Efectivamente, en esta oportunidad trataremos una navaja de souvenir del transatlántico británico SS Laurentic botado en 1927 para el servicio entre Inglaterra, Canadá y el Mediterráneo, que en 1940 – convertido en crucero auxiliar británico – tuvo la desventura de cruzarse en el camino del submarino U-99, al mando de la “herradura dorada” capitán Otto Kretschmer, el más exitoso de los submarinistas alemanes en la 2 GM. Estas navajas promocionales o de souvenir se podían adquirir en la tienda del propio transatlántico o eran obsequiadas por los oficiales del buque a pasajeros destacados.
Luego veremos los acontecimientos que llevaron a este encuentro en el Atlántico Norte.

Veamos la navaja:

Navaja de dos hojas con cachas de perlita de 80 mm de largo con la imagen de un buque de dos chimeneas en un inserto de alpaca en la cara frontal, en la trasera figura grabado el nombre LAURENTIC. El cuerpo está conformado por una placa de latón doblado en U con la recubierta de perlita, también en U, en un método constructivo muy bien resuelto para tratarse de una navaja de souvenir de este estilo, que normalmente son más sencillas. La hoja principal, de 50 mm de largo, está realizada en acero al carbono que originalmente presentaba un pulido a espejo.

En el recazo lleva el cuño de ….. ERMA Solingen!!, increíblemente esta navaja de promoción de un navío británico está realizada en Alemania y no en Sheffield, además por si quedaba alguna duda, en el recazo trasero lleva acuñado “Made in Germany”. La hoja menor, también en acero al carbono, mide 40 mm de largo. El muelle, también de acero al carbono está alojado dentro de la U conformada por la placa de latón. Los pines son de alpaca. Encontrada en bastante buen estado aunque las hojas algunas marcas de óxido, funcionando perfectamente con un excelente snap y muy buen filo. Seguramente debe haber sido fabricada entre 1927 y 1937/38, van las fotos:












La historia del Laurentic:

El SS Laurentic fue un transatlántico británico de 18.724 toneladas, construido en 1927 por los astilleros de Harland & Wolff de Belfast (Irlanda del Norte) para la empresa naviera White Star Line. En pocas palabras fue un barco sin mucha suerte.
Construido en los astilleros de Harland and Wolff, en Belfast, con el número de casco 470. Fue botado el 16 de junio de 1927, y constituyó el último barco de la White Star Line en utilizar turbinas de vapor como método de propulsión, utilizando así dos motores de cuádruple expansión que impulsaban las hélices laterales y una turbina de baja presión para la hélice central, sistema basado en el diseño del primer SS Laurentic, construido en 1908 (que chocó con una mina alemana cerca de Irlanda en 1915 durante la I GM). El barco fue completado y entregado a la White Star el 1 de noviembre de 1927.

El 12 de diciembre de 1927, realizó su viaje inaugural, navegando desde Liverpool a diferentes puertos del mar Mediterráneo, antes de regresar a Gran Bretaña el 17 de abril de 1928.
El 27 de abril de ese mismo año, fue transferido a la ruta entre Liverpool, Quebec y Montreal; realizando dicha ruta durante la mayoría de su carrera comercial, aunque también ocasionalmente navegó en el Mediterráneo. En enero de 1931, se esperaba que fuera transferido a aguas mediterráneas, como crucero, pero los estragos económicos derivados de la Gran Depresión lo hicieron entrar en pérdidas y finalmente, sus pasajeros fueron transferidos al RMS Homeric.

El Laurentic tuvo dos colisiones durante su carrera. La primera ocurrió el 3 de octubre de 1932, con el Lurigethen, de la HE Moss Line. Ambos barcos permanecieron a flote tras la colisión. El segundo incidente, ocurrido el 18 de agosto de 1935 con el Napier Star, de la Blue Star Line, dejando un balance de 6 muertos entre la tripulación del Laurentic.
La White Star Line y la Cunard Line fueron fusionadas el 10 de mayo de 1934, formando la Cunard White Star Line, sin que esto tuviera efecto en la carrera del Laurentic.
El navío se encontraba en puerto en diciembre de 1935 y sirvió en septiembre de 1936 como transporte de tropas para Palestina. De esta forma, hizo su último viaje comercial a finales de año. En 1937 participó en la ceremonia de Coronación Naval en Spithead, llevando invitados del gobierno.

La Revista Naval por la coronación de Jorge VI en1937 - en el conglomerado de buques ingleses e invitados de otros paises se puede observar al Graf Spee cerca del Moreno (Argentina) y enfrente del acorazado Ramillies. En representación de España estaba el Císcar.




A bordo del yate real, la actual soberana inglesa Isabel II era una niñita entonces.



En 1939, con el estallido de la Segunda Guerra Mundial, el barco fue requisado por el Almirantazgo Británico, renombrado como HMS Laurentic y convertido en crucero auxiliar, perdiendo la parte superior de la superestructura de popa.



Algo sobre la empresa fabricante: ERMA de Ernst Mandewirth:

Esta firma – de la cual no hay mucha información - fue fundada en 1898 y registrada ante las autoridades de Solingen en 1906. Se especializó en la fabricación de navajas, particularmente navajas sin resortes tipo mariposa y/o balisong, aunque también fabricó un cuchillo-daga DRGM 599219 y también el cuchillo plegable Perplex con hoja bloqueable. También fabricó dagas para las SA y cuchillos para las HJ.
Marcas registradas: Erma (en 1919), Lesal (en 1909), Rizal (1904), Perplex (1909) .
El cuño más conocido : Un águila posada sobre dos esferas terráqueas.
La firma fue clausurada definitivamente en octubre de 1963.
Una pieza muy característica de esta firma la habíamos visto en un post de hace un año Clickear aquí

https://i.postimg.cc/YqJfNYsh/ERMA3-2.jpg

Espero que les haya gustado, luego arranco con la historia de este encuentro en el Atlántico Norte
Saludos

Interesante pieza, una más en tu rica colección de navajas navieras con historias para contar. En este caso una nave con varios incidentes poco felices. Queda por ver el último. Esperamos el capítulo final. Gracias por amenizar las tardes con buenas historias. Un abrazo.

Gonzalo

Gonzalo50 escribió:
Muchas gracias Gonzalo por estar siempre presente en el Foro con tus comentarios siempre estimulantes!! Celebro que te haya gustado y espero no defraudar con la historia, que ya estaba ajustando detalles para subir, ahi va...;

El 3 de noviembre de 1940 el U-99 estaba de patrulla al oeste de Bloody Foreland, cerca de Irlanda. Era una noche maravillosa. Arriba las estrellas refulgían en un cielo azul oscuro surcado de cuando en cuando por los vaporosos jirones de nubes bajas que no se empalidecían con la “Luna del cazador” brillante al sur. Apenas una leve brisa que rizaba ligeramente la superficie perlada del agua.

