Conocí a Koji Hara a principios de milenio,una persona con un carácter encantador, afable, muy muy simpático y con un don cuchillero fuera de serie. Con muchos años en éste mundo, está considerado uno de los más finos cuchilleros del mundo y por descontado, el embajador cuchillero de Japón.
La historia se remonta dos años atrás, cuando al mostrarle un gran bowie y preguntarle porqué ya no hacía cuchillos grandes (hubo un tiempo en que los hizo amén de colaboraciones con el gran Loveless)
Me dice...-el año que viene te regalo un cuchillo grande, cómo lo quieres?? Bowie o Scagel??? A lo que yo le contesté:-FIRMADO!!!!!
Pasó un año con la rapidez de los "encierros" y volvió el "Sanfermín de Thiers", ésto fue el año pasado. El jueves normalmente cenamos juntos siempre y nada más verme me dice -sorry sorry!!!! Haciendo inclinación de medio cuerpo, gesticulando mil disculpas y mostrándome una muy fea y reciente cicatriz en su diestra, fruto de un accidente de lijadora/pulidora con resultado de hoja afilada escapada y terrible corte con quirófano y serias secuelas...evidentemente le dije que no se preocupase lo más mínimo y ahí algo que nunca olvidaré: cada vez que nos veíamos, me pedía disculpas!!!! Tenía como una pena por miedo a defraudar o a quedar mal que me impactó profundamente. La seriedad y educación de una raza...
Bueno, llega el deseado Mayo del corriente y nos vimos en el pueblo la lluviosa mañana del jueves cuando andaba yo de cuchillerías con Gudy y otro navajero holandés, esperando la llegada de Guillermo y la comitiva nacional, lo primero que me dijo sonriente es...-tengo tu bowie!!!!!
Por la noche me lo dio y todavía estoy perplejo. Como casi todos los cuchillos que me regalan, vienen sin funda ya que saben que el cuero y yo somos amigos y dejan la funda a mi elección.
y ahí la pieza de Koji: