Amigo César me has hecho recordar una de mis primeras imágenes en el mundo navajero, cuando el tren Madrid-Alicante paraba en la estación de Albacete, de madrugada, aparecían estos hombres con sus cintos-delantales cargados de navajas y puñales, seguro que le debí pedir a mi padre que me comprase algo y no me hizo caso
; fue en la primavera siguiente cuando me compró, a petición mia, mi primera navajita en una visita a la basílica del Pilar
.
El post me ha gustado mucho, algo completamente normal viniendo de un narrador de historias como eres tú. Si no fuese ya amigo tuyo, seguro que me hacía.
Muchas gracias por el buen rato que me has hecho pasar (y los que nos quedan
).
Muchas gracias Rafa por comentar, Rafa, se me pasó en el momento.