Desde la misteriosa medialuna de sombras que formaban las nubes, sobre el mar al sudoeste surgió la figura solitaria de un vaporcito que cruzaba lentamente el Atlántico con el característico zigzag.
Desde la torreta, el capitán Otto Kretschmer impartió las órdenes que habrían de colocarlos en posición de ataque. Por un momento estuvo tentado de dejar pasar a ese vapor, mas fue una sensación pasajera, la tensión nerviosa del ataque inminente lo avasalló como un turbión.


El símbolo de Kretschmer en el U-99, la Herradura Dorada





Justo cuando iba a atacar, el marinero de primera Waltl, desde la torrecilla, avistó a un buque grande que avanzaba hacia ellos a toda velocidad. Calculó rápidamente la distancia. Sí, seguramente tenía tiempo suficiente de hundir el primer blanco antes de enfrentar al desconocido que se les acercaba.

A las 22.13 se lanzó al ataque. El blanco zigzagueaba de vuelta encontrada, cuando lo vió caer a una banda para retomar el rumbo medio, dio la orden de disparar. La distancia no llegaba a una milla, y la estela – reluciente en la fluorescencia del agua – indicaba que el torpedo no se desviaba de su trayectoria. Hizo impacto con una detonación sorda, casi inexpresiva, a popa del puente del enemigo con una flor de fuego y el agua comenzó a entrar en el casco del buque.

Mientras tanto, el U-99 viraba en redondo a fin de presentar la proa al otro barco, aún relativamente lejano, y descubría extrañado a un tercer buque como surgido de la nada que estaba a poco más de una milla de distancia.
En la radio, el operador Kassel tomaba nota afanoso de los mensajes en lenguaje claro que intercambiaban los tres adversarios. El primero se llamaba Casanare. El segundo decía haber avistado a un submarino en la vecindad y se identificó como el Laurentic, en tanto el tercero resultó ser el HMS Patroclus.

El SS Casanare




Todos figuraban en el Registro del Lloyds, aunque más interesante para Kretschmer fue que los dos últimos estaban en la lista de la Real Marina Británica, clasificados como cruceros mercantes armados. Entonces, resolvió atacar al segundo buque de guerra avistado – el HMS Laurentic -.

En el U-99, Kretschmer modificó el rumbo para presentarle la proa y, calculando la distancia en unos mil quinientos metros disparò durante la caída, método que ya gozaba de sus preferencias.
El proyectil partió raudo hacia el voluminoso objetivo, alcanzándolo a la altura del compartimiento de màquinas. Un humo espeso comenzó a envolver al crucero que pese a ello no diò muestras de hundirse, ni de estar afectado por el curso abierto en su casco.

Desde el submarino vieron que arriaban los botes y que algunos se alejaban. A la media hora, en vista de que no se hundìa, Kretschmer le alojò otro torpedo cerca de la popa.
Como antes, el buque siguió flotando bien adrizado. Decididamente, no habrìa mas remedio que dedicarle un tercer torpedo para tratar de agrandar el rumbo inicial y quebrar la quilla de la porfiada presa. Desde doscientos metros, el proyectil volvió a hacer impacto en el cuarto de màquinas.

El Laurentic envió nuevos mensajes, interceptados por Kassel, al tiempo que iluminaba la escena con granadas luminosas, y luego abrió fuego con un cañòn pesado, lanzando contra el submarino salva tras salva, y después certeros disparos de granadas.
El nuevo recurso no fue del agrado de Kretschmer, que se alejò rápidamente, notando de paso que el crucero Patroclus había llegado al lugar de los hechos y recogía a los sobrevivientes del Laurentic.

Continuará,
Un gran abrazo

Otra de tus interesantes historias Juan, y lo curioso es que siendo navaja de propaganda de un buque británico, la hicieran en Alemania !

Dai-Katana escribió:
Como siempre es un placer recibir tu visita y comentarios Manuel!!! Exactamente es muy curioso ese hecho de una navaja de un buque británico fabricada en Alemania, supongo que habrían condiciones económicas mas favorables, porque en calidad Sheffield y Solingen estaban parejas. Celebro que te haya gustado!!
Un gran abrazo, y ya continúo...



Aproximàndose al HMS Patroclus sin ser visto, disparò desde 300 metros, no sin antes comprobar que el crucero izaba la bandera de guerra británica..
El torpedo hizo impacto cerca de la popa, arrojando por el aire - como corchos de botellas de champagne, - docenas de barriles vacìos que, bajo la mirada sorprendida de los tripulantes del U-99 , fueron a caer a cierta distancia del sumergible y quedaron meciéndose a la deriva.
Kretschmer apuntò el segundo torpedo a la popa, pero el proyectil se desviò, yendo a dar en cambio bajo el palo mayor. Entonces le tocò al Patroclus el turno de abrir fuego.

El HMS Patroclus



Las dos primeras granadas cayeron peligrosamente cerca del submarino, obligando a Kretschmer a emprender la retirada, en un campo de batalla sembrado de barriles flotantes.
Al llegar al sitio que había ocupado su primera vìctima – el Casanare - , lo hallò desierto, con excepción de un par de botes cargados de náufragos. Entonces, sin previo aviso, se oyò el ronroneo de unos motores y alzando la vista se distinguió la figura panzona de un avión Sunderland, tan bajo que las luces de cabina marcaban la silueta de los pilotos.
Sin pèrdida de tiempo, Kretschmer ordenò inmersión de emergencia y bajaron para aguardar nerviosos las posibles bombas de profundidad, mas no pasò nada, y Kretschmer finalmente ordenò a los torpedistas cargar nuevamente los tubos.
Para entonces se habían hecho las 3 de la mañana del 4 de noviembre. Media hora después, en superficie nuevamente, emprendian el regreso al sitio del encuentro.
Los cruceros – uno de màs de 18000 toneladas – y el otro de cerca de 12000 – semejaban dos enormes osos heridos, mientras que la marejada casi no los movìa, en cambio el sumergible se zarandeaba como una cáscara de nuez.




Contaron seis botes en el agua, todos alejados de la zona peligrosa y contemplando la marcha de los acontecimientos.
Un vigía alertó que desde el horizonte se aproximaba velozmente un torpedero. Aunque la tripulación no se había movido de sus puestos de combate en toda la noche. Kretschmer anunció en voz alta:
¡Hay que hundir a esos dos buques antes de que llegue el torpedero!!!!

