Espero que os agraden estos decimonónicos cuchillitos, ya que me consta que somos varios los grafómanos que por aquí pululamos. Útiles de escritura que trabajaron diferentes firmas y talleres que bien merecen un recuerdo; aunque hoy día estén en desuso. Objetos de colección para gente sensible e interesante como nosotros. Que horror si tuviéramos que desprendernos de todas las cosas que atesoramos en nuestras casas por el fútil motivo de su falta de uso. Algo así sólo sería del agrado de vuestras parejas, pero a vosotros sólo os produciría melancolía y tampoco os traería más sexo. No os engañéis.
También algún alma de cántaro podrá decir ¿qué tiene esto de arma blanca? Obviamente quien esto diga es que ha leído poca novela negra; porque es bien sabido que este es el objeto preferido con que el taimado mayordomo suele matar a su señorito.
¡Si, que mejor puntilla! Un certero y firme golpe en el bulbo raquídeo y angelitos al cielo. Así que ya sabéis, no dejéis al alcance de vuestros mayordomos los cortaplumas.
Y tras este breve consejo, que espero no echéis en saco roto:
Presumiblemente de Santa Cruz de Mudela, en acero carbono y nacarina, grabado por ambas caras con hojarasca y la palabra “Recuerdo” en una de sus caras.
El único de los cuatro punzonado, lleva el cuño francés “DUMAS AINE 32”. El mango es de ébano y la hoja de acero carbono.
Acero carbono y hueso.
Acero carbono y hueso.