El relato que sigue a continuación, está íntegra y literalmente extraído del magnífico blog argentino sobre cuchillos:

http://bacotacticoscuchillos.blogspot.com.es/

Blog perteneciente a Don Daniel Atencio, de la ciudad de San Juan, al que desde aquí le envío un cordial y afectuoso saludo, felicitándole por el extraordinario blog de cuchillería que tiene.

Una historia de Malvinas - Cuchillos de Paracaidista Fabricaciones Militares

Aprovecho este post para mostrar estos ejemplares de cuchillos de paracaidista de Fabricaciones Militares de Argentina y publicar una historia de la guerra que involucra a uno de estos cuchillos.
El ejemplar de arriba, obsequio de mi amigo Sandro Garofalo, a quien agradezco de corazón por su desprendimiento, se encuentra con algunas modificaciones en la vaina, por un lado se le cambió el color de marrón a negro, se colocó una presilla de tela con doble broche y la empuñadura no cuenta con los apoyadedos, los cuales fueron sustituidos por una cuerda.
El de abajo tiene la particularidad de que es un ejemplar sin uso, todavía mantiene el barniz protector contra el óxido en su hoja.



La historia del combatiente que perdió un puñal en Malvinas y “lo encontró” 27 años después:

La Guerra de las Islas Malvinas tiene aún cientos de historias, anécdotas y momentos tristes y otros no tanto, para recordar y contar. Tal es el caso, de lo que le sucedió al ex combatiente Guillermo Enrique Corbella, quien hoy desempeña sus labores en el Concejo Deliberante de nuestra ciudad y que 27 años más tarde de vivir aquella batalla cruel y desigual, tuvo una grata sorpresa, aunque aún con futuro incierto que decidió contársela a El Cordillerano.
Corbella tiene en su mente cada momento de su infeliz estadía en las Islas Malvinas por 74 días. Pero lo que lo convierte en noticia, es uno de sus últimos días en aquellas conflictivas tierras, que siempre seguirá sintiendo como propias. Puntualmente, se retrotrae al momento de la rendición llevada a cabo el 14 de junio de 1982, cuando él en su rango de subteniente (con 46 soldados a su cargo), formó la fila junto a sus compañeros de guerra y los ingleses procedieron a desarmarlos, con la excepción de no desproveerlos a cada uno de su pistola y su sable bayoneta.
Corbella no poseía un sable, pero sí un pequeño puñal que había obtenido en enero de 1981 cuando realizó el curso de paracaidista en el Colegio Militar de la Nación y le fue entregado en la ceremonia antes de dar el primer salto al aire.
En el momento de la entrega de armas, aparece a sus espaldas un soldado inglés que visualiza la punta del cuchillo por debajo de la campera y le corta los cordines que lo sostenían a su cintura. “Que lindo, me lo llevo”, le dijo el soldado europeo en su idioma.
De ahí en más Corbella dio por perdido su tan preciado obsequio.



Cadena de favores

Sin embargo, recibió un llamado de otro veterano de guerra, quien le comentó que el escritor argentino Abel Doménech necesitaba contactarse con él.
Doménech es el autor de un libro denominado “El cuchillo táctico” que data de 1996, texto que leyó un comisario en Córdoba y le pareció curiosa la inscripción que llevaba la guarda de uno de los puñales publicados por Doménech de marca Erizo.
La leyenda del cuchillo dice "El CMN al Cad GE Corbella" y su significado es el siguiente: "El Colegio Militar de la Nación al Cadete Guillermo Enrique Corbella", inscripción que llevaba desde que le fuera otorgado al protagonista de esta historia.
El comisario, Mario Nieto, se contactó con el Departamento de Veteranos de Guerra, consiguió todos los datos viejos y actuales de Corbella y se los pasó a Doménech.
El escritor llamó a la casa del hoy ciudadano barilochense y le dijo la cadena de circunstancias que lo motivaron a llamarlo por teléfono.
Doménech le comentó a Guillermo que la imagen que publicó en su libro, la tomó de otro texto de un colega inglés denominado Ron Flook, le llamó la atención y por eso decidió incluirlo. “Yo ya formo parte de esta historia, por lo que me gustaría recuperar tu puñal y entregártelo en Las Malvinas”, le dijo el literato, quien de inmediato se puso en contacto con Flook vía correo electrónico y éste le respondió que el cuchillo era de un amigo, pero que ese supuesto amigo no estaba dispuesto a venderlo.
“¿Venderlo?, me lo tiene que devolver, pensé yo”, cuenta Guillermo Corbella. Doménech le ofreció a su par inglés otro cuchillo de su colección, uno marca Randall, o cualquier elemento de su frondosa colección.
Flook ratificó sus intenciones de no venderlo. En realidad, son las supuestas intenciones de su amigo. Sí contó que ese amigo lo había obtenido en una subasta, luego de que lo utilizara un oficial de la marina inglesa. Pero de devolverlo, ni noticias.
“No sé si voy a poder volver a tener mi puñal, pero lo que sí es cierto que esto me incentivó a seguir investigando y para ponerme en contacto con gente que vivió las cosas que yo viví”, cuenta Corbella, tras haber hallado a la distancia aquel viejo cuchillo que obtuvo en 1981 y que “perdió” un año después.
“Me encantaría poder hablar con el oficial que me lo sacó, pero no para confrontar sino para intercambiar experiencias, charlar de la guerra y de cómo él la vivió. Aunque desde ya que recuperar el puñal coronaría esta historia que aún a mi me sorprende. Es muy reciente lo que pasó y sucedió en muy pocos días”, sostiene Guillermo, con la ilusión de algún día volar hasta Gran Bretaña y por qué no, por lo menos, volver a ver su tan preciado cuchillo.



