Que suerte tienes; Ángel, conservar una navaja de tu familia. Yo, de chaval encontré una de mi abuelo paterno, pero me mataba que de pasador había un clavo doblado y la hoja bailaba y no le dí la importancia que debí darle, seguro que mi abuela o mis padres la tiraron en alguna limpieza.
Gracias por compartir, y gracias a Pepe por ilustrarnos.