LA INVASIÓN SILENCIOSA
Hay quien no le da importancia a hechos como el que sucedió con las navajas del siglo XIX, pero a mí me supuso una decepción cuando fui consciente de un fraude a gran escala y públicamente admitido. La enorme producción semimecanizada de navajas del centro francés de Thiers cuando fue modernizado con los avances de la revolución industrial derivó en un fenómeno muy destacable que vino a afectar a la economía cuchillera española. Literalmente millones de navajas fueron importadas desde Francia haciéndolas pasar por producidas en España bajo punzones creados específicamente a tal efecto y con frases en castellano para mayor credibilidad.
NAVAJAS FRANCESAS. Tres navajas fabricadas en la población francesa de Thiers pero con punzones que parecen españoles registrados por empresarios franceses. Las dos primeras tiene punzón “Valero Jun Zaragoza” y “Haudeville en Albacette”, la que tiene forma de serpiente tiene punzón “Navajas de Toledo”. Puede apreciarse las similitudes en su factura y materiales empleados, con el asta tintada de bovino, tan ajeno a las navajas de producción española, como lo son las hojas con patilla y el tipo de forja del acero.
En el libro "La Navaja Española Antigua" de D. Rafael Martínez del Peral, cuyas obras son un referente para el estudio para los aficionados al coleccionismo de navajas clásicas, en la página 441 escribe: “desde el año 1850 al 1870 se importaron de Francia 19.778.556 navajas.”. La asombrosa cifra de un millón de navajas por año durante veinte años tuvo que causar un notable detrimento a la economía española de la cuchillería. Los importadores vendieron la navaja francesa producida por decenas de diferentes marcas de Thiers, como española en nuestro propio país.
En el caso del punzón “Valero Jun Zaragoza”, nunca hubo fábrica ni artesanos allí, sino que se importaban así para su venta. Decenas de modelos, millones de ejemplares. Elaborados con materiales idénticos a la factura francesa y totalmente inéditos hasta el momento en la producción española. De la misma forma sucedió con Haudeville en Albacette o incluso Haudeville en Huesca. La marca Toledo dentro de un óvalo, Navajas de Toledo y Coste en Barcelona se conciben para que las navajas puedan ser comercializadas en España y no generen un posible rechazo por no ser de confección local, incluso llevan grabadas en castellano frases como “Viva España”, “Viva la República”, “Recuerdo de Toledo”, “Dios y patria” que debieron ser producidas por encargo para su venta. Es muy probable que algunas de estas piezas fueran copiadas o inspiradas en navajas aragonesas de mayor antigüedad.
Registro de una web americana que anuncia para su venta esta pieza marcada como Haudeville en Albacette como española cuando en lugar es de procedencia y diseño francés de Thiers, probablemente copiada o inspirada en navajas aragonesas más antiguas. Es sorprendente su precio de salida de 2.354 euros, aunque se oferte con rebaja. Encontraremos muchos anuncios de este tipo en Internet e incluso en libros de referencia estas piezas se atribuyen erróneamente a procedencia española cuando en realidad constituyen un fraude a gran escala realizado en el siglo XIX por fabricantes franceses. El precio actual de estas piezas en el mercado del coleccionismo oscila hasta un máximo de 500 euros.
Este hecho estuvo más extendido de lo que pensamos y existen, como se muestra en las fotos, navajas de cachas de hueso de las denominadas de espejillos atribuidas de forma generalizada en libros y artículos a factura albaceteña, que tienen punzón Batisse, marca francesa de Thiers. No significa que debamos descartar este tipo de navajas de nuestra colección, son piezas de gran belleza y buena fabricación, simplemente debemos saber su procedencia y tipología real, especialmente a la hora de catalogarlas o de divulgar su procedencia.
Estas navajas hechas en Francia, tienen en general un aspecto bastante diferente a las formas clásicas españolas, especialmente en la forma del cabo y con el rebajo de formas muy variadas. Las navajas de Thiers utilizan materiales también diferentes, como el asta de toro tintada.
Marcas comercializadas en España por empresarios franceses:
Valero Jun Zaragoza.
Haudeville en Albacette.
Haudeville en Huesca.
Toledo. (Punzón dentro de un círculo).
Navajas de Toledo.
Coste en Barcelona.
Couste en Saragoza.
Comete en Zaragoza.
Marcas de Thiers más conocidas que fabricaron navajas idénticas o similares a las exportadas a España:
Coutaret, Riberon, Girodias, Pique Oloron, Lacassis Oloron, Haudeville, Haudeville Oloron, Beauvoir, Batisse, Dubost, Dubost St Joannis, 45 Buissons, Gimel, Nadal Fils, Morel Couzon.
Incluso navajas típicamente albaceteñas, como las aplanadas con espejillos han sido víctimas de la imitación con el fin de lograr ventas para los artesanos de Thiers. A la izquierda una navaja que adquirí como albaceteña de espejillos. Me sorprendió que en lugar de los espejillos típicos llevara en los huecos el color del bronce. Investigando encontré similitudes en esta otra a la derecha, de la marca francesa Batisse, en la que se aprecia parcialmente el punzón, pero que es claramente identificable al ser comparado con un detalle del punzón perfectamente marcado en otra pieza francesa. Posiblemente la navaja a la izquierda sea albaceteña y se le hayan podido desprender los espejillos, observamos diferencias en las hojas y en que la navaja de Batisse tiene una anilla en el rebajo.