Ejemplo de “esfuerzo y abnegación”

Guillermo Corbella egresó del Colegio Militar Nacional con la Promoción 112, con el orden de mérito 152. Ingresó el 15 de febrero de 1978 y egresó el 28 de noviembre de 1981. Es del Arma de Infantería y nació en Entre Ríos el 9 de diciembre de 1959. Fue subteniente y en Malvinas estuvo en el Regimiento de Infantería 6 "General Viamonte".
Corbella estuvo al mando de la Compañía "B", nombrada "Peribebuy" en honor a las tropas argentinas que combatieron contra tropas paraguayas, había estado desplegada en el Monte Tumbledown, en apoyo al Batallón de Infantería de Marina 5 (BIM 5). Ese Regimiento había desplegado sus compañías en la zona de Puerto Argentino.
Corbella egresó como subteniente de infantería el 28 de noviembre de 1981, es decir que para la época de la guerra, era un joven subteniente de tan sólo veintidós años. Hizo el curso de paracaidista siendo todavía cadete. Esto explica por qué el CMN le entregó un cuchillo, precisamente de paracaidista.
Corbella fue condecorado con la medalla "Al esfuerzo y la abnegación",y entre los considerandos del otorgamiento de la medalla, se menciona: "Lograr con su decidida acción de mando mantenerse en la posición pese al intenso fuego enemigo, lo que impidió que este desbordara por el flanco a los efectivos del RI 4 que ocupaban la Cresta militar".



Muy cerca de la muerte

Corbella vivió la guerra muy de cerca. La Compañía que integró estaba en uno de los dos frentes de ataque de la Armada inglesa. “Los ataques eran de noche y éramos entre 800 y 1000 argentinos contra más de 3000 soldado ingleses”, relata.
Guillermo vio como 12 soldados de su regimiento dejaron la vida en aquellas lejanas y frías islas. “Además hubo muchísimos heridos, muchísimos”, recuerda. “Estoy vivo porque tuve un grupo de soldados brillante y porque uno en la guerra o en situaciones extremas como las que vivimos hace cosas por instinto, costumbre o necesidad”, señala.
Cuenta que de tanto escucharlos venir, junto a sus compañeros ya sabían donde caerían los misiles. “Por el silbidos decíamos ese cae allá, ese va sobre el regimiento o cual, ese va más adelante y de repente dijimos, corramos que ese cae acá” y pudieron protegerse de un bombardeo y sus “astillas” por saltar a tiempo.
A Corbella le tocó replegarse varias veces hasta terminar en Puerto Argentino y vivió muy de cerca la muerte. “Hoy estoy acá porque una mano me sacó vivo de ahí y me dijo que ese no era mi momento de morir”, expresó tristemente.

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Saludos

BOWIE

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Excelente relato y mejor blog el aquí presentado.


Saludos+

Precioso relato,pero me quedo sin saber si recupero su cuchillo.
Gracias por el hilo.
Un saludo.

Precioso relato! y no entiendo cómo el actual propietario no pierde el culo por devolver el cuchillo. Si lo tuviera en mi poder, para mi sería un orgullo y un privilegio poder devolverlo...

Precioso relato Bowie, además el blog me ha encantado (alguna vez me topé con él por la red y no le hice mucho caso, esta mañana me lo he empapado casi entero).

Guillermo, Gonzalo, los ingleses han sido (y son) los mayores expoliadores que han existido en el planeta tierra. Nación de piratas, la armada británica entraba en combate en el siglo XIX al grito de "¡Por Inglaterra y por el botín!". No esperéis a que el inglés haya devuelto el cuchillo de paracaidista Ranz, pues seguro que no lo ha hecho.

