El Strider MH es un cuchillo diseñado como”field knife” o cuchillo de campo.

Construido como un tanque, muy resistente y sólido, el MH puede recibir un trato de uso y abuso poco comun.

Hay gente que lo encuentra incomodo de empuñar,con comentarios respecto a la ergonomía del mango, realmente negativos,a mi me parece que como cuchillo de batalla tiene buen agarre,con todos los cantos bien redondeados,etc.

La funda es de alta calidad, multi-posicion, en Kydex, con bolsillo extra , para poner su multitool favorita.

La reputación de Strider es merecida ,la hoja con 15,5 cm. De longitud (6¼ pulgadas) hecha de ATS-34, tratado térmicamente por Paul Boss.

Me gusta la geometría de la hoja del MH, encuentro este clip largo de aspecto sexy, muy funcional.

Viene de fabrica con un afilado de aproximadamente 28 grados,que considero un poco grueso para un cuchillo de este tamaño y anchura(aunque el MH tenga 6,35 mm de espesor), creo que un poco más delgado de filo,mejoraría el rendimiento de corte, sin degradar mucho la dureza del canto de filo.



El ATS-34 utilizado en el MH parece mas difícil de afilar que en otros cuchillos que tengo en el mismo acero(será la magia de este gran maestro que es Paul Boos)

En los primeros modelos utilizaron el acero BG-42.

El material en todos los cuchillos strider, excepto en sus navajas es paracord y como una opción se pueden pedir en G10 con un poco de sobrecoste.

En términos generales Strider Knives no considera la ergonomía de las empuñaduras una de sus prioridades
y tienen sus razones, sobre todo porque el destino de sus cuchillos es principalmente para militares.

Su eslogan es, cuando estás en "Combate" tu principal preocupación es la fuerza/dureza del cuchillo, durabilidad, fiabilidad, etc, no la comodidad.


Aunque, como no todo son rudezas militares, el fabricante ofrece mangos ergonómicos, cuestan un poco más, 50 $ para ser precisos.


Acero inoxidable ATS-34 dureza 60-61 HRC
Longitud de la hoja 15,5 cm.(6¼ ")
Grosor 6,35 (¼ ")
Long. Total 28,7 cm. (11½ ")
Mango G10 (o paracord)
Funda Kydex
Garantía de por Vida.
Saludos.

Me gusta.

Gracias por el aporte.

Carlos.

Demasiado duro para un uso de guerra (en mi opinión). Abel Domenech lo explica perfectamente en su magnífica obra "El cuchillo táctico". Un cuchillo de combate ha de ser lo suficientemente tenaz como para que no se parta (cosa que aquí Strider consigue con un grosor de más de 6 milímetros). Aunque sabemos que un condiciones de frío extremo, puede partir al recibir un golpe seco.
Otro inconveniente de los aceros tan duros es la imposibilidad de reafilarlo decentemente en condiciones de combate por un usuario ocasional (lo que viene siendo un soldado de a pie). Máxime con la cantidad de acero a remover que se da en estos cuchillos.
En fín. Lo veo como un gran diseño destinado a un mercado cuchillero cada vez más influenciado por las modas.

Pues a mí no me gusta. Está más cerca de un camp knife que de un fighter o un combat knife, y perdonad los dichosos anglicismos.
Me parece más un fruto de la mercadotecnia que un cuchillo de combate real, como bien podría ser un Randall 14, un KABAR, etc...

A mí, los cuchillos de una sola pieza de chapa con guarda integrada no me gustan mucho. Seguro que aguantan de todo pero veo el punto débil en el agujero superior. Creo que una espiga robusta sin agujeros sería la mejor opción y a la vez permite mejor ergonomía.

Saludos
Nico

Yo soy de la misma opinión que Nico. Además, lo veo desequilibrado.

Yo creo que no es mal cuchillo,lo que ocurre es que la publicidad abulta mucho sus cualidades y disminuye sus defectos,y en esto los americanos son Genios.
Recuerdos.

A mi me encantan todos los Strider,los veo carne de cañon,duros y sin florituras.
Un saludo.

Bonotos no son pero duros un rato largo,repare varias fundas partidas ya que el Kydex que montan es muy quebradizo.
Un saludo.

Aunque los encuentro muy caros,debo reconocer que por lo que lei sobre ellos, son unos cuchillos fabulosos.
Un saludo.

No me atrae, cada vez estoy más lejos de la moda "estética militar", a excepción de los clásicos como el Kabar.