A continuación dio la orden de avanzar a toda máquina en línea recta hacia el Laurentic, y a menos de 300 metros gritó:
- Todo a estribor. ¡Fuego!!!
Simultáneamente el torpedo partió como una exhalación hacia el objetivo.
El impacto cercenó al Laurentic la sección de la popa, que se hundió en contados segundos.
Casi en seguida estallaron las cargas de seguridad que contenía, reguladas para estallar a poca profundidad y la onda de choque sacudió con fuerza al U-99, sembrando la confusión en el puente.
Se repusieron del sacudón a tiempo para ver como el coloso alzaba la proa al cielo y desaparecía calladamente entre las aguas.

El fin del HMS Laurentic en la noche del 3 al 4 de noviembre de 1940



Según sus cálculos, Kretschmer tenía unos quince minutos para terminar de hundir al Patroclus, contra el que dispararon desde unos 300 metros. El torpedo siguió los pasos de los anteriores, desencadenando una nueva lluvia de barriles. Seguidamente lanzó otro torpedo (que venía a ser el cuarto disparado contra el Patroclus) que impactó cerca de la proa. Un quinto proyectil dio precisamente en el centro de buque, que por fin pareció dispuesto a hundirse. Con un ojo puesto en el torpedero que se le venía encima, Kretschmer disparó a toda prisa un sexto torpedo también en el centro del barco.
Casi simultáneamente, una violenta convulsión sacudió al crucero, haciéndolo saltar fuera del agua. Al tocar la superficie nuevamente, el casco se partió en dos y ambas secciones desaparecieron en el acto, como si el mar hubiera abierto sus fauces para devorarlas.


Luego seguimos con esta aventura...

Bueno, ya damos final a la historia del Laurentic versus el U-99:

Buscando una vía de escape, el U-99 comenzó a alejarse hacia el sur, dejando tras de sí un tendal de barriles y diez botes cargados de sobrevivientes a quienes sin duda recogería el torpedero. Pero éste no se detuvo junto a los restos (se trataba del HMS Achates), por el contrario, siguió de largo, evidentemente resuelto a dar caza al submarino.


El HMS Achates (que sería hundido un año después por el Admiral Hipper en la Batalla del Mar de Barents)


Por su parte, Kretschmer se sumergió, preparado a soportar el ataque con cargas de profundidad que sabía inminente y que en efecto no tardaron en llegar. Una tras otra, las detonaciones conmovieron las aguas, balanceando peligrosamente al submarino y hasta amenazando con darlo vuelta por completo en una oportunidad. Respondiendo a los llamados de auxilio también acababa de llegar otro destroyer, el HMS Hesperus que se sumó a la recogida de náufragos.
Poco después, sin razón aparente, las explosiones cesaron, y desde su puesto en los hidrófonos, Kassel informó que las hélices sonaban cada vez más lejos. Transcurrida una hora, Kretschmer estimó conjurado el peligro y se asomó a la superficie. Estaban a unas doce millas de la escena del ataque, donde las primeras luces del día revelaban la silueta del torpedero que auxiliaba a los sobrevivientes.
Discretamente, el U-99 buscó la protección de unos nubarrones abultados que oscurecían el horizonte meridional , haciendo el camino de regreso a su zona de patrullaje.
Fin



Para los que quieran profundizar en la figura del Kapitän Otto Kretschmer, hace más de tres años subí un tema titulado "La Kriegsmarine intenta rescatar...una herradura!!" Clickear aquí

Espero que les haya gustado,
Un saludo

Otro vibrante post apreciadísimo camarada Juan. Otto Kretschmer, as de ases de los "Unterseeboot" (y "rey del tonelaje") es (junto con Günter Prien, Friedrich Guggenberger, Wolfgang Lüth, Erich Topp, Werner Hartmann, Viktor Schütze, Heinrich Lehmann-Willenbrock al mando del famosísimo U-96, y alguno más...) uno de los comandantes de submarinos cuya biografía más he admirado.
Gran superviviente, realizó un grandísimo papel en la Bundeshmarinen tras la guerra.

Deseando que el post continúe, te mando una fotografía de mi propio U-BOAT VII-C

Rommel escribió:
Mariscal!!, es un placer recibir su visita, aquí a bordo del U-99. El Kapitän Kretschmer ha quedado encantado con su presencia - me imagino la cantidad de anécdotas que podrán intercambiar!!!-, y yo agradezco la gentileza de sus comentarios. Veo que su nave lleva el emblema del Kapitän Lehmann Willenbrock en el U-96 con el pez sierra sonriente!!!.
Como sus deseos son órdenes, el Kapitän me ha dado instrucciones para que continúe con la historia de su aventura en el Atlántico Norte luego del fin del HMS Laurentic, aquí va:


El punto donde ocurrieron los hechos en el Atlántico



Aquella noche, cuando dejaron atrás el campo de batalla, la tripulación del U-99 no tuvo mayor oportunidad de descansar, porque al poco rato avistaron el humo de un convoy que navegaba en procura del Canal del Norte.
Por orden expresa de Doenitz, el submarino que avistaba a un convoy debía dar parte de su posición, rumbo y velocidad, y seguirlo a distancia prudencial comunicando sin cesar sus marcaciones para que otros submarinos pudieran converger sobre él, en una palabra, oficiar de perseguidor.

Kretschmer no estaba de humor para desempeñar esas funciones mucho tiempo. Envió el informe correspondiente y sin más comenzó a maniobrar para colocarse en posición de ataque.
A eso de las diez estaba en la amura de babor del convoy, vigilando pacientemente a la escolta de torpederos. A las 3 de la mañana, otro submarino – el U-123 – atacó al convoy por el través de estribor, atrayendo hacia afuera a la escolta, que inmediatamente comenzó a disparar granadas.
Kretschmer aprovechó la oportunidad y comentó alzando un puño diciendo a Bargsten y Petersen: “Dispararemos cuando mi puño cubra el ancho de la silueta de tres buques. Me propongo gastar este último torpedo para ver como andamos de puntería”
Controlaron sus cronómetros y aguardaron expectantes hasta que la voz de Kretschmer ordenó - ¡¡Fuego!! –
Dada la índole de su carga – petróleo crudo para Gran Bretaña – el petrolero Scottish Maiden ocupaba una posición de privilegio en el centro del convoy.