No obstante, sería interesante que Abel Domenech (que me consta que nos lee habitualmente) nos contase algo al respecto.

Gracias por el relato, Bowie, una historia muy interesante.

Bowie gracias por compartir este precioso relato cpn nosotros.
Espero que el subteniente recupere pronto su cuchilo

Gracias por el relato.Ne ha gustado mucho.Espero una segunda (o más)entrega.

Buen relato.Ojala el cuchillo vuelva a su legítimo propietario.
(Manda güevos,ni con el nombre puesto en la hoja)

Precioso relato,pero la guerra la escribe el que la gana,dudo mucho que le devuelvan el cuchillo.
Las guerras tienen estas crueldades cotidianas.
Saludos de Rodrigo.

Estimados amigos:

Un gran placer poder volver a conectarme con tantos amigos que recuerdo con mucho afecto y que participan en este Foro.

Lamento mucho que por diversas razones laborales y profesionales que estoy atravesando desde hace algun tiempo, me haya alejado de mi actividad de escribir y participar en los Foros y hasta me obligase a disiminuir mi actividad de coleccionista por un tiempo, para dedicarme a tiempo completo a mi trabajo.

Espero que a partir del año próximo se hayan arreglado mis cosas como para retomar la pasión por filos y aceros.

Agradezco al amigo Bowie por traer al Foro este artículo sobre el cuchillo del Tte Cnel. Corbella, en un episodio en el cual me ha tocado la suerte de participar de manera tan inesperada como conmovedora.

Como dicho artículo ha despertado algunas preguntas por parte de los foreros, me permito reproducir una carta personal que yo enviara a un muy querido amigo mio, en Marzo del año 2009, es decir, a pocos días de que sucedieran estos eventos.

He decidido compartir esa carta porque explica los eventos tal como sucedieron, en mis propias palabras cuando todavía mi mente y mi corazón se encontraban conmovidos por la emoción de los hechos ocurridos muy pocos días antes de escribirlas.

He aquí la carta escrita en Marzo de 2009.

… Mi querido amigo:
Tal como le anticipé en mi mail, trataré de resumir esta historia tan maravillosa y sorpresiva que me acaba de ocurrir, y que de alguna manera me ha puesto de protagonista marginal, y que, como comprenderá luego de leerla, me ha "movido el piso", me ha conmovido, y me ha hecho reflexionar sobre muchas cosas sobre el Destino, y los misteriosos designios de Dios reservados a nosotros.

Esta historia no ha terminado de escribirse, pues como ya verá, no se ha logrado el cometido final, ni se aun si terminará como desearíamos quienes participamos de ella, pero desde ya, creo que es un maravilloso ejemplo de las sorpresas (gratas e ingratas) que nos depara la vida, aunque en este caso ha sido muy grato y emocionante (y conmocionante, diría) para mi persona.

Paso a resumirle:

Hace un par de semanas atrás recibí un mail de un lector de mi libro “El Cuchillo Táctico”, dando lugar al comienzo de esta historia. Este señor llamado Mario Nieto, además de hacerme algunos gentiles comentarios sobre el mismo, me comenta algo sobre un tema puntual de lo allí escrito.

Como usted recordará, este libro fue publicado en el año 1997, es decir ya hace 12 años.

Si se fija en la página 286 de dicho libro, lo dedico a los cuchillos de combate empleados en la Guerra de Malvinas, un hecho trágico y muy caro a los sentimientos de nuestro país, y en particular a los de nuestra generación. Muy traumático, innecesario, y que ha dejado hondas heridas, pero en fin, ese es otro tema, muy largo de hablar.

Pues bien, en ese lugar de mi libro, yo hago referencia a un libro publicado en 1990, por un autor inglés llamado Ron Flook, en el cual se publican fotos y algunas descripciones, (bastante inexactas por cierto) de cuchillos argentinos capturados en Malvinas, después de nuestra rendición en Junio de 1982, y en particular yo transcribo la descripción que hace Flook de uno de ellos, un cuchillo de paracaidistas (del tipo manopla, de los que fabricara Erizo, y que usted conoce seguramente) que lleva en su guarda, la inscripción:

“CMN el Cad GE Corbella”

Apunto en mi libro: “Si bien no hemos podido averiguar el significado de la inscripción, suponemos que se trata del nombre del dueño original, y datos sobre su unidad. Tal vez algún lector de este libro pueda arrojar más luz sobre este interesante ejemplar.”

