Le debía un venado a éste cuchillo,el día se dió estupendo,y en vez de uno fueron dos.
Éramos 14 puestos con tres grupos de perros,mucho territorio que cubrir para tan poca gente.
Me fuí a mi puesto "particular" que descubrí a base de años en el mismo terreno y estudiar el escape de las piezas aunque és muy complicado y totalmente impredecible.Subí una alta cornisa y me dispuse con mi inseparable Harry a otear el inmenso barranco.
Al rato y tras una leve ladra;veo a lo lejos el venado que se va escurriendo hábilmente de los perros,la distancia és importante y yo no soy un gran tirador a las largas,de hecho no llevo puesto ni el visor pero sí le aprecio una buena cabeza(la ley y la moral prohíbe cazar varetos) el Blaser canta y el estruendo resuena en la montaña,el animal cae para levantarse raudo y herido coger la directa barranco abajo los perros lo van a seguir de cerca,ahora con lo cual el tiro ha de ser muy asegurado y meditado pero ya!!! Se aleja pero otro estampido acaba con la huida del noble animal.
Aún no pasado un cuarto de hora,otra ladra me hace dudar de que los perros siguen el rastro,viejo ya del primero,cuando veo otro mas grande aún siguiendo la senda del primero,senda de escape!!!!!rodilla en tierra y tras la inquisidora mirada de mi exigente amigo de pelaje azulado,lo dejo que cumpla lo máximo posible para acercar el tiro cuanto más mejor, hasta que tuerce para subir el barranco abrupto
[/ol] y pelado a zonas para perderse de los perros que le siguen a 100 metros. Disparo y cae,otro disparo asegura el final lo más rápido posible.
Sacar esos dos animales enteros(solamente eviscerados ) supondrá un esfuerzo titánico entre 8 compañeros,rodeando con los 4×4 toda la montaña y entrando de abajo a arriba,una auténtica odisea cinegética.
el Vital se portó divinamente cómo era de esperar.Cuando llevaba un animal desollado y cuarteado(con la ayuda del hacha 2G)...
Le dí 4 pasadas( literalmente,fueron 4,palabra!!!)y volvió a cortar cómo un bisturí.
Además,cómo andaba justo de espacio,deshuesé toda la carne para evitar todo el volumen posible puesto que las cabezas abultan y pesan mucho.
decir que al cinto me acompañaba mi inseparable Fortune Bowie de Guillermo pero cómo ambos lances fueron a larga distancia(unos 200mts.) Éste día no probó la sangre.
Al día siguiente me puse a limpiar los trofeos al detalle y para éso la mejor herramienta que tengo és el As de Picas de Guillermo Garcimonte,tributo a Joe Keeslar...
Árduo trabajo el de éste pequeño cuchillo puesto que ahí,todo és hueso y todo és de dificil acceso y corte.
Poco a poco y con mucha paciencia y una parada para el afilado,avió las dos cabezas ya preparadas para hervir y montar.
Un fin de semana repleto de emociones y de disfrute utilizando los más nobles cuchillos y hachas que se puedan poseer.