Escribía Miguel Delibes sobre las propiedades terapéuticas de la naturaleza y decía: “Uno va creyendo cada día en menos cosas y, sin duda, la naturaleza es una de ellas y no ciertamente la menos importante”.

Pues no puedo estar más de acuerdo con el eximio escritor. No hay que decir que a muchos de nosotros una jornada en la naturaleza nos templa el ánimo y oxigena. ¿Y en el campo que navaja llevar? Aquí sí. La navaja debe ser grande, no una chalequera. De lo contrario sería como ir a correr con zapatos Oxford.

Pues en este sentido, aquí tenéis la que llevé este domingo para coger unas setas. Las de cardo pasaron por la plancha con aceite de oliva, guindilla, sal, pimienta y ajo. Las senderuelas están reservadas para unas carrilleras con vino tinto.

Creo recordar que la cabritera es de Bustos. Pero no me gustaban las cachas originales, así que Galocha me las cambió por hueso y fibra roja vulcanizada. Como podéis apreciar se trata de cabritera rotunda (me gustan grandes), esta tiene casi 11 cm. de hoja. La cabritera es un navaja esencialmente rústica y aquí amigos; mariconadas las justas.

Nota: Las tengo más grandes.

Un abrazo para todos.

Bien grande es!! y bonita, que las nuevas cachas le han sentado de maravilla.
Un saludo

"Un post para gente como Usted..." Que diría el malogrado Pedro Erquicia si anduviese por estos foros de cuchillería...

Preciosa cabritera Nacho. Una de las tipologías, la cabritera, más genuínamente manchega, y estrechamente ligada a la cultura rural de toda España. Conocidas (y comercializadas) por todas las regiones, incluso se llegaron a exportar en grandes cantidades a países limítrofes como Portugal o Francia. De ellas pueden verse formatos económicos en materiales y acabados, hasta versiones "de señorito", que dicen por algunas zonas de mi tierra cuando se refieren a una navaja con cierto nivel de lujo y refinamiento.
De la seta de cardo (Pleorotus eringii) sólo te puedo decir que es una de mis favoritas; exquisitas preparadas como comentas, o en revuelto con gambas y taquitos de jamón.
En cuanto al tamaño, tengo que darte la razón: grande y a ser posible con funda para que no resulte incómoda ni pesada.
¿Qué podemos decir del hombre que se desapega de la naturaleza...? Pierde todo sentido de la racionalidad, la proporción y el equilibrio mental; pierde su esencia y la ligazón con sus raíces más primarias. Hay que volver de nuevo a la naturaleza, a la España rural. A Delibes, a Félix, y a Covarsí...
Hay que reivindicar a Rousseau, que nos muestra al hombre auténtico, al hombre no corrompido por la sociedad. "El estado de naturaleza" como situación de esa sociedad no tan afectada por las sociedades "organizadas", en la que las vidas de sus integrantes están regidas por horarios, leyes, normativas, políticas, o alienaciones culturales totalitarias...
¿O acaso no hay una mano divina en toda la naturaleza que nos rodea...?
Volvamos a la naturaleza, pero hagámoslo con una buena navaja en el cinto, y con un buen palo en la mano...

Querido amigo Nacho, magnífico post, como siempre.

Muy bonitas las cabriteras, y preciosa con esas cachas. Igual de buena pinta que esas setas, que con aceite y ajito, mmmm..

Una cabritera contundente y para colmo vestidita de hueso con liners,pues no se hable mas.
Gracias por mostrar.
Un saludo.

las cabriteras me metieron en esto.
un lujo de navaja, para mi con hoja de 9 cm
las de 8 se me quedam un pelin pequeñas
saludos

Muy buen post!!!!! que bien le sienta el hueso y ésos separadores rojos!!!!!

Rommel escribió:



Las cabriteras “de señorito” como nos dice Paco que se denominan por su tierra, son piezas que tienen un encanto especial, porque aúnan lo telúrico de la pieza y el capricho del propietario en el adorno de la misma. Así pueden llegar a ser excesivas, elegantes, barrocas, Kitsch o ramplonas. Aquí que cada uno juzgue. Da igual, lo importante es que el propietario le ponga alma y los artesanos oficio.

La que someto a vuestra amable consideración está realizada por el ilustre artesano Francisco Valencia de Santa Cruz de Mudela y el grabado; aunque muy lejos de los trabajos del notable maestro Montejano, tiene un cierto aire naif de los trabajos más populares toledanos. A mi me gusta.

Está realizada en búfalo de aguas, alpaca y acero carbono. Tiene casi 10,5 cm. de hoja –ya digo que las cabriteras deben ser generosas-. En puridad las navajas de Santa Cruz sólo deben llevar cintillos en una de las cachas. Sin embargo en esta ocasión se quiso transgredir los cánones.