Pues bien, fíjese que, la Guerra de Malvinas, ocurrió en 1982 es decir, hace 27 años ya, el libro de Flook, fue publicado en 1990, hace 19 años, y mi Cuchillo Táctico en 1997, hace ya 12 años.

Entonces, hace dos semanas, este lector de apellido Nieto, me escribe, y me dice que él ha leído mi libro, y que su curiosidad lo llevó a investigar, y descubrir qué significa la inscripción, y quién era el dueño de dicho cuchillo, capturado por los ingleses en 1982!!

La inscripción significa: el Colegio Militar de la Nación (CMN) al Cadete Guillermo Eduardo Corbella, y le fue entregado a este cadete del Ejercito Argentino al finalizar su curso de la carrera militar, y efectuar su primer salto en paracaídas!!

(Resulta pues que en el libro del inglés hay un pequeño error de interpretación cuando transcribe la inscripción y dice “el Cad” y correspondía en realidad “al Cad”)

En sucesivos mails, y con muy pocos días de diferencia entre ellos el señor Nieto me fue informando sus avances:
Así descubrió que en 1982, al ser enviado a la Guerra, Corbella era un joven Sub teniente de 22 años de edad.
Luego encontró su foja de servicios donde consta su destacada intervención en esta cruel pero afortunadamente corta Guerra, actuando valerosamente en varios peligrosos enfrentamientos contra los ingleses.

Posteriormente Corbella fue condecorado con una Medalla al Mérito y Abnegación en combate, etc., pasando finalmente a retiro con el grado de Teniente Coronel.

Luego Nieto prosiguió su tenaz investigación, hasta dar con la dirección y teléfono actual de Corbella, quien actualmente tiene casi 50 años de edad y vive con su esposa y 4 hijos en la ciudad de Bariloche, Provincia de Río Negro.
Bueno, le resumo diciendo que Nieto tomó contacto por mail y luego por teléfono con Corbella, relatándole todo lo que acabo de contarle aquí.

Luego yo mismo me comuniqué telefónicamente con Corbella, y hablé con su esposa primero, pues él no se encontraba en su domicilio cuando mi primer llamado.
Esta señora (que estaba de novia con Corbella cuando él marchó a la guerra) me contó que su marido estaba muy shoqueado por todo este hallazgo, y que juntos habían llorado a mares de emoción cuando se enteró de esta historia.

Posteriormente hablé con Corbella mismo, quien me agradeció y me reiteró lo dicho por su esposa, y su deseo de agradecerme a mí personalmente.

Inicialmente él se mostraba muy conmocionado y obstinado en que deseaba juntar dinero y viajar personalmente para reclamar su cuchillo, pero luego de algunas conversaciones se tranquilizó después que le expliqué que veía pocas posibilidades de localizar a su actual dueño, y mucho menos podría ejercer un derecho legal para recuperarlo si aquel se negaba, y me dijo que trataría al menos de ver si se podían obtener unas fotos del cuchillo, mejores que las que aparecen en el libro inglés, que es de muy mala edición.

También me dijo que desearía localizar al soldado inglés que le había arrebatado su cuchillo, para conversar amigablemente con él sobre sus respectivas experiencias en aquella Guerra.

Esto, siempre que se pudiese localizar todavía el paradero del cuchillo.

Le dije que haría lo posible, como que también desde que había tomado conocimiento de esta investigación de Nieto, yo me había propuesto como meta personal el ubicar ese cuchillo, y tratar por todos los medios a mi alcance, incluso pagando si fuese necesario, recuperar ese cuchillo para tener el gran gusto y honor de entregárselo en mano a su verdadero dueño: Corbella.

Corbella me relató que el día de la rendición, él se encontraba entregando su fusil de asalto como se hace en estos casos, y que su cuchillo lo tenía colgando de una cuerda en su cinto (no con la vaina pasada en el cinto como es corriente) ya que tenía unas cuerdas para ser atado al tope del paracaídas auxiliar que va adelante del paracaidista.

Sucedió entonces que, mientras entregaba su fusil a un soldado, se acercó rápidamente y por detrás otro soldado británico, quien tomó el cuchillo y sin decir nada le dio un tajo a la cuerda con una navaja o cuchillo que llevaba, cortándolo y marchándose con el cuchillo sin decir palabra!

Como es de imaginar, esta poco caballerosa actitud y la pérdida de un elemento personal con gran valor afectivo para él (que de otra manera le hubiese sido permitido conservar) le provocó un enorme angustia sumada a la tan dramática situación que estaba atravesando junto a sus compañeros de armas.

Bien mi querido amigo, como imaginará toda esta historia me ha conmovido profundamente y es una de las razones por las que últimamente me cuesta conciliar el sueño.

