Amigo Nacho, esta maravillosa navaja de Puma con la que hoy nos agasajas, me sugiere clase y elegancia, refinamiento y distinción, al tiempo que conocimiento y buen gusto cuchillero. También me remonta a catálogos antiguos de la marca, así como a imágenes de los mismos, en los que se visionaban imágenes de las legendarias factorías de Solingen.
Me evoca días al aire libre que van desde largos paseos por el monte con ella en el bolsillo, hasta jornadas cinegéticas, por no hablar de algún que otro taco o picnic campestre en familia, en el que puede aviar el queso o el embutido.
El cuerno rubio (o "cebú", como se denomina en el gremio) le da un toque de distinción ante el ordinario (léase "corriente") plástico de otras marcas similares, al tiempo que me trae a la mente la cornamenta de un buen morlaco.
Pero, ante todo y sobre todo, lo que se me viene a la cabeza es que, aún hoy en día, en este mundo en el que impera la vulgaridad, la mediocridad y la economicidad, aún hay gente que busca la belleza y la autenticidad de las buenas y exclusivas piezas como esta.
Un abrazo Nacho.
Por cierto, tu "reentrada en la atmósfera cuchillera" no ha podido ser mejor.