Hola a tod@s:
Prosigo con mi serie sobre las maragatas, hasta que me mandeis parar!!
(No, no os asusteis, ya no tengo mucho mas para mostrar).
Hace un tiempo y aprovechando que había quedado con unos amigos en Astorga para dar cuenta de un cocido maragato, me acerqué a Valdespino de Somoza, donde sabía por lo indagado por internet, que existía un herrero, al que sus 92 años, no le impiden seguir yendo a la fragua casi a diario, a hacer navajas y cuchillos.
Llegué al pueblo de Valdespino de Somoza (muy cerca de Astorga) sobre las doce y media de la mañana y tras tomar un café allí en el mismo pueblo en el Restaurante La Venta de Goyo, le pregunté al dueño por don José “el de las navajas”... me dijo: "Acabaros el café que os acompaño ahora mismo a la herrería a ver si está allí... que supongo que sí, pues sacando el domingo por la tarde, suele ir a diario"... y para allá que nos fuimos...
Y allí, en una pequeña estancia de ventanas azules, estaba don José, con una de sus nietas y dos amigas de estas, con la lumbre encendida "para enseñarles el proceso a estas chavalas", me dijo...
Qué decir de don José... es un hombre entrañable, siempre con una sonrisa en la boca... un poco sordo ya (92 años no pasan en balde), encorvado de estar todo el día agachado en su banco de trabajo, pero con mucha ilusión, enseñándoles a las visitas como se talla la madera, como se prepara la hoja de “gadaña" (guadaña), pero eso sí... "de una gadaña vieja, eh??"...
Va despacio, ya tiene una edad, prueba, mira, desmonta, vuelve a probar, hasta que por fin, coloca la hoja y nos dice... "Ya cierra la navaja!", luego se pone a tallar el mango... da gusto verlo... golpes certeros con una especie de escoplo... pasa la hoja con cariño por el esmeril... "ya casi está... el mango eh? que la hoja aún hay que templarla... unas en agua y otras en aceite... según la hoja"...
Estuvimos allí casi hora y media, viéndole trabajar, sin prisa, pero sin pausa... solo cuando le dijimos que si tenía alguna para vender, dejó los aperos, y dijo "Claro que tengo!!" y nos sacó 15 o 20 de sus rústicas navajas... mientras nos iba explicando... "esta es de encina, esta es de brezo o uz que le decimos por aquí", "las vendo a 15 euros"... "y tengo otras más pequeñas"...
Creedme que impresiona ver a un señor de 92 años, que ama su oficio de herrero, que le gustan las visitas, explicar su trabajo... sin duda, el hombre tiene mucho mérito...
Os dejo unas fotos de su lugar de trabajo y de don José aplicándose a fondo en una navaja...
Marca sus hojas a lima donde el uñero, para que se sepa que son recicladas de hojas de guadaña.
Como digo, un encanto de señor, al que sin duda, volveré en breve a visitar, para conseguir otro par de navajas (o tres si se tercia) y poder verle trabajar como antaño se hacía...
Os dejo unas fotos de las navajas que me traje a casa... cuentan con el encanto de lo rústico... toscas, pero cortadoras!!
La más grande de las tres, "de punta roma, se llama esta y en madera de encina" me dijo, con la virola grabada a lima, hoja reciclada de una vieja guadaña, un tamaño abierta de 17,50 centímetros con un mango de 10 centímetros...
Luego una más pequeña, en madera de uz o brezo, y con la típica forma de bota maragata o pata de cabrito. Un tamaño abierta de 12 centímetros, de los cuales, 7 corresponden al mango. Y sellada con su nombre "Jose", que casualmente, coincide con el mío... así que miel sobre hojuelas...
Por último, la más pequeña de todas, según me dijo "de un trozo de carnero que me quedó por ahí, y por aprovecharlo, hice esta...", un tamaño abierta de 10,50 centímetros de los cuales, 6 corresponden al mango...
La última foto, con las tres juntas...
Siento que haya salido un post un tanto largo, pero espero que se note en él, el entusiasmo y el buen sabor de boca que me quedó tras la visita a este hombre, que bien merece un monumento al seguir trabajando con toda la ilusión a pesar de contar con 92 años...
Un saludo.