Grabados: - Iniciales, un dragón toledano y hojarasca.
- Águila bicéfala de los Austrias y hojarasca.


El conjunto se remata con una funda vintage encontrada en un antiguo comercio de Toledo. Aquí hay que reseñar el excepcional trabajo en la costura.

Veo que tu paseo campestre fué tanto agradable como digestivo.
Yo este año no me he estrenado con las setas, mal año para los gurumelos, que es la seta que suelo buscar.
Coincido, grande es mejor. La bustos al tener un propietario con juicio y criterio justo no esperamos experimentos ringorrangos, sabemos que las vistes de smoking de alpaca.
La de Francisco Valencia....cintillos a doble cara......no había visto ejercicio mayor de trasgresión desde el griego Lisipo y su canon de 8 cabezas obviando el canon de 7 de Policleto.
No obstante para el espíritu contemplativo es una escena deleitable.
Un abrazo fuerte

Nos malacostumbras con estos post tan bonitos Nacho, aderezados con fotos bonitas y tu noble verbo.
Las navajas, preciosas, y con la de los Bustos, lo que hizo nuestro amigo Galocha fué justamente ponerla en valor, es decir sacar de ella lo mejor.
Gracias.

Me ha gustado mucho esta comunicación pues has hablado de volver a estar en contacto con la naturaleza, nuestras raíces, y de poder obtener sus frutos de temporada, en este caso setas.
La navaja toda una clásica en Castilla en el entorno rural y además te la han vestido de blanco.
Gracias por compartir la navaja y sobre todo, las sensaciones.

ulhdez escribió:
Amigo, eres un tipo fino y sobre todo con sentido del humor.

Un abrazote.

ulhdez escribió:
Ya veo a lo lejos a los censores, custodios de la más absoluta pureza dentro de la tradición cuchillera, en lo más alto del muro de Berlín, sojuzgando la ortodoxia, y valorando la deportación de Nacho a la RDA por ereje...

Rommel escribió:
Ya me veo en el Gulag arrastrando las cadenas y tomando sopa de avena.

Preciosas navajas las que muestras.

No me parece adecuado el trabajo al que las destinas,me duele;mejor "una china" para esos menesteres y las cabriteras para el bocadillo.

La Bustos parece ser de marfil.

Debo ser un poco garrulo, pero muy pocos filos dejo de usar por ser bonitos o valiosos, mientras el uso sea para el que están pensados, claro.

Acabo de ver la finústica, y muy de señorito, si.. Pero también muy bonita, que también hay que decirlo .

Preciosas las dos compañero 7Igni. Tanto la customizada por Galocha, como la de Francisco Valencia de la que me encantan los cintillos "contra-natura", y muy especialmente los grabados, pues ese águila bicéfala simboliza muchísimo en Toledo (sacro Imperio Romano Germánico, de los Habsburgos), y el dragón, símbolo omnipresente en todo lo referente a la cuchillería/espadería.
La funda de cuero me recuerda a las porta puros.
Disfruto muchísimo leyendo tus posts, así como el elegante y divertido feed-back que tienes con otros compañeros. Suponen un gran toque de chispa y vitalidad a esta afición reflejada en pantallas de computadoras electrónicas. No cambies.

Saludos

Carlos

Sin querer secuestrar el maravilloso post de Nacho, efectivamente, en el campo, mejor cabritera grande, muy grande...



Arriba cabritera 108 Girodias de Peralta. Inoxidable madera prensada.



Junto a la anterior, una Peláez en carbono y cuerno de vacuno, una navaja modesta, no de señorito como la que muestra Nacho de Francisco Valencia, pero también es de un gran tamaño.



A la collera se le une una Martinez en inox y cuerno de ciervo, con virola de latón. También de tamaño más que generoso. También es una navaja modesta.



Seguidamente se incorpora otra JJ Martinez en inox y preciosa madera de bubinga pulida, con virola de latón. Esta tiene un tamaño intermedio.



Finalmente se incorporan 2 cabriteras de bolsillo, también modestas. Una Peláez en carbono y cuerno de vacuno, y una Francisco Yeste en carbono y nacarina.

Bueno, pues esta ha sido mi pequeña aportación al post de Nacho, y claro que sí, el tamaño importa, y mucho.

Ah, y recuerda llevar en el campo un navajón en el cinto, y un buen palo en la mano.

Paco, buena congregación de cabriteras. Buen aporte.
La Peláez aunque no fuese de señorito si es señorial.
Jejeje, cuanto razón tienes, un buen palo es fundamental.