continuaba haciendo fuego ineficaz. A las 7.16 , el Thor, que había combatido hasta entonces rumbo al Sur, cayó al Norte para que entrasen en acción sus cañones de babor porque los de la otra banda se habían recalentado debido al fuego rápido e incesante. Veinticinco minutos después, tras haber efectuado 725 disparos, Kahler maniobró para lanzar un segundo torpedo, acercándose hasta 3000 metros.

El Voltaire como crucero auxiliar británico



Para entonces, el buque británico ardía furiosamente. El costado del Voltaire daba pena, convertido en una criba, através de donde se filtraban las llamas. Las superestructuras eran un amasijo de hierros retorcidos, se veían muertos y heridos por todas partes.
Poco después de las ocho, cuando el corsario se disponía a dar el golpe de gracia a un buque absolutamente destrozado, con mas de 70 muertos y casi otros tantos heridos a bordo, el timón inservible, fortísimos incendios imposibles de dominar, numerosos compartimientos inundados, casi todos los cañones inutilizados y que comenzaba a hundirse, se vió desde el Thor agitarse una bandera blanca en la toldilla, y Kahler dio por terminado el combate.
El Thor se aproximó hasta una distancia prudencial, debido a que hallándose el Voltaire ardiendo de proa a popa, era de esperar la voladura del pañol de municiones de un momento a otro. Los alemanes pusieron sus embarcaciones en el agua y comenzaron el salvamento de los supervivientes, pues en el crucero inglés no había quedado un solo bote utilizable.
El salvamento se pudo efectuar gracias a que el Voltaire no había hecho ninguna llamada radiotelegráfica, probablemente debido a que su antena desapareció con los primeros disparos recibidos.
A las 8.35 horas, el buque se hundió de popa, bajo un impresionante palio de humo negro y en medio de un mar de petróleo. A la una de la tarde se dio por terminado el salvamento, habiéndose recogido 197 oficiales y marineros y dándose por desaparecidos 72 hombres. Entre los salvados se hallaba el comandante del infortunado Voltaire, capitán de navío Blackburn.
El Thor reparó la avería de la antena y cambió la forma de sus palos, que eran telescópicos,
Adoptando la apariencia de un buque soviético, tras lo cual citó al petrolero alemán Ill, al que el día 12 transbordaba 140 tripulantes del Voltaire, incluídos su cirujano, y 21 heridos leves, así como 30 prisioneros más de presas anteriores, todos los cuales fueron desembarcados en Francia. Blackburn, con 13 oficiales, 33 heridos graves y 10 hombres más, haciendo un total de 57 quedaron en el Thor.

Es indudable que los anglosajones combatieron valerosamente, pero una vez más quedó demostrado que no basta el valor. El capitán Blackburn, con su buque convertido en un despojo inútil, se había visto obligado a izar bandera blanca para evitar una carnicería mayor entre su propia gente.
El corsario arrumbó a Alemania, capturando y echando a pique todavía al viejo buque sueco Ernest Cassel de 7750 toneladas.

En el golfo de Vizcaya recibió escolta de tres destructores alemanes arrumbando directamente a la isla de Ouessant bajo una fina lluvia que alegró a Kahler, pues con ella sería mas difícil que le descubriesen los aviones enemigos de vigilancia. Atravesó el canal de la Mancha por etapas, tocando en Cherburgo y El Havre durante el día y navegando por la noche.
Ya en el Mar del Norte, hizo también escala en el puerto holandés de Hoeck van Holland, llegando a Hamburgo, donde se le dispensó un gran recibimiento, el 30 de abril, después de haber recorrido más de 57000 millas y hundido o apresado doce buques enemigos, con un total de 96500 toneladas de registro.

Aquí hemos llegado al final de la primera aventura del Thor - que tuvo también una segunda - pero eso ya es otra historia...
Un saludo a todos los compañeros que han visitado y comentado el post, de parte mía y también del capitán Kahler con toda la tripulación del Thor...
Abrazo

Amigo Juan, te superas con cada historia, un placer leerte y saludarte Un abrazo

Carre escribió:
Gracias Luis, por acompañarnos en esta aventura y por tus comentarios tan gentiles!! Tu presencia me recuerda dedicarle una pieza musical a toda la tripulación del Thor - para esta ocasión nada mejor que "El barco fantasma" (también llamado El holandés errante) del genial Richard Wagner, un tema que eriza la piel!!


Un gran abrazo.

PD: un video sobre las Ankermesser subido por un alemán, con leyendas en inglés