ulhdez escribió:
Querido amigo Juan, si en el título calificas como insignificante a esa navaja mal empezamos. Ten en cuenta que hay navajas con gran amor propio y pueden corresponderte con algún corte "fortuito" ante tamaña ofensa, jejeje.
Dicho esto la pieza es un caramelo, me encantan estas piezas sencillas en apariencia pero con detalles como ese precioso anagrama en alpaca o esas cachas tan bonitas imitando marfil.
Como siempre un post muy interesante, muchas gracias.
Un abrazo.
Amigo Alberto, como siempre debo agradecer la presencia y la amabilidad de tus comentarios!! Celebro que te haya gustado la pieza!! - quizá se me haya ido un poco la mano al definirla y tal vez debía haberlo hecho como "sencilla",
pero te aclaro que ya lo he hablado con ella y hemos quedado en paz!! jejjj.
Un gran abrazo!!
Continúo con esta historia de trabajo, abnegación y superación:
Francisco Fenocchi Musetti, nacido en Montevideo (mismo apellido pero sin relación aparente con don Pedro), Uruguay , y Anunciada Margarita Fenocchi Marioni, (hija de don Pedro), nacida en Pontremoli, Massa Carrara, Italia, se casaron en 1907 en Isla Mala, hoy 25 de Mayo, porque en Cardal no había Registro Civil.
En esos años Montevideo comenzó a poblarse de barrios como la Aguada, El Cordón, Palermo, La Humedad, La Comercial, Reducto, El Cerro, Paso del Molino, La Unión, Pocitos y Malvín.
Los vecinos de la capital se abastecían de leche a través de 60 tambos urbanos, ubicados en los aledaños de la ciudad, que ordeñaban no más de 20 vacas lo que no daba para abastecer el consumo de toda la población, ya que los tambos sub-urbanos, de Colón, Sayago, Manga, Piedras Blancas y Carrasco no daban abasto a esos barrios.
Ahí fue cuando comenzaron a aumentar los repartidores de leche a domicilio,
El Ferrocarril se inauguró en el año 1899, recién en 1908 comenzó a transportar leche en tarros de 30 litros. El tren partía desde Florida, levantando leche en lsla Mala, hoy 25 de Mayo, Cardal, Parador Reboredo, hoy lndependencia, para llegar a 25 de Agosto. Allí esperaba al tren que venía de San José cargando pasajeros y leche, llegando a la Estación Central a las 9 horas de la mañana.
La estación de trenes de Cardal
Una callecita del pueblo
En una planchada, donde ahora está ubicada la Torre de Antel, esperaban los repartidores a quienes, previo el pago de un “conocimiento” (factura), se les entregaba la leche. Esta era transportada en jardineras hasta el domicilio de cada uno, donde se envasaba en tarros de 10, 7 y 5 litros.
La leche se repartía a los domicilios de los clientes, midiéndola con una medida de 1/2 litro, la cual era contratada anualmente por la lntendencia Municipal, con un sello de plomo y el sello del Municipio; de no tenerlo, podían ser pasibles de una multa y decomiso. Si los químicos del Municipio, que viajaban en una volanta con caballo, encontraban leche aguada la tiraban a la calle.
En esa época, habia pequeños tambos que enviaban leche a la capital, como el de Francisco Fenocchi, el tambo de Mollo, el de Lanz, Machin, Folgar, Díaz, Lemos, Scalabrino, Del Valle Herrera, Rapallinl, Sandro.
Los hermanos Steiner tenían un gran tambo cruzando el río, donde ahora está la Represa Severino. De San José enviaban: Bide, de dos tambos, A. Facello, de 2 tambos uno en San José y otro en 25 de Agosto, Methol, Hernandorena, Dionisio Cruz y otros.
Los antes nombrados de Cardal, eran aconsejados por el Esc. José (Pepe) Rossi afincado en Cardal. En las reuniones, que se realizaban mensualmente en 25 de Agosto, donde el Esc. Rossi tenía un escritorio, se trataban temas como compra de forrajes, arados, enfriadoras, para conservar la leche fresca del ordeñe de la tarde, etc.
También había preocupación porque los lecheros de Montevideo, les pagaban solo un 30% de la leche enviada, aduciendo que los tarros iban por la mitad o que llegaba cortada y muchas veces decían que como sobraba, la remataban $1.00 el tarro, explotando el trabajo de los productores, cosa que no tenía solución.
Por lo expuesto anteriormente nació en don Francisco Fenocchi la idea de comerciar él mismo la producción de su tambo y convenció a su padre Andrea Fenocchi y a su hermano Juan, que trabajaban en el Molino Mañe de Montevideo, a asociarse.
