Unas piezas históricas Rafael, esa de campaña, el modelo 110 o “la miliciana”, como era más conocida es junto al cortaplumas de la Subsecretaría de Armamento un testimonio del pasado de notable valor.
El hecho de la incautación, o socialización de payá es un momento poco conocido de la historia de Hermanos Payá, así que voy a relatarlo.
“…
dadas las circunstancias actuales acordar la socialización de la industria de juguetes y cuchillería para un mejor desenvolvimiento comercial en estos momentos de precaria situación por la que atraviesa España y ayudar al movimiento de defensa de la República, que tan acertadamente está dirigiendo el Gobierno.
Los accionistas presentes que constituyen la totalidad de acciones que representan el capital social, acuerdan por unanimidad hacer cesión de todos los bienes que tienen invertidos en el negocio, tanto en acciones como en cuentas corrientes y préstamos.”
El día 3 de Noviembre de 1936 los hermanos Payá (Pascual hermano mayor presidente, y Emilio y Vicente como consejeros) desde la cárcel desde donde se encontraban desde hacía semanas se vieron obligados a renunciar a la propiedad de la empresa. Varios miembros del comité revolucionario –El control Obrero Industrial UGT- los visitaron a la cárcel tanto para arrancarles la firma de cesión, como para la firma para tener poderes sobre sus cuentas bancarias.
Otra empresa juguetera importante del sector en Ibi, Rico S.A fue incautada, y las dos formaron “Industrias Payá y Rico Socializadas. UGT”.
En el 37 se convierte en cooperativa, y el verano de 1938 la Subsecretaría de Armamento se hace cargo como Fábrica nº 27
Os podéis imaginar que desde el inicio de la socialización de la empresa los productos fabricados allí no eran precisamente juguetes (aunque durante un tiempo estuvieron comercializándolos, ya que existía unas grandes existencias en el almacén) .
La fábrica de Rico se utilizó para la frabricación de envases, y en Payá todos los productos que allí se fabricaban cubrían necesidades militares, platos, cantimploras, vasos de aluminio…
Hubo que adaptar la maquinaria existente. Y dese luego la Subsecretaría envió las máquinas específicas para la producción de balas y demás material bélico (cartuchería, cargadores de fusil, cebos para bombas de aviación….
Un parte de producción de la fábrica Nº 27 de 1939.
En cuchillería sólo se fabricaba el modelo 110, la navaja de campaña, “las milicianas” como las denominaban los trabajadores de la empresa.
Como curiosidad de producción en la fábrica de Payá fueron monedas de peseta y de un real, se usaban para intercambio comercial (en vez de los billetes y bonos.
La de una peseta en cobre niquelado, y la de a real de cobre.
Por otra parte algunos hijos de los dueños de Payá pudieron seguir trabajando en la fábrica.
Aunque el inicio de la guerra tampoco fue fácil para ellos, además de arrebatarles su fábrica, la que tantas y tantas horas de trabajo y esfuerzo les habían dedicado.
Una vez unos hijos de Pascual Payá (Presidente de la fábrica antes de la incautación) fueron detenidos y estuvieron a punto de ser fusilados, Pascual realizó las gestiones necesarias para evitarlo, esto consistió en donar a la causa…un dinero de la familia que mantenían oculto a pesar de los registros.
Aunque en esta época subieron los sueldos a los obreros….tampoco podían comprar gran sosa, dependía de la llegada de la ración de suministros.
También los obreros como el resto de la población de Ibi padeció hambre, en 1938 estuvieron 20 días sin suministro de pan. Es curioso además de desolador el dato que los molinos harineros de Ibi (bajo control de la Cooperativa Obrera Agrícola de la UGT FETT) funcionaban y suministraban harina a otras localidades de la montaña alicantina……….
Las jornadas de trabajo eran interminables, no se recuerdan jornadas festivas, ni el primero de mayo….ni el 14 de Abril.
La fábrica Nº 27 llegó a funcionar 24 horas, toda la semana, hasta el final de la guerra.
Terminada la guerra se produjo la excarcelación de los tres hermanos y la vuelta a la propiedad.
Pero claro, había mucho trabajo que hacer……
Estos datos los he extraido del libro de Valero Escandell sobre la industria juguetera.
Un saludo.