El marinero de primera Samuel Dougherty, de Londres, acababa de entregar la guardia matutina y se dirigía al rancho de popa en busca de una taza de té que acostumbraba a tomar antes de acostarse, pero justamente esa mañana, a mitad de camino, cambió de idea y decidió prescindir del té y quedarse un rato en cubierta, viendo amanecer. La noche había sido clara y apacible y tras llenarse los pulmones con el aire fresco del Atlántico, Dougherty encaminó sus pasos al castillo de proa y se tiró en su litera.

Entonces, inesperadamente, un trueno poderoso desgarró el silencio y la popa del buque, incluyendo el rancho donde Dougherty debía haber estado tomando el té, voló en mil pedazos.
Aquello era obra de un torpedo disparado “a ojo” por Kretschmer, que errando a las embarcaciones de las columnas exteriores, fue a dar en el petrolero mejor protegido del convoy.

En la torreta del submarino Kretschmer suspiró aliviado – el proyectil había demorado tanto en hacer impacto que ya lo daba por perdido - , mientras que en la sala de control, el operador de radio interceptó el pedido de auxilio del petrolero y tomó nota de su nombre – Scottish Maiden - .
A falta de torpedos, Kretschmer debía haberse quedado en las cercanías del convoy, rondando a la presa e informando de sus movimientos, pero después de la actividad desplegada la noche anterior no tenía ningún deseo de seguir en el mar un minuto más de lo indispensable.

Sabiendo que los torpederos ingleses estaban atacando al U-123 con cargas de profundidad en la retaguardia del convoy y que ningún otro submarino alemán estaba lo bastante cerca como para dar alcance al enemigo antes de que se refugiara en aguas costeras, decidió alterar el rumbo y llamó al jefe de máquinas.

- -Jefe – le dijo cuando éste apareció en el puente, ya no nos quedan torpedos. No sé, pero me parece que anoche, durante el ataque, los motores no andaban del todo bien….Habrá alguna falla por ahí?
El oficial no necesitó más para saber adónde quería llegar su comandante, desapareció escala abajo y a los pocos minutos volvía a presentarse en el puente.
- Ahora hay una falla señor, lo siento pero no podré repararla en navegación….habrá que volver a la base para hacerla reparar.
- Sonrió muy contento y Kretschmer le devolvió la sonrisa.
- Comprendido Jefe, regresamos ya mismo.
En el trayecto, se cruzaron con un bote cargado con sobrevivientes del Scottish Maiden, Kretschmer se acercó para verificar su posición y darles un rumbo que los llevaría a un puerto seguro.




En el camino de retorno se alcanzaban a oir las sordas explosiones que no daban cuartel al U-123.
Cuatro días después llegaba a Lorient y se enteraba de que el U-123 estaba retrasado – entró a puerto 24 horas más tarde que Kretschmer.
También supo Kretschmer que el 4 de noviembre el Führer le había otorgado las Hojas de Roble a su Cruz de Caballero.

Un gran abrazo de mi parte Paco, y también por supuesto de "el viejo" Kretschmer!!!




PD: Edito, para homenajear a "la vieja herradura dorada" Kretschmer y a las tripulaciones del U-99, del Laurentic y otros buques que intervinieron en esta acción con un tema del compositor barroco italiano Alessandro Marcello.
Se trata de el Concierto para Oboe en Re Menor (D Minor) ejecutado por la orquesta "Bremer Barok Orchester", grabado en una iglesa del puerto de Bremen el año pasado, justo unos días antes de mi cumpleaños.
Es una pieza de música sublime - ejecutada con instrumentos de época - son diez minutos de música bajada del cielo, particularmente destacable el Presto final, con lucimiento de la oboísta ejecutante.




A los efectos comparativos, una versión de este Concierto ejecutada por músicos de la Scala, con instrumentos actuales.



Saludos

He disfrutado mucho leyendo la historia y como no con un extra de música que no conocía.
En cuanto a la navaja, otra pequeña joya más de tantas como atesoras.
Un fuerte abrazo Juan.

Carre escribió:
Amigo Luis!! Agradezco tu presencia contínua y comentarios siempre alentadores!! Me alegra que te haya gustado todo, la historia, la navaja y la este tema musical que has conocido. Agrego con respecto a esto último, que figura la veterana oboísta!!, que piernas!! El caballero que está sentado justo enfrente de ella no le quita los ojos de encima!! jejj
Un gran abrazo

Va una foto de la "joya" acompañada de una vieja postal del Laurentic.

Querido amigo Juan:

Me encanta leer tus historias, más aún, si cabe, cuando se trata un tema como el de los comandantes de submarino alemanes a los que siempre he admirado y que tú relatas con tanta fuerza, pasión y destreza.

La navaja, una pequeña joya alemana de recuerdo de un barco inglés, digna de estar en tus manos y de ser conocida, gracias a ti, por todos.

Un fuerte abrazo.
Félix

JEFUERZAXXIX escribió:
Amigazo Félix, que gusto recibir tu visita y estimulantes comentarios, justamente aquí en medio del Atlántico Norte!!!
Celebro que te haya gustado el post, con navaja e historia que se entremezclan en las nubes misteriosas del pasado.
Compartimos la admiración por esos comandantes que hicieron historia y agradezco muy especialmente tus palabras.
Un gran abrazo!!

Un encuentro en medio del Atlántico de cuatro navajas alemanas - tres transatlánticos alemanes y uno inglés - todos ellos escribieron sus páginas en los albores de la IIGM, corriendo con distinta suerte: El Bremen, el Columbus, el Europa y el Laurentic.



Un saludo para el amigo Félix, de parte del Kapitän Günther Prien - otro comandante alemán que tuvo la guapeza de meterse en Scapa Flow, a bordo del U-47.

Facón escribió:



EL TORO DE SCAPA FLOW... Relato pendiente sin duda alguna camarada, la Operación Baldur, con toda la historia añadida de la precisa medición de los tiempos de las mareas, las lunas, la convergencia de las corrientes, la implicación de Albert Oertel (el mito del espía relojero), los fallos de los torpedos en el primer ataque, etc...

Rommel escribió:
Gracias PACO por darme pié para recordar esta historia (que ya habíamos cubierto hace tres años - Incidente en Scapa Flow) con el Toro de Scapa Flow y el Relojero de las Orcadas incluídos!!

