JEFUERZAXXIX escribió:
Querido amigo Juan, maestro:
La navaja estupenda y estupendamente conservada. Me gusta su factura y su tamaño, así como la calidad de sus materiales y acabados. Solingen no decepciona.
El post magnífico y esa daga... hay esa daga....
En cuanto a la historia del "Zorro" con mayúsculas, estoy deseando que continue.
Muchas gracias por tu post y tu trabajo y un fuerte abrazo.
Félix
Mil gracias a tí amigazo Félix, por la gentileza de tu presencia y comentarios que me halagan!!
Celebro que te haya gustado, y ya continúo con esta aventura del Zorro del Desierto:
Rommel estaba muy preocupado por nuestras defensas de allí, pues todavía no se habían terminado de organizar. Dió rápidas órdenes para que algunos elementos del 5ª Regimiento blindado avanzaran tan aprisa como pudieran por Trigh Capuzzo, una de las mejores pistas del desierto al sur de la carretera de la costa.
La situación era dudosa el segundo dia del ataque británico. Las vanguardias de Wavell estaban en Sollum. Rommel decidió visitar el sector personalmente. Aldinger, Berndt y yo fuimos con èl. No pudimos utilizar la carretera de la costa porque la RAF se mostraba muy agresiva y nos vimos obligados a tomar la pista Trigh Capuzzo.
El combate que presenciamos fue impresionante, los tanques de Wavell irrumpieron en varias de nuestras posiciones de infantería, no obstante el intenso fuego de nuestros cañones del 88 que seguramente no esperaban encontrar. Los sirvientes de estas piezas las manejaban sentados en lo alto, sin protección para apuntar mejor. Si alguno caìa, inmediatamente otro lo sustituìa.
Los artilleros italianos, impresionados por la bravura de nuestros hombres, también ponían de manifiesto un espíritu combativo digno de todo elogio. Pero, a pesar de las grandes pèrdidas causadas por la artillería, la infantería británica, con singular valor, continuaba su avance por las torrenteras de Halfaya.
Después de varios días de forcejeos, la batalla concluyó a favor de Rommel y no fue comentada tan ampliamente como otros encuentros del desierto. Y así, muy pocos veteranos de las campañas de Libia recordarán la “Batalla del Eje” (Operation Battleaxe para los ingleses)
Tal vez se debiera a los muchos acontecimientos que por aquel tiempo se sucedían en Europa y en el Mediterráneo.
Acompañé a Rommel a una inspección personal del campo de batalla a lo largo de la frontera entre Halfaya y Sidi Omar, donde contamos 180 tanques ingleses puestos fuera de combate. Casi todos eran Mark II, varios de ellos fueron recuperados al poco tiempo y marcados con la cruz gamada y utilizados de nuevo contra los hombres que poco antes los manejaran.
La victoria de Rommel se debió en gran parte al empleo como antitanques de las piezas del 88 que se habían ideado para el combate antiaéreo. Efectivamente, fueron el corazón de cada una de las posiciones defensivas.
Algunos soldados enemigos cayeron prisioneros, y tuve la oportunidad de escuchar la conversación entre un oficial y un tanquista inglés:
- En mi opinión – decía el muchacho, mirando con rencor a una pieza del 88 que había cerca – no es juego limpio utilizar los “flaks” contra nuestros tanques!!
Dondequiera que Rommel se presentaba ahora era aclamado por las tropas. Había empezado a convertirse en un héroe. En todas partes pronunciaba breves alocuciones felicitando a cada grupo combatiente sin omitir el justo elogio a los italianos, que verdaderamente habían combatido bien.
Berndt sabía como convertir el éxito de Rommel en una excelente propaganda y contribuyó en gran parte a aumentar la popularidad del General. También fue muy difundido su éxito en Alemania.
Poco después cayó en nuestro poder un artículo de la prensa inglesa que llamaba “ El paso del fuego infernal” al paso de Halfaya. Berndt lo leyó con interés y enseguida lo envió a Goebbels en Berlín.
Ya comenzaba a esparcirse una nueva leyenda en el desierto africano: la leyenda del “Zorro del desierto”, astuto, ágil y ubicuo.
El fracaso de la Operación Battleaxe llevó a la sustitución del general británico Sir Archibald Wavell , comandante en jefe de Oriente Medio, por Claude Auchinleck, ordenada por Churchill.
Wavell asumió el puesto de Auchinleck como comandante en jefe de la India.
Fin
Un grande y apretado abrazo!!!
PD:
Una imagen del encuentro de Wavell y Auchinleck en Egipto, cuando éste último se estaba poniendo al tanto de la situación en el norte de Africa. Wavell es el de la derecha.
Wavell y Rommel se tenían mucho respeto mutuo según comentan los mismos ingleses. Cuando Wavell se hizo cargo de la comandancia de la India, quedaron bajo su mando también regiones adyacentes, como en el caso de Singapur - que fue una sorpresa para Wavell cuando realizó la inspección de la ciudad - que es una especie de isla unida por un pequeño istmo a tierra donde comienza la impenetrable jungla malaya. Wavell observó que las defensas de la plaza estaban todas instaladas mirando hacia el mar, mientras que en la parte posterior del istmo, no había nada. Esto le llamó la atención y consultó a los mandos locales, que respondieron: Quién va a venir por la jungla!!.
Inmediatamente Wavell se puso a ordenar la fortificación del istmo, pero los japoneses no le dieron tiempo y llegaron ... por la jungla.
Claro que los japoneses se habían beneficiado un tiempo antes cuando los alemanes (el kapitan Rogge del crucero Atlantis) hundieron un buque inglés que iba hacia Inglaterra desde Singapur y en el correo capturaron un informe sobre las defensas de la plaza fuerte a Churchill.
Posteriormente Wavell fue nombrado Virrey de la India.