En su día ya restaure' este cuchillo, el herrero que lo hizo era buen forjador pero decía mi padre que sus cuchillos eran muy blandos, tuve ocasión de comprobarlo cuando se le ocurrió a mi mujer podar un par de rosales con el., como en el garaje apenas tengo herramientas de corte ( 2 podones, 5 hachas, 2 hoces etc.) toda la herramienta de mis abuelos.
Pues bien el cuchillo quedó como una sierra, volvi a afilarlo y estuvo guardado durante unos cuantos años hasta el otro día que me decidí a dejarlo a mi gusto.
Cuando empecé a montear me gustaba llevarlo con los perros, su peso era muy reducido y ya estaba enseñado., puedo dar fé de que remató un par de docenas de guarros al menos.
Tiene veinte cm. de hoja pero es más que suficiente. Un dia remate' un guarro de unos sesenta kg. de pie sujeto solo por dos perros, cuando sintió el acero salió disparado para caer fulminado a unos veinte metros. No os aburro más voy con las fotos.
Preparado para templar.
Después del temple.
Listo para poner perclo y encajar.
Y en estas terminado con cachas de olivo. Le volveré a dar alguna oportunidad en el monte cualquier día
Un saludo.