Ahí va nuevamente de un solo tirón:

Incidente en Scapa Flow

El hundimiento del acorazado británico Royal Oak es el incidente que da título al post, y es objeto de todo tipo de leyendas, tanto en Alemania como en Gran Bretaña, con grandes dificultades para distinguir entre lo que es ficción y realidad. Dice la más atrevida historia que el almirante Canaris fabricó durante décadas a un espía, el llamado “relojero de las Orcadas”, con la misión específica de descubrir la manera de penetrar en el fondeadero de Scapa Flow (tan grande era su deseo de vengar la humillación y la supuesta traición de la IGM).
Alfred Wehring, un exoficial de 50 años cumplidos, bajito y de tez oscura que parecía más italiano que alemán, fue el hombre elegido por Canaris. Natural de Hannover, era educado, afable y discreto, y tras la Primera Guerra Mundial había trabajado como contable en la fábrica de relojes de su tío adquiriendo un gran conocimiento del negocio. En 1925, cambiando su nombre por el de Karl Müller, se ha convertido en corredor de relojes de una conocida fábrica alemana y en dos años ha recorrido Francia a lo largo y a lo ancho. Sus informes mensuales a la empresa contienen interesantísimos datos sobre el tonelaje, armamento y tripulación de todos los nuevos barcos de guerra que están en construcción en los astilleros de Brest, El Havre y Marsella.
El día de Navidad de 1927 el supuesto Müller es llamado a Berlín al despacho de Canaris. La conversación con el jefe de la sección "A-11 Kriegsmarine" se desarrolla sin testigos. Canaris le encarga una misión excepcional: encontrar el modo de establecerse en la base naval de Scapa Flow y descubrir el secreto de las barreras que hacen inviolable a la bahía, así como número y clase de buques de guerra que entran y salen a la base. Todos los informes los debe transmitir a su contacto, el dueño de un cafetín de La Haya.
En 1928 –si la historia es cierta– fue enviado por los servicios de inteligencia a Holanda, convertido en Joachim van Schüllermann un tipo rubio, bigotudo y con gafas gruesas, y de allí pasó a Suiza, donde se sacó la nacionalidad. Con ese pasaporte, y ahora convertido en Albert Oertel, se estableció en Londres en 1930, y dos años después obtuvo la nacionalidad británica sin despertar sospechas.
En 1933, poco antes de que Canaris se convierta en jefe del Abwehr, se trasladó a Kirkwall – cerca de Scapa Flow - en las Orcadas, donde abrió una tienda de relojes suizos y souvenirs como tapadera, haciéndose popular y confraternizando con los marineros locales. Cada día, con una pinta de cerveza en el pub, sin llamar la atención, procuraba extraer información sobre el flujo de las mareas, la ubicación de los peñascos y la mejor manera de acceder a la bahía.
Por las noches en su taller, armado de paciencia, desplegaba un gran mapa de Scapa Flow en el que marcaba con alfileres de colores los barcos hundidos, las redes antisubmarinas, rocas, minas y portones. Se tomó su tiempo, hasta que en septiembre de 1939 envió a Berlín, vía La Haya, un mensaje cifrado (“ha llegado el paquete….) en el que presentaba sus conclusiones: la única manera de entrar a la bahía era por Kirk Sound, su entrada oriental.
Y así fue como el capitán Prien pudo efectuar su audaz ataque el 14 de octubre de 1939, una noche sin luna, y hundir el acorazado Royal Oak. Todos los años se recuerda la pérdida con una ceremonia oficial en la que buzos de la Royal Navy colocan la enseña de San Jorge sobre la popa sumergida del navío.

El sumergible de Prien, el U-47, era uno de los nuevos submarinos oceánicos tipo VIIB con los que Dönitz planeaba estrangular Inglaterra con el escaso presupuesto que Berlín había destinado para este propósito. Desplazaba 750 toneladas, con sus característicos tanques hacia la mitad del barco que le daba una autonomía de 8.700 millas marinas, la suficiente para llegar a Inglaterra o a la mitad del Atlántico. Podía hacer hasta 16 nudos en superficie y 7 sumergido, pudiendo llegar hasta una profundidad de 200 metros. Estaba armado con cuatro tubos lanzatorpedos de 533 mm en proa y otro en popa, un cañón de 88mm en la cubierta superior y un cañón antiaéreo de 20m m a la torreta.
El Oberleutnant zur See Engelbert "Bertl" Endrass era el primer oficial, y más adelante sería un as de submarinos con el U-46 y el U-567. Como segundo oficial iba el Oberleutnant zur See Amelung von Varendorff, futuro comandante del U-213. El resto hasta completar 44 hombres estaba formado por voluntarios, producto del entrenamiento riguroso en la escuela de los sumergibles, que requerían 66 ataques simulados en superficie y otros 66 sumergidos antes de permitir el disparo de un torpedo de guerra.

El 8 de octubre, una semana después de que Prien asumiese la operación, el U-47 estaba listo para la partida del puerto de Kiel. No hubo ceremonia alguna ni banda de música, salvo el saludo del de Kapittän zur See (más tarde almirante) Hans-Georg von Friedeburg, el genio de los submarinos que al final de la guerra, siendo Dönitz el Führer de lo que quedaba de Alemania, asumió el mando de la Kriegmarine: "Bien Prien, buena suerte muchacho ".

El U-47 arrancó sus motores diesel y el submarino se estremeció, partiendo de Kiel la mañana del 8 de octubre hacia el Mar del Norte. La tripulación, incluida el Primer Oficial está convencida de salir a unas maniobras. El submarino se dirigió, rodeando la península de Dinamarca hacia el Mar del Norte. Prien no divulgó nada de la operación en curso. Ante la posibilidad de ser descubierto y atacado, ordenó sumergirse de día y navegar de noche en superficie.

- "La tripulación me miraba con extrañeza, pero nadie dijo nada", observó Prien. Confiaban en “der Alte” (el Viejo).
En la tarde del día 12, navegando todo el tiempo por sonar y a la estima, emergieron para conseguir una lectura de su posición. El tiempo había ido empeorando constantemente; espesas nubes y la llovizna oscurecían las estrellas. Siguiendo las luces costeras, que los Británicos habían encendido amablemente, Prien comprobó eran justo las de las Orcadas, a 1,8 millas náuticas de su posición prevista. No había sido una mala navegación al fin y al cabo.
Endrass preguntó: “¿Vamos a visitar las Orcadas, Señor?”.
Prien asintió, solo entonces revela a sus hombres el verdadero objetivo de la misión: “Estamos entrando en Scapa Flow”.

