El Museo Antropológico Nacional. Armas Blancas Filipinas.
Como consecuencia de un desplazamiento, de unos meses, a Madrid, por cuestiones de trabajo, pude visitar alguno de los Museos de la Capital y, como no, fijarme en las Armas Blancas que en ellos se exponían.
Poco a poco quisiera, sin ánimo de ser exhaustivo, ir compartiendo con vosotros algunas de las fotografías realizadas en esas visitas.
Comienzo esta “miniserie” con el
Museo Antropológico Nacional, museo que se encontraba en su mayor parte cerrado al público y del que
sólo pude ver la exposición dedicada a las Islas Filipinas, en la planta baja del museo, que recoge una selección de las colecciones que, en su mayor parte, proceden de la Exposición General de las Islas Filipinas celebrada en el Parque de El Retiro de Madrid en 1887, y una monográfica sobre China.
Desde su
descubrimiento un 16 de marzo de 1521, por Fernando de Magallanes, España realizó numerosas expediciones al Océano Pacífico, lo que hizo que fueran descubiertos y explorados numerosos territorios, muchos de ellos, lógicamente, fueron incorporados a la Corona y más tarde al Imperio español. Entre esos territorios insulares destacaron las Islas Filipinas, Guam, las Islas Marianas, las Palaos y las Carolinas, gobernadas inicialmente bajo el Virreinato de Nueva España (basado en México) y administradas posteriormente directamente por España a través de la Capitanía General de Filipinas. Estos territorios fueron españoles hasta 1898.
Mapa de la primera vuelta al mundo: la expedición de Magallanes y Elcano y otros descubrimientos españoles de los siglos XV y XVI.
Antiguo Mapa de las Filipinas. Manila, 1734.Biblioteca Nacional de España, Madrid.
Aunque recibieran la primera visita “europea” con la Expedición de Magallanes-Elcano, de hecho, en ellas murió Magallanes consecuencia de las heridas sufridas en una batalla contra el “Jefe de Mactán”, Lapulapu, que perdieron los expedicionarios.
Grabado. Muerte de Fernando de Magallanes en la batalla de Mactán, en las Filipinas.
El primer asentamiento permanente en Cebú comenzó con la llegada de la Expedición de Miguel López de Legazpi, el 13 de febrero de 1565.
Gran parte del archipiélago queda bajo dominio español y se crea la primera estructura política unificada conocida con el nombre de Filipinas… Se introduce el cristianismo, el código de derecho y se funda la Universidad Moderna más antigua de Asia.
A estas alturas, alguno se habrá preguntado…
¿Por qué se llaman “Filipinas”?
Pues bien, porque así las renombró López de Villalobos
en honor del “Infante de España”, el futuro Rey Felipe II, poco después de la llegada de los españoles a las islas.
No voy a mencionar la rica y compleja historia de Filipinas que, evidentemente, comenzó centenares de miles de años antes de nuestra llegada, como sugieren los descubrimientos de herramientas de piedra del Pleistoceno, restos de homínidos de origen africano y posteriormente austroasiático, papuanos, austronésios, del sur de Asia, etc…
Como dato curioso, en 1380 comienza a introducirse el Islam, Islam que se expandió posteriormente con la llegada de predicadores árabes, malayos y javaneses, llegando a surgir varios sultanatos. Hoy se sigue denominando como “moros de Filipinas” a los musulmanes de Mindanao (incluso Joló) y Palawan.
El Islam fue sustituido más tarde, con la llegada de los españoles, por el cristianismo, excepto en el sur. Actualmente, aun siendo un estado aconfesional, el 80% de la población profesa la religión católica, el 5% la musulmana, el 3% la evangélica y el resto otras religiones.
En cuanto al idioma… El idioma español dejó de ser idioma oficial en 1973, siendo también eliminado como asignatura obligatoria en la Universidad en 1987, una pérdida increíble para la cultura filipina, ya que tras más de 330 años de presencia, España aporta gran parte de la cultura filipina ¡Incluida la siesta! La longaniza, la caldereta, el regateo, etc…
“La siesta” Autor: Miguel Zaragoza y Arazquina. Manila.
1884. Pintura al óleo. Depósito del Museo del Prado.
Aunque, por desgracia para ellos y para nosotros, la “cultura” estadounidense es la que se está imponiendo hoy en día, de hecho, los idiomas oficiales actuales son el tagalo, con alrededor del 30% de sus palabras que vienen del castellano (y con más de 170 dialectos) y el inglés.
Pero centrémonos en las Armas Blancas…
Las Armas Blancas, ceremonia y prestigio.
Como decía, el Islam llegó a las Filipinas a finales de la Edad Media gracias a comerciantes y misioneros sufíes desde Malasia, Sumatra y Borneo, lo que explica que, aunque sólo un 5% de la población es musulmana, la mayor parte se concentre en las Islas meridionales, especialmente en Mindanao.
Conforman la cultura aún hoy llamada “mora”.
Una de las señas de identidad tradicionales de los varones “moros” fueron las armas de mano bellamente adornadas, usadas tanto con fines ceremoniales y como expresión de rango social y prestigio como, llegado el caso, para la defensa personal.
La empuñadura era, como es lógico (al ser la parte más visible con el arma envainada), la pieza más elaborada y representativa del valor del arma, en especial las talladas en marfil. Normalmente era realizada por un artesano especializado y diferente al que forjaba la hoja.
Vamos a ver alguna de ellas:
1. Hacha (aliwa).
Cultura Kalinga.
Cordillera de Luzón.
Siglo XIX.
Madera y hierro.
2. Espada realizada con la defensa de un pez-sierra.
Cultura mora.
Mindanao.
Siglo XIX.
Hilo metálico, fibra vegetal, hueso y madera.