Compró una jardinera y una mula y el 1° de Mayo de 1917 empezaron a repartir leche en el Barrio La Comercial (Cufré 2323 esq. Cuñapirú). La mula y la jardinera la dejaban en un terreno del barrio. El primer día vendieron 17 litros a $0,04 c/u, con el sobrante su madre hacia queso ricota que vendía a los vecinos.
Corría el año 1922 cuando su hermano Juan, quien era medio poeta, escribió una novela y como en Montevideo no se la publicaban, se fue para Buenos Aires, dejando a su padre solo con el reparto. Es por eso que Francisco resolvió dejar el tambo en manos de su capataz, el Sr. Gumersindo Folgar y se vino a Montevideo con toda la familia.
Compró una “barraca” con tres habitaciones en la calle Justicia 2386 entre Marcelino Berthelot y Cuñapirú (ahora Amezaga). Ahí alojó a toda su familia y también guardaba la mula “La Liebre” y el carro. Sus hijos Pedro, Ismael, Delia, Aída y Andrés tenían 14, 13, 12, 9 y 7 años respectivamente.
Don Francisco, al ir todos los días a la planchada a buscar la leche, hizo mucha amistad con otros repartidores. Como era muy emprendedor les propuso formar una sociedad de tamberos y lecheros. La idea era la creación de una cooperativa, ¡¡¡su sueño!!!
El proyecto fue apoyado, entre otros, por los señores S. Marino, M. Alvarez, M. Gesto, A. Facello, José García, Julio Mollo, G. Rebella, Jesús Moreira, J. F. Cuadro, los hermanos Cluzet y Glague. Para reunirse alquilaron un local en la calle Yaguarón entre Nicaragua y Venezuela.
Era el año 1924, nombrado Presidente de la Republica el Ing. José Serrato, también se entusiasmó con la idea de formar una cooperativa y en el año 1926 se empieza la obra.
Luego de 2 años el 18 de Julio de 1928 se inaugura la planta en la calle San Fructuoso 832 con el nombre "COLE" (Cooperativa de Lecherías).
El primer directorio de "COLE" se compone con los señores Andrés Pastorino, presidente, Armand Ugón, vicepresidente, Methol - Hernandorena, Bertoni - Dionisio Cruz y Francisco Fenocchi como vocales.
También en 1928 un Decreto Municipal obliga a la población a consumir leche pasteurizada, pero permitía que los tambos urbanos y sub-urbanos siguieran abiertos y que también se permitiera vender leche higienizada, había en esa época más de 50 tambos urbanos. Esos errores no previstos fueron fatales, tanto para "COLE" como para los hermanos Kasdorf (Central Uruguaya), pues varios repartidores a domicilio traían leche de los tambos de las zonas urbanas y sub-urbanas e instalaron, varios de ellos, en la calle Gral. Flores una sociedad "La Palma". Allí, instalaron un tanque de aproximadamente 500 litros que llenaban de leche como venía del tambo, llenaban botellas de vidrio y las tapaban con un cartón donde decía "leche higienizada".
Otro grupo del Centro en la calle Asunción y Arenal Grande, realizaron la misma operación.
Esto trajo como consecuencia que tanto "COLE" como la Central Uruguaya, que estaban amortizando la maquinaria de la planta, pagando empleados y al laboratorio de la IMM no podían competir ya que la leche pasteurizada se vendía a $ 0,12 el litro mientras que la de los tambos y la higienizada se vendía a $0.06 el litro. Corría el año 1932.
En vista de la situación precaria el Directorio de "COLE" se entrevistó con el Sr. Presidente Dr. Gabriel Terra. Este ante la gravedad de la situación estudió con el Ministerio de Industria un proyecto de Ley. La misma, con el Nº 9526, fue aprobada el 14 de diciembre de 1935 con vigencia del 1º de enero de 1936, creó la Cooperativa Nacional de Productores de Leche (CONAPROLE) y entre otros artículos declaraba de utilidad pública la expropiación por el Estado de las Usinas de Higienización y Pasteurización "Cooperativas de Lecherías S. A.", "Lechería Central Uruguaya Kasdorf S. A.", "Mercado Cooperativo S. A.", "La Palma S. A.", "La Nena", "Alianza de Tamberos y Lecheros La Unión", con todas sus instalaciones propias, plantas de industrialización, filiales y accesorios, como también las concesiones, privilegios, marcas y métodos de fabricación que estas empresas posean, usufructúen o exploten, siempre que se compruebe la conveniencia de hacerlo por los resultados y beneficios obtenidos en ejercicio anteriores, para transferir su dominio a la Cooperativa Nacional de Productores de Leche.
Por fin el sueño de Don Francisco Fenocchi se había cumplido. Continuó administrando el tambo y el reparto de leche en Montevideo hasta 1940 cuando se jubiló.
Vendió el tambo y su participación en el reparto de leche pero siguió ayudando a sus hijos con sus consejos de luchador.
Fin
Espero que les haya gustado
Una de las 8 plantas de Conaprole
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