La operación Baldur había comenzado.
El u47 giró alrededor de la península de Dinamarca y entró en el Mar del Norte. Prien no divulgó nada de su destino. Caza potencial de avistamiento - se zambulló en lugar de atacar. Viajaban de noche, yacían sumergidos durante el día. "La tripulación me miró inquisitivamente, pero nadie dijo nada", señaló. Confiaban en "der Alte",- el viejo, - implícitamente.
En la noche del día 12, después de haber dirigido todo el camino por el sonido y el cálculo de deriva, salieron a la superficie para obtener una solución a su posición. El clima había empeorado constantemente; el pesado cielo cubierto y la llovizna oscurecieron las estrellas. Pasando por las luces costeras, que los británicos habían encendido amablemente, Prien comprobó que se encontraban justo al lado de las Orcadas, a menos de 1,8 millas náuticas de su posición prevista, una gran proeza de navegación.
Endrass preguntó: "¿Vamos a visitar las Orcadas, señor?"
"Consérvate. Vamos hacia Scapa Flow ".
Después de un momento, el primer oficial dijo simplemente: "Eso estará bien, señor, eso estará bastante bien".
A las cuatro de la madrugada se abotonaron y pusieron el bote en la parte inferior, a 270 pies de profundidad. "Mañana entraremos en Scapa Flow ", le dijo Prien a la tripulación. "Debemos economizar en la corriente, nadie debe moverse innecesariamente, ya que estaremos encallados esta noche y debemos tener cuidado con el aire".
Los hombres fueron a sus literas. Las luces se apagaron. El único ruido era el susurro del reloj de la sala de control, el goteo de condensación de las tuberías y el ocasional chirrido del agua, a solo unos metros de distancia, presionando por todos lados.
Prien no pudo dormir. Finalmente se levantó y fue a la sala de oficiales, donde encontró a Spahr estudiando minuciosamente la mesa de mapas iluminada, sobre la cual se extendió la trama hidrográfica de Scapa Flow . Por lo que sin duda pareció mucho tiempo, se quedaron allí juntos, contemplando la tabla. Finalmente, Spahr dijo: "¿Cree, señor, que podemos entrar?" "¿Crees que soy un profeta, Spahr?"
"¿Y supongo que va mal?"
"Bueno, entonces, tendremos muy mala suerte".
Por esta vez, Endrass se asomó desde su litera. "No puedo dormir más, señor, y puede hacerme corte marcial si quiere".
"Cállate y salva el aire".
Prien regresó a su litera. En ese momento alguien tropezó; el operador de radio cruzó el pasadizo gruñendo, "¡Tranquilo! El Viejo está durmiendo".
"El Viejo nunca duerme", respondió Prien desde las sombras. "Simplemente descansa sus ojos".
A las cuatro de la tarde, el espeso hedor del combustible diesel y los cuerpos sucios se diluyeron con el olor de una fiesta tan grande como la Kriegsmarine podría proporcionar. Walz, el cocinero del barco, se había superado a sí mismo: sopa, chuletas de ternera, costillas de cerdo y salsa, patatas y repollo verde y café fuerte para lavarlo. Una "cena de ahorcado" que los hombres llamaron, y de todos modos lo disfrutaron. Prien se sentó con Wessels y von Varendorff, que mantuvo a todos riendo.
Luego la mesa fue limpiada, los platos estibados. Las literas estaban dobladas fuera del camino. Tres hombres recorrieron todo el barco, colocando cargas explosivas en caso de escabullirse. Todos revisaron su chaleco salvavidas y arrancaron la identificación de la flotilla de su gorra para evitar la identificación de la unidad en caso de captura. (Esto suponía que vivían para ser capturados, había una broma sobre la recolección de papas en un campo de prisioneros escoceses). Eran las 7 PM. Es hora de entrar en la guarida del enemigo. Prien ordenó: "A las estaciones de buceo".
"Bombear lastre al mar", ordenó Wessels, mirando los medidores de profundidad. "Barco subiendo ... 1 metro hacia arriba, 2 metros hacia arriba.
Los motores eléctricos se aceleraron. Una búsqueda de hidrófono de 80 pies no detectó ruido de la superficie; a 45 pies, Prien ordenó levantar el periscopio. Era noche arriba, y todo despejado. "Superficie."
"Soplar todos los tanques de lastre principales", ordenó Wessels. El bote saltó y se balanceó hacia la superficie. Prien , vestido con un impermeable, abrió la escotilla y subió al fresco aire de las Orcadas, con Endrass , von Varendorff y los vigías detrás de él.
Prien escribió en el registro del U-47 : Emergemos a las 7:15 p.m.
Los motores diesel arrancaron, el U-47 se adelantó con la marea, al noroeste, hacia Holm Sound. "Por ahora nuestros ojos se habían acostumbrado a la noche y podíamos ver todo claramente, casi demasiado claramente". Las colinas del norte se recortaban como en una hoguera.
La aurora boreal ardía sobre Scapa Flow .....