Continuando le cuento que he conseguido el mail y contactado al Sr Flook, autor del libro de 1990, y hemos intercambiado unos cuantos mails, a resultas de lo cual, yo le estaré enviando a modo de prenda de amistad un ejemplar de mi libro El Cuchillo Táctico (él es también un conocido coleccionista allá en Inglaterra).

También el Sr. Flook me consiguió a mi pedido, un par de ejemplares de su libro (ya agotado) que yo deseaba adquirir para regalar a Nieto y a Corbella.

También, y aquí lo único negativo de la historia, le pedí hacer contacto con el coleccionista que posee ese cuchillo, que le relatara la historia, y le propusiera la devolución, mediante pago, o canje por alguna otra pieza.

Según Flook, su amigo coleccionista compró el cuchillo en una tienda de rastro en una ciudad británica costera, donde lo había vendido un soldado británico, posiblemente de los grupos de tareas especiales, dijo, poco después de la Guerra.
También me dijo Flook que su amigo había manifestado que no estaba dispuesto a venderlo, aunque sí aceptaría proporcionarnos algunas fotos digitales.

Luego yo volví a insistir, mediante un nuevo largo mail tratando de involucrar a Flook como parte de esta historia, y de conmover un poco a él y a su amigo, pero volvió a responder y reiterar que su actual dueño no deseaba venderlo.
A modo de anécdota: Flook también me contó, que él mismo había participado en la Guerra de Malvinas, a bordo de un pequeño remolcador de salvataje!

(Le confieso que yo sospecho que el amigo no es tal, sino el propio Flook, pero esto no puedo probarlo ni agrega nada a esta historia.)

Bien, al principio, la noticia de no poder recuperar el cuchillo afectó un poco el humor de Corbella, pero creo que pude convencerlo que, esta historia ha sido ya bastante fabulosa e inesperada, y creo que, única, y que así había que tomarlo y aceptarlo, como un indicio de las cosas que va rigiendo Dios desde allá arriba y que no queda más remedio que resignarse a que sean así.

Fíjese usted! después de tantos años transcurridos de la Guerra, y de la edición de los libros vienen a desencadenarse todo esto!!

Creo en fin, que todo esto que ha sucedido debe dejar un saldo positivo para la vida de este hombre valeroso, como también para quienes como Nieto, Flook, y yo mismo, hemos tenido el privilegio de haber quedado involucrados en esta historia, y también motivarnos a la reflexión sobre los misteriosos meandros del transcurso de nuestras vidas.
¿Podremos algún día recuperar ese cuchillo?

Le pedí a Corbella que no insistiéramos por ahora, a pesar de que debe ser duro saber que algo que a uno le pertenece lo tiene otra persona y además sabemos dónde está, ¿verdad?

No sabemos lo que piensa este coleccionista, pero se ve que es una persona dura. Tiene validez legal su posición de negarse, pues es un comprador y dueño de buena fe del objeto, y además ha pasado tanto tiempo… Pero no tiene validez ética su decisión, según lo veo yo.

Personalmente yo no hubiese dudado un solo instante en devolver ese cuchillo, si yo estuviese en su lugar. Se lo garantizo!

Ahora ese humilde cuchillo, que no vale ni 50 dólares en el mercado del coleccionismo, tiene un valor máximo para cualquier coleccionista que se precie: Posee una inscripción, se conoce su historia, y hasta la de su dueño original, y perteneció a un combatiente destacado. El sueño hecho realidad para cualquier coleccionista!!

Bueno, el tiempo y El Destino tendrá la última palabra mi querido amigo! Los coleccionistas somos meros tenedores temporales de los objetos que atesoramos!.

Y le queda como consuelo a Corbella, saber que ese cuchillo que tiene un enorme valor afectivo y sentimental para él, no se perdió para siempre.

Está en manos de un coleccionista quien a pesar de su cuestionable proceder seguramente lo ha de cuidar con esmero, y tendrá un enorme valor histórico formando parte de su colección. Aunque no estemos de acuerdo con su actitud, debemos aceptarla.

Bueno mi amigo, deseaba compartir esta increíble historia, la primera vez que pasa en mi carrera de coleccionista de más de 30 años, (Flook me dijo lo mismo) y que difícilmente se repita en otro coleccionista o persona.

Considero ser un privilegiado en este sentido, de participar de alguna manera en esto. Pronto conoceré personalmente a Corbella, pues ya hemos hablado de un encuentro, en cuando alguno de nosotros pueda viajar.
También deseo escribir un artículo para los Foros de cuchillería donde participo, para La Nación, para la revista Magnum, y para mi propio Blog.

