Próximos a constituirnos como entidad artesana cuchillera con el bonito nombre de
"Marbella Custom Knives". estamos abordando unos cuantos trabajos que os iremos presentando.
Uno de ellos es encabar una preciosa hoja en C105 para un tanto japonés, pero con aires un poco más modernos.
Para ello le vamos a vestir con una shirasaya o funda blanca en bambú laminado de forma provisional y apta para viajar y/o para hacer trabajos que puedan estropear la de lujo prevista. Es una forma tradicional japonesa de vender sus armas blancas, para que el propietario según sus posibilidades le encargue algo de su gusto a otro artesano especializado.
Para ello hemos partido de unas tablas de bambú fabricadas a partir de trozos de este, laminados a presión y encolados. Se trabaja relativamente bien, pero claro estando en el equipo el maestro Pernil , ebanista de profesión todo parece mas fácil.
Se dibuja la silueta en las tablas que después encajaremos para que las vetas coincidan en ambos lados y en cabo con vaina , para que parezca un todo continuo.
Una vez despiezados y a formón, se talla la mitad en cada cara, hasta que coincidan al milimetro, pero teniendo en cuenta que el ajuste final del habaki de cobre en su hueco se hará a lima.
Dado que el cabo va a ser desmontable, le haremos una cama con masilla epoxi, previo unte en vaselina, y así no habrá ningún espacio entre madera y espiga, dejándole totalmente funcional. pues no es una hoja para tomar a broma, a la hora de un uso de corte competitivo, por ejemplo.
Se pega todo con cola blanca de carpintero dejando secar 24 h o más. Al ser una madera porosa la empapa bien y desaparece la unión al lijarla, quedando muy firme. El epóxi siempre deja linea de unión.
La primera lijada es solo para conseguir la silueta, por lo que solo lijaremos en la parte superior e inferior de la vaina, sin tocar los costados. Una vez conseguidas las curvas con continuidad y armonía pasamos a afinar los costados y finalmente redondeamos los cantos dejándola lijada hasta 180 (continuará)