Por un momento, Prien consideró abortar la misión, aunque solo fuera por 24 horas. Von Varendorff murmuró: "Hombre, va a ser una noche pegajosa, esta noche".
Pero Endrass dijo: "Bueno, señor, es una buena luz para disparar".
Prien ordenó: "Ambos motores avanzan a media velocidad".
Durante las siguientes cuatro horas, el U-47 se abrió paso a través de Holm Sound, sumergiéndose para dejar pasar el tráfico de superficie, luchando por mantenerse en el curso en las aguas turbulentas. Su tiempo no había sido perfecto; una fuerte marea todavía se movía hacia el flujo. El bote entró en Kirk Sound como una canoa hacia los rápidos, con Prien dirigiéndose hacia la brecha entre el Numidia y el Seriano (dos viejos buques que habían sido hundidos ex profeso para crear un bloqueo), esperando subir por los cables que se extendían bajo la superficie. Los cordones arañaron el fondo del bote (la tripulación se preguntaba si habían rozado una mina), y luego tocaron fondo y el U-47 duro y encalló.
Prien había traído el bote parcialmente inundado para mantenerse bajo en el agua; ahora él ordenó vaciar todos los tanques. El U-47 flotaba fuera de la barra de arena, los timones eran duros de babor para llevarla de regreso a la corriente. El canal se amplió gradualmente, el agua se ralentizó, y a las 12:27 Prien hizo una nueva entrada de registro: Estamos en Scapa Flow .
De repente, una luz brillante bañó el submarino. Un automóvil en la costa cerca del pueblo de St. Mary's había encendido las luces del U-47 . La tripulación del puente podía distinguir camiones y centinelas en la orilla, y sabía que los dispararían en cualquier momento.
Pero tan abruptamente como parecía, la luz se desvaneció. El auto giró y corrió hacia Scapa Flow . ¿Los habían visto? Prien no podría saber. (De hecho, no era más que un taxi girando.) Pero la marea entrante no permitiría escapar ahora, y en cualquier caso, habiendo entrado en la madriguera del león, estaba decidido a encontrar un objetivo.
12:55 ... No se ven barcos, aunque la visibilidad es extremadamente buena. El U-47 navegó hacia el oeste, casi tres millas y media a través de la superficie plácida del flujo. En algún lugar, más adelante, yacen los restos de la Flota de Alta Mar de Alemania, pero ¿dónde estaba la Flota de Origen británica? Los alemanes se acercaron y sintieron el camino de regreso a la costa, asombrados de haber encontrado en este bastión de la Marina Real no un solo barco de guerra.
(Aunque Prien no lo sabía, la falta de objetivos se debió a la mala planificación por parte de la Kriegsmarine. Menos de una semana antes, el acorazado Gneisenau, escoltado por el crucero Köln y nueve destructores, había salido al Mar del Norte con el objetivo específico de atraer a la Home Fleet fuera de Scapa Flow y ponerla al alcance de la Luftwaffe. Los británicos se dispersaron diligentemente, los alemanes se retiraron, los bombarderos de Göring (no por última vez) demostraron ser ineficaces, pero los británicos, conscientes de la vulnerabilidad de Scapa Flow a un ataque submarino, retirado en cambio a Loch Ewe en el oeste de Escocia. El único efecto de la operación fue robarle a Günther Prien su elección de objetivos).
Girar a puerto está hecho. Continuamos hacia el norte por la costa.
El U-47 se deslizó silenciosamente a lo largo de la costa continental bajo las encendidas auroras boreales. Todavía lo único que veían eran viejos buques tanques durmientes, y Prien no había llegado tan lejos para una presa tan humilde.
Luego, Von Varendorff, mirando a través de sus gafas de noche, divisó una sombra oscura en el horizonte. Prien distinguió el embudo, el mástil del trípode y, a medida que el U-47 se acercaba, los cañones sobresalientes de un barco de guerra. "Creo que ella pertenece a la clase Royal Oak".

De hecho, era el propio Royal Oak , 29,000 toneladas, con ocho cañones de 15 pulgadas y una armadura de 13 pulgadas. Este orgulloso veterano de Jutlandia no podía mantenerse al día con los barcos más nuevos de la flota; la habían dejado fuera de la expedición contra el Gneisenau, pero estaba programada para partir de Scapa Flow por la mañana. Prien le entregó sus binoculares a Endrass . "Aquí, eche un vistazo a eso. Hay otro detrás de ella".

Solo se podía distinguir la proa de la segunda nave, un kilómetro y medio más que la del Royal Oak. Con poco más para continuar, el equipo del puente la llevó a HMS Repulse. (En realidad era simplemente el portaaviones Pegasus de 6900 toneladas.) Los cruceros no son visibles, escribió Prien , por lo tanto atacamos a los grandes.
Todavía en la superficie, el U-47 se acercó . Endrass se situó sobre la vista maestra, planeando el ataque. Dado que, como dijo Prien , "el Royal Oak, justo enfrente de nosotros, era una certeza de todos modos", el Primer Oficial intentó dar su primer disparo justo después de su arco y entrar en Repulse, a casi tres millas de distancia. Él reservó dos peces para la Royal Oak ella misma.
Distancia aparte, 3,000 yardas. Profundidad estimada, 22 pies. "Tubos de inundación para disparar en la superficie".
"Tubos inundados".
"Abra las puertas exteriores".
"Todos los tubos listos".
Endrass centró la cruz en el aura del torpedo y se apoyó en la palanca de disparo. "¡Fuego de tubo 1!"
12:58 ... Impacto de disparo. El u-boat se sacudió cuando uno, dos, tres toneladas y media de torpedos G7e cayeron por la borda en ráfagas de aire comprimido, los motores eléctricos se detuvieron, acelerando hacia los 30 nudos. El operador de hidrófono del U-47 llamó "Torpedos en camino".
Entonces solo era Spahr, contando los segundos: cinco, diez, quince ...
A bordo del Royal Oak, casi toda la tripulación estaba dormida, incluida la visita del almirante HEC Blagrove, comandante del Segundo Escuadrón de Batalla. Pocos de ellos se sintieron muy perturbados por la primera explosión sorda, poco después de la una de la madrugada. Algo había cortado la cadena de ancla del estribor, que salió ruidosamente al agua.
¿Una bomba? Una mina? Muchos pensaron que algo inflamable había explotado en el taller de pintura, aunque no hubo fuego. El barco no parecía estar en lista o asentarse en la proa. La mayoría de los 1200 hombres que no recibieron ninguna llamada de servicio volvieron a la cama. Pero varios informaron haber sentido ruido de aire a alta presión. El Royal Oak estaba tomando agua.
En U-47, Prien y su tripulación pensaron que golpearían al Repulse. Los dos torpedos destinados para el Royal Oak habían errado o fallado, una falla no poco común. Todavía estaba el tubo de popa. giraron la nave y el torpedo disparó desde la popa.
De nuevo el conteo de voz de Spahr; de nuevo sin resultado. No sería la última vez que Prien tuvo problemas con torpedos defectuosos (tiempo después disparó dos torpedos al acorazado Warspite, que fallaron).

Hago un alto en la narración aquí, para comentarles que hubieron muchos casos de fallas de torpedos sobre todo en el principio de la guerra y eso determinó que se salvaran muchos buques ingleses, entre ellos el acorazado Warspite, el Nelson y el portaaviones Ark Royal (que seria hundido luego en 1941). Otro hecho interesante que relata el capitán Russell Grenfell en su libro sobre el combate del acorazado Bismarck, pero haciendo referencia a la batalla de Jutlandia en la IGM, les copio sus palabras: “En la batalla de Jutlandia, en 1916, los oficiales y marineros británicos que se encontraban en cubierta, se regocijaban al contemplar las grandes explosiones doradas sobre los buques de la Flota de Alta Mar alemana. Ignoraban que precisamente el hecho de que pudieran ver la luminosidad de las explosiones era señal de que las granadas de artillería británicas estallaban al primer contacto, sin penetrar y sin estallar adentro del buque donde el daño seria devastador.”
Un capitán más tímido podría haber decidido que el destino estaba en su contra. Seguramente la alarma se elevaría en cualquier momento; traer el bote para otro disparo lo empujaba. Pero Dönitz había elegido al hombre correcto. Prien convirtió al U-47 . La tripulación de la sala de torpedos se había recargado apresuradamente; Endrass centró la mira del aimer en el centro de Royal Oak. "Tubo 1 fuego".
Tres torpedos desde la proa. Tres largos minutos para concentrarse en el enorme Royal Oak. A la 1:16 a.m., los tres chocaron contra su costado de estribor, y las tres-2.400 libras de TNT explotaron. Toneladas de agua saltaron a la altura del mástil de Royal Oak; un humo negro brotaba del colosal agujero en su nave central. Se apagaron las luces e inmediatamente comenzó a inclinarse. "Las llamas se dispararon hacia el cielo, azul ... amarillo ... rojo", recordó Prien . "Como enormes pájaros, las sombras negras se elevaron a través de las llamas, cayeron siseando y salpicando en el agua ... enormes fragmentos del mástil y los embudos".