Por el momento, hemos hecho un pacto de caballeros de no difundir nada sobre todo esto –salvo en un círculo muy íntimo y familiar- pues debemos elaborar un poco todo esto que nos ha sucedido, y también a la espera de algún desarrollo posterior de esta historia.

No quería sin embargo, dejar de compartir con usted todo esto.

Espero que le haya gustado y disfrutado esta historia, y le mando un fuerte abrazo mi querido amigo,
Muy afectuosamente, Abel, Bs As 24/03/09

Fin de mi carta.

Postdata de hoy Septiembre de 2016.

Lamentablemente por diversas razones ajenas a nuestras voluntades, no he podido reunirme aun con el Tte.Cnel. Corbella, pero espero que algún día no muy lejano pueda tener el placer de hacerlo.

Tampoco se ha podido recuperar su cuchillo de paracaidista como nos habíamos propuesto.
Pero nunca descarto que alguna vez pudiese ser recuperado.

Hace unos pocos años fui sorprendido por el mensaje de un amigo que había leído un artículo en un diario del interior, donde Corbella relató esta historia y me mencionaba, lo cual sorprendió a mi amigo pues yo mantenía la reserva al respecto.

Dicho artículo es el que recoge el Blog al que hace referencia el amigo Bowie en su post, y ya que Corbella ha decidido hacer pública esta historia quedo relevado de mantener la confidencialidad sobre este tema, uno de los eventos más importantes en toda mi carrera de más de 40 años dedicados al coleccionismo y a escribir sobre estos temas.

Les envío un muy cordial y afectuoso saludo a todos mis amigos del Foro.
Abel Domenech
(Cnel. Dagger)

Estimado amigo Abel, Coronel Dagger, su relato me ha emocionado profundamente. Pocas veces puede uno ser partícipe, aunque sólamente sea con carácter de lector o espectador, de un relato tan emocionante como este. Máxime cuando el relato no es mera ficción bélica, sino un veraz y emotivo relato histórico.
En mi caso, esta emoción se multiplica, pues viví el conflicto de la guerra de Malvinas por la televisión, a la corta edad de 10 años. Veía en los informativos imágenes de aviones realizando pasadas rasantes por los páramos de aquellas inhóspitas tierras australes. A soldados argentinos con cara de cansancio y desesperación... Mi corazón siempre estuvo (y aún lo está) al lado de Argentina en ese conflicto bélico del que tan poco se ha hablado y se ha escrito.
La entrega de los soldados argentinos (de todos los ejércitos, no sólo de los pilotos) en aquel conflicto fue absolutamente épica, enfrentándose al por entonces tercer ejército del mundo con unos medios muy escasos, y con otros tipos de factores geopolíticos absolutamente desfavorables para Argentina. Las Malvinas se lucharon con heroicidad, y se rindieron con dignidad. Luego, como siempre, es el vencedor el que tiene el privilegio de reescribir la historia de los acontecimientos, omitiendo todos los golpes (que fueron muchos, y algunos realmente importantes) que la Argentina le propinó al león británico. La machada de la Sra.Thatcher no les salió gratis... y ellos -los ingleses- lo saben perfectamente.

La piratería va en los genes de los hijos de la pérfida Albión, y el cuchillo forma parte del botín.

Sirvan estos tristes acontecimientos históricos para desenterrar historias tan bonitas y emocionantes como esta del Sr. Corbella.

Un fuerte abrazo desde España-

Amigo Abel,la historia es conmovedora,pero el hecho de que el Sr.Flook,no devuelva el cuchillo es una cuestión de genética,a ningún país le gusta mas exhibir los trofeos de guerra, que al Reino Unido.
Basta pasarse por el War Museum de Londres,(el cual visito asiduamente),para entender que les gusta recrearse en sus victorias, de las cuales se traen objetos,armas y pertrechos,de las batallas y guerras que han ganado(pocas han perdido,de estas no hay nada),de hecho hay varias piezas de las Malvinas(entre otras una pieza antiaerea bitubo Rheinmetall de 20mm),entre las que mas recuerdo.

Esta filmación es de la pieza que hay expuesta en el War Museum de Londres.
En fin que yo daria por perdida la pieza,ya que como dice Rommel son otra raza.........hasta aqui pudo contar.
Saludos de Rodrigo.

Impresionante y absolutamente conmovedor relato Coronel Dagger.

Coincido con Romel, los ingleses son una nación de piratas, y la piratería es tradición en sus ejércitos. Toda esperanza del Sr. Corbella de recuperar su Erizo de paracaidista es, en realidad, absolutamente estéril.
Pienso, sin embargo, que el cuchillo es del propio "Señor" Flook. Es más, pienso que él fue el que se lo quitó al Sr. Corbella, pues de lo contrario no tendría ningún reparo como coleccionista en venderlo o cambiarlo, siempre y cuando tal trueque le fuese favorable. Pero la verdadera razón (repito, es una opinión personal) es que el cuchillo es "su botín de guerra" personal, y no quiere desprenderse de él.

Saludos desde Madrid y encantado de leerle en este gran foro Don Abel

...todavía recuerdo los misiles Exocet y lo pronto que los franceses dejaron de venderlos a los argentinos.
... y los comandos argentinos en Gibraltar .

En fin,cómo dice el compañero Rommel:
La piratería va en los genes de los hijos de la pérfida Albión, y el cuchillo forma parte del botín.

Me alegra leerle por aquí Coronel.

Quirrino escribió:
Los Exocet se los dejaron de vender, y el software con los ajustes telemétricos también. En el ataque al HSM Invincible (uno de los raids más osados de toda la historia de la aviación) fueron los mismos pilotos los que tuvieron que configurar el software, el resultado es que uno de los 2 Exocet que impactaron en el portaaviones no estalló.
Lo de los comandos de Gibraltar fue una bajada de pantalones de nuestro gobierno, que quería tener contentos a los ingleses y cogieron a los 2 pontoneros que iban a poner las minas en el buque; por cierto, ese buque fue el HMS Sheaffield, posteriormente hundido por la fuerza aerea argentina en la bahía de San Carlos (cuando intentaban desactivar la bomba que se incrustó sin llegar a estallar en el casco del barco). Mientras, Chile también colaboró con la Thatcher, permitiendo usar sus bases aéreas los aviones de la RAF, para repostar y permitiendo la colocación de radares de largo alcance en territorio Chileno (en la parte chilena del Canal de Beagle).
Los USA le permitieron usar sus satélites a los ingleses, etc...etc...
Aún así, los argentinos pelearon con valor y coraje... los raids aéreos argentinos dejaron a los ingleses con la boca abierta... que se cagaban de miedo cuando los Skyhawks aparecían rozando las crestas de los cerros de la bahía y bombardeaban los buques de la task force británica.
Ni los misiles Rapier, ni los Sea Harrier (les derribaron 2 en una misma mañana los argentinos), ni los helicópteroos artillados Westland Lynx pudieron frenar a los valerosos pilotos de la fuerza aerea argentina, Efectivamente, como bien dice Paco, a los albiones no les salió gratis la hazaña. Investiguen Ustedes sobre el buque porta contenedores Atlantic Coveyor. Se llevarán una sorpresa.

Gracias Señor Domenech, es un verdadero privilegio leerle.

Saludos

Luis

Habano grande escribió:
Me imagino Luis que es una errata y te estás refiriendo a los "Montoneros" peronistas, buzos profesionales que se prestaron a poner una mina en un buque inglés en Gibraltar. Una lástima que no llegaran a ponerla...

En cuanto al hundimiento del ATlantic Conveyor, Londres se afanó en ocultarlo, pues fue el verdadero gran mazazo a la log´sitica de la task force. Se fueron al fondo del Atlántico el grueso de todo el suministro inglés, desde aviones, helicópteros, municiones y misiles, pertrechos, etc,etc.... Igual que ocultaron el misilazo que sufrió el portaaviones HSM Invencible, que lo repararon y repintaron enterito antes de volver a UK.

Pongo un video de uno de los raids en el estrecho de San Carlos. En él se ve un Skyhawk volando a ras del agua entre los buques de desembarco, en un ataque verdaderamente audaz.

Muchas gracias por este relato de primera mano que nos has hecho.
Aunque dificil, esperemos que el Teniente Coronel Corbella pueda recuperar su cuchillo. Como ha quedado claro, la vida da muchas vueltas.

Un saludo.
Cesclobo

cesclobo escribió:
Un lujo la intervención del amigo Abel, como es habitual en el

Magnífico post y riquísimas las intervenciones, muy especialmente la de nuestro querido amigo el Coronel Dagger.

Coincido con Bowie, ese cuchillo no lo compró en un mercadillo un amigo de Mr. Flook, ese cuchillo se lo quitó al Sr. Corbella el propio Flook en Malvinas. Él es el que lo tiene y él es el que no lo quiere devolver a su legítimo propietario ni tan siquiera a cambio de dinero o de otra pieza.
La vida te da estas perlas de fortuna o casualidad, aunque a veces sean incompletas. En cualquier caso, el Teniente Coronel Corbella sabe ahora donde está su cuchillo.

Es increíble la de vueltas que da la vida.
Interesantísima y extremadamente valiosa la intervención de Don Abel Domenech. Siempre ha sido un placer leerle.

