Quiero mostraros una navaja sastaguina que ha llegado hace poco a mis manos.
Es una navaja que llevaba buscando mucho tiempo, de aquéllas que vas dejando para otro momento, y cuando te quieres dar cuenta, se te ha escapado. En este caso, lamentablemente, porque el artesano que las hacía, falleció el año pasado. Descansa en paz Antonio.
Sin más os dejo aquí las fotos.
Antonio empezó por hacer cucharas y tenedores en boj por una apuesta con una amiga.
Esta amiga, sorprendida por su buena mano, le preguntó si sería capaz de hacerle un huso, para trabajar en un telar, o tejer como antiguamente. Antonio le hizo el huso, la torcedera, y poco a poco empezó también a hacer paletas para abrir sobres.
Al poco otro amigo le preguntó si no podría hacer cuchillos y navajas, y él, partiendo de cero, pues nada conocía de ese mundo fué mucho más que capaz. Parece que todo lo que se proponía, lo llevaba a cabo con paciencia y decisión. Su primer apellido cualquiera podría pensar que era su mote.
Descansa en paz, Antonio. Todos te recordaremos.
Se trata de una navaja tipo sastaguino, de fricción, como todas las que hacía Antonio. Ya tiene algún uso, pero aún va firme.
El cabo es de acacia, muy bien escogido, y adornado con un pin mosaico.
La navaja abierta tiene unas formas en verdad muy bonitas y equilibradas.
El cuño escogido por Antonio después de otro que tuvo zoomorfo, también la ennoblece. La hoja es como digo muy bonita.
Espero que os guste.
a mí, además, me emociona.