Desde que nació "La Daga de Luristán"en la Edad del Bronce (aproximadamente en el III milenio a.C.) la daga es considerada como una de las primeras armas fabricadas por el ser humano. En principio fue elaborada mediante materiales como los huesos de animales o la piedra. Sin embargo, la llegada de los metales hizo de ellas una herramienta indispensable. Un apelativo, con todo, que ya se habían ganado desde su aparición gracias a lo útiles que eran para cazar, para realizar todo tipo de trabajos o, llegado el momento, para defenderse de un enemigo.
La «daga de Luristán» se corresponde con un arma corta de doble filo fabricada con bronce fundido. Aunque en la actualidad es imposible de datar, sus características hacen pensar a los expertos que podría estar fechada aproximadamente en el año 1.000 a.C. Y es que, en Luristán (una región ubicada al norte de Irán) se han hallado utensilios con características similares de esta época. Con todo, es a día de hoy una de las pocas que cuenta con un pomo rematado en dos cabezas de carnero.
La región en la que fue hallada, a su vez, tiene una historia rica y extensa. «La zona de la que procede la daga está vinculada al origen de la metalurgia. En estos territorios del Próximo Oriente relacionados con el Tigris y el Eufrates se ha constatado la temprana utilización del cobre nativo y, desde el IV milenio a.C., su fundición y la utilización de aleaciones».
Curiosamente, esta daga (ornamental a primera vista) pudo haber sido utilizada por las tribus «Lur», las cuales se caracterizaban por ser seminómadas y por venderse al mejor postor como mercenarios. A lo largo de las décadas estos grupos de hombres se dedicáron al saqueo y al pillaje cerca de las riberas de los ríos Tigris y Eúfrates. «Está claro que eran grupos de mercenarios al servicio de Babilonia y Elam.
Las pocas encontradas en estado relativamente bueno"gracias a las aleaciones no férricas"que tienen menos descomposición,estas casi todas en museos Europeos como el Brithis o el louvre.
Un saludo.