Saludos desde Sevilla.

Mi estimado amigo y colega Rommel:

Un gran placer poder volver a saludarlo!!
Muy agradecido por sus comentarios y reflexiones sobre esta guerra que no debiera haber sucedido, pero sucedió, dejando como ocurre con todo conflicto bélico numerosas muertes innecesarias, y heridas que aun hoy no cierran de ambos lados.

Lo cual no quita mérito a la valerosa actuación de los militares argentinos y en especial de los conscriptos que mal entrenados y peor pertrechados, salieron a combatir sin medir consecuencias, o si lo hicieron no titubearon en pelear hasta el final.

Los mismos militares británicos han reconocido como lo titula el libro del Comandante de la Expedición inglesa, que aquelllo "no fue un picnic" para el bien pertrechado y profesional grupo de tareas enviado al Atlantico Sur.
También han sucedido varios encuentros que se convirtieron en amistades profundas entre los ex-combatientes de aquí y de allá, en los años posteriores a la Guerra.

Como suele suceder en medio de todo este dramático escenario, surgen historias grandes y pequeñas que muestran a los Hombres y la manera que resuelven sus historias.

Esta es una de esas pequeñas grandes historias. Yo tenia 34 años en aquellos momentos y puedo asegurarle que viví esos meses con enorme intensidad y angustia. Y jamás se me ocurrió pensar que alguna vez me vería involucrado de alguna manera siquiera tangencial como esta, con alguno de los participantes de aquel conflicto.

Me ha quedado como una asignatura pendiente la recuperación de ese cuchillo. Qué gran satisfacción y honor hubiese sido haber podido devolverlo a las manos de Corbella!

Intenté "aflojar" al dueño actual en mis mails dirigidos a Mr. Flook ofreciendo dinero, o que eliguiera un Randall de mi colección, o un cuchillo de cualquier otra marca o modelo que me indicara el actual poseedor del mismo.
Todo fue en vano.

Pero queda demostrado que el camino de la Vida tiene muchas curvas y contracurvas y que una sopresa siempre puede esperanos a la vuelta de la próxima esquina. La esperanza de poder tenerlo nuevamente aquí, donde debe estar en manos de su verdadero dueño queda siempre firme.

Un abrazo y saludo afectuoso desde este lado del Océano! Abel D.

Hola mi querido amigo Rodrigo:

Interesantes tus comentarios y reflexiones y el video que acompañas.

Coincido con las mismas, pero a pesar de que también coincido con lo de los ingleses y sus trofeos de guerra, el hecho de que han ocurrido encuentros entre los combatientes de ambos lados en los últimos años y que en la mayoría de los casos se creo una relación amistosa entre ellos, y también considerando que suele existir una especie de "relacion de honor" entre hombres de armas que alguna vez se enfrentaron, yo guardaba la esperanza de que esta historia pudiese conmover al mas duro de los soldados o al mas duro de los coleccionistas.

Evidentemente me equivoqué y se pone de manifiesto lo que tu sostienes.

No obstante sigo manteniendo las esperanzas. Quién sabe! Cuántas subidas, bajadas y curvas tiene nuestro largo camino que es la Vida!

Un abrazo fuerte Rodrigo!

Estimado Bowie:

El placer es mío de poder participar, y mi agradecimiento por haber traído al Foro este relato en el cual me ví imprevistamente envuelto.

Efectivamente, la historia me conmueve cada vez que la recuerdo, y también me produce un gran malestar haber fracasado en mi intento de recuperar el cuchillo.

Como dije sospecho que Mr. Flook y el misterioso coleccionista es la misma persona, pero no creo que fuese él el soldado que se lo quitó, dado que él dice haber sido tripulante de un remolcador, o sea una embarcación auxiliar que posiblemente ni siquiera fuese de la Fuerza Naval. En fin, vaya uno a saber!

En todo caso, la historia es una más que nos pone en evidencia el proceder de los hombres en toda su gama: el valor, el temor, y la mezquindad entre otras muchas de nuestras grandes virtudes y defectos.

Mil gracias amigo Bowie por compartirlo aqui, y por sus gentiles comentarios.
También a todos los colegas que han participado con sus comentarios a través de este hilo!

Un abrazo afectuoso, Abel D.

Mi estimado amigo Quirrino:

Una alegría poder volver a saludarte, y reiterarte mi afecto y mi recuerdo.

Mil gracias por tus comentarios. Efectivamente así son las cosas, y ya vemos que la Vida y la Historia nos devuelve sorpresas a pesar del paso del tiempo.

Nada parece ser definitivo.

Te envio un abrazo fuerte con mi afecto. Abel D.