El Royal Oak había recibido un golpe en una revista de popa. Con la luz apagada, la única luz provenía de la abrasadora cordita que ardía en sus respiraderos, "como mirar la boca de una lámpara", como dijo un marine, iluminando una escena infernal de hombres gritando, horriblemente quemados, tropezando como almas perdidas. en el parpadeante laberinto.
El Royal Oak se inclinó más de 45 grados. Las grandes torretas de los cañones se retorcieron y los barriles salpicaron el agua. Su mástil se rompió y rompió su gran lanzamiento de libertad, que podría haber llevado a cientos de hombres a la seguridad. Unos pocos hombres lograron escabullirse a través de los ojos de buey en el babor, incluso cuando el agua brotaba a través de los que estaban a estribor. Durante aproximadamente cuatro minutos, el barco colgó cerca de 90 grados. Luego, entre los cientos de marineros que flotaban en el gélido y resbaladizo agua, rodó pesadamente. Un sobreviviente recordó "el tremendo ruido, era como una enorme lata llena de tuercas y tornillos, volteándose lentamente. Habrían caídas de los proyectiles y otros aparejos, de modo que cualquiera que todavía estuviera dentro no tenía ninguna esperanza".
Todavía había más de 800 hombres adentro, incluidos 24 oficiales y el almirante Blagrove. Para cualquier persona viva, solo quedaba oscuridad, frío y pequeñas bolsas de aire que se iban agotando.





Prien había mirado desde las ardientes entrañas del Royal Oak hasta el oscuro y silencioso interior de su propio bote. "Sentí como nunca antes mi parentesco con estos hombres de abajo que cumplieron con su deber silenciosa y ciegamente, que no podían ver ni el día ni el blanco, y que murieron en la oscuridad si tenía que ser así".
Llamó a su tripulación, "Ha terminado", les dijo
Estallaron en un grito de alegría. Prien dio una orden de silencio. Aún tenían que escapar.
Había pasado menos de media hora desde que el primer torpedo tocó Royal Oak. Prien no tenía la intención de observar operaciones de rescate. "La bahía se despertó con actividad febril. Los reflectores centelleaban y sondeaban con sus largos dedos blancos ... pequeñas luces rápidas sobre el agua, las luces de los destructores y los perseguidores de submarinos ... No pude ver ningún otro objetivo valioso. , solo perseguidores ".
En realidad no hubo perseguidores. Los británicos ni siquiera estaban seguros de estar allí. Pero la marea había cambiado; era salir ahora o no salir en absoluto. 1:28 AM A gran velocidad, ambos motores nos retiramos.
Una vez más, Prien se dirigió hacia Kirk Sound y hacia el canal al sur del Minich. "A alta velocidad, paso la nave sur sin nada de sobra. El timonel lo hace magníficamente. Alta velocidad, adelante ambos, finalmente tres cuartas partes de velocidad y totalmente adelante ... ya las 2:15 estamos otra vez afuera".
Llamó a la tripulación, "Todas las estaciones. Atención. Un buque de guerra destruido, un buque de guerra dañado, y hemos terminado". Esta vez los dejó alegrar.
Al día siguiente, cuando el U-47 estaba a salvo en el mar, los británicos anunciaron el hundimiento del Royal Oak y agregaron que el U-Boat atacante también había sido hundido. Esto fue recibido con diversión predecible. Endrass se abalanzó sobre la cubierta con una lata de pintura y embelleció la torre de mando del bote con su interpretación de un toro que resoplaba: el Toro de Scapa Flow . Se convertiría en el emblema personal de Prien , y finalmente en el de toda su flotilla de submarinos.

Un gran abrazo Paco!!

La navaja que ofició de presentadora del post sobre Prien, acompañada de la anfitriona,

Magnífico relato querido amigo.

Coincidiendo con el mariscal del Foro, no podía ser de otra manera, el Comandante Prien y su U-47, merecían un recuerdo y tú lo has hecho de una magnífica manera.

Aún sigue vivo en mi recuerdo la película que sobre los hechos vi de pequeño en "la primera" cadena de la televisión, en una de esas sesiones de tarde en las que entonces pasaban películas bélicas que escitaban nuestra imaginación con relatos de héroes como este.

Muchas gracias y un fuerte abrazo.
Félix

JEFUERZAXXIX escribió:
Mil gracias a tí Félix!! Esos recuerdos de nuestra juventud quedan grabados a fuego!! En mi caso el primer contacto con estas historias fue a través de un viejo libro editado en 1956:



Un gran abrazo!!!!

Un impagable trabajo, amigo Juan. Ultimamente no puedo entrar todo lo que me gustaría, pero cuando saco un rato, hay trabajos que no me los pierdo. Voy a volver a releerlo porque aportas tanta documentación y lo cuentas tan bien, que da gusto repasarlo.

Muchas gracias y un fuerte abrazo.

Otro post magnífico amigo Juan!!! Llevo entretenido y feliz más de 20 minutos. Menudo trabajo.
Gracias por esforzarte.

7Igni escribió:
Muchas gracias por hacerte un tiempo para pasar y comentar Nacho!!! Espero seguir leyendo tu participación en el Foro, y celebro que te haya gustado el post - espero tu evaluación final luego de la relectura, jejj
Un gran abrazo!!

rojocaecae escribió:
Es un placer recibir tu visita y comentarios como siempre César!!! Celebro que te haya gustado y entretenido, eso confirma que el objetivo ha sido logrado!!
Un gran abrazo!!

Muchísimas gracias Camarada. Efectivamente había olvidado aquel post en el que, con una buena pieza de cuchillería de por medio, se rememoraba la audaz hazaña del Toro de Scapa Flow.

Otro post memorable.

Rommel escribió:
Quien debe agradecer soy yo Paco!! por tu contínua presencia y estimulantes comentarios y también a los demás Camaradas que hacen grande este Foro con su participación!!
Un gran abrazo!!!