Ya que hemos mencionado a Saturnino Martín Cerezo, no puedo dejar de incluir una fotografía tomada del catálogo “Héroes de Baler” en la que podemos ver su navaja personal.
Saturnino Martín Cerezo.
Saturnino Martín Cerezo, nacido en Miajadas (Cáceres) en 1866, 32 años después y con el empleo de segundo teniente, protagonizó una de las mayores gestas bélicas españolas como jefe de los llamados “últimos de Filipinas”, defensores del Destacamento de Baler, durante 337 días. Alcanzó el empleo de general de brigada de Infantería habiendo ingresado en el Ejército como recluta (soldado de reemplazo).
Fotografía de una pintura de la Iglesia de Baler.
Esta es sin duda una de las imágenes más repetidas de la Iglesia de San Martín de Tolosa, Baler, Isla de Luzón, Filipinas, cuyo autor se desconoce.
En ella podemos ver la entrada principal con la trinchera exterior excavada por los españoles, el campanario de madera, la Bandera y parte de la casa o convento sin la techumbre.
En el paspartú podemos ver el título impreso: Iglesia de Baler (Filipinas) donde el destacamento sitiado estuvo defendiéndose desde el 30 de junio de 1898 al 2 de junio de 1899.
Tras esos 337 días de heroico asedio, la capitulación de los 32 supervivientes de los 60 sitiados iniciales, se hizo con todos los honores…
Habiéndose hecho acreedoras a la admiración del mundo las fuerzas españolas que guarnecían el destacamento de Baler, por el valor, constancia y heroísmo con aquel puñado de hombres aislados y sin esperanzas de auxilio alguno, han defendido su Bandera por espacio de un año, realizando una epopeya tan gloriosa y tan propia del legendario valor de los hijos del Cid y de Pelayo, rindiendo culto a las virtudes militares, e interpretando los sentimientos del Ejército de esta República, que bizarramente les ha combatido, a propuesta de mi Secretario de Guerra, y de acuerdo con mim Consejo de Gobierno.
Vengo a disponer lo siguiente:
Artículo único. Los individuos que se componen las expresadas fuerzas, no serán considerados como prisioneros, sino por lo contrario, como amigos; y en su consecuencia, se les proveerá, por la Capitanía General, de los pases necesarios para que puedan regresar a su país.
Dado en Tarlak á 30 de junio de 1899. – El Presidente de la República. Emilio Aguinaldo.-
El secretario de Guerra, Ambrosio Flores.
República de Filipinas
Decreto
Este acontecimiento goza de una gran carga emocional en la República de Filipinas, por lo que no es de extrañar que se haya declarado “Día de la Amistad Hispano-Filipina” el 30 de junio, fecha de la emisión del citado Decreto de Tarlac, día que se sigue celebrando actualmente, aunque en España prácticamente ni se recuerde tan memorable hecho, en el que un destacamento de 50 españoles pertenecientes al Batallón de Cazadores Expedicionario nº 2, dirigidos por sus oficiales, presentaron una resistencia tan decidida, en circunstancias tan adversas, que merecieron el elogio de sus enemigos y obtuvieron el reconocimiento inmediato de la Nación, para después sufrir, poco a poco, el olvido y lo que es peor, el desconocimiento de las razones y circunstancias que se dieron en aquel escenario.
Modelo escultórico del teniente Saturnino Martín Cerezo.
Salvador Amaya, 2019
Resina.
Si alguno de los lectores del post desea profundizar más en lo que allí ocurrió, en 1904
Saturnino Martín Cerezo contó su hazaña en un libro que fue un auténtico best seller que se tituló
“El sitio de Baler, notas y recuerdos”. [/i]Azorín, que prologó la cuarta edición, escribió que en Baler, “se escribió la página más brillante que desde Numancia, si, desde Numancia, ha escrito el heroísmo español. Cosas muy admirables se han visto en la guerra europea; no se ha visto ninguna superior a la defensa de Baler. (…) La capitulación se hizo con todos los honores, los máximos honores, para los sitiados. Treinta y dos soldados fueron los que quedaron. ¿Qué nación en Europa puede mostrar ejemplo de tal heroísmo?”
El médico Rogelio Vigil de Quiñones Alonso, también escribió un libro sobre el tema: “España en Filipinas, la muy heroica defensa de Baler”
Otro de los mejores libros sobre la relación de España y Filipinas, son las memorias del sargento Deogracias González Hurtado, nacido en Hinojal en 1874 y muerto en 1936 en Santiago del Campo, el libro se titula “La pérdida de Filipinas narrada por un soldado extremeño”, publicado en 1998, gracias a Julián Chaves en la Editora Regional de Extremadura.
Fotografía tomada el 2 de febrero de 1889 en Barcelona, tras el regreso del destacamento a España.
A la izquierda, el médico Rogelio Vigil de Quiñones. En el centro, de pie, el cabo Jesús García Quijano. A la derecha, el segundo teniente Saturnino Martín Cerezo.
Fotografía de la totalidad de los supervivientes.
Los supervivientes del destacamento de Baler fotografiados el 2 de septiembre de 1899 en el patio del cuartel Jaime I de Barcelona (actualmente un campus de la Universidad Pompeu Fabra).
“Mucho supone en el fragor de la batalla el ataque a la batería formidable; mucho el cruzarse con las bayonetas enemigas; pero aún hay algo más pavoroso, irresistible y difícil en la tenaz resistencia del que, una hora y otra hora, un día y otro día, sabe luchar contra la obsesión que le persigue: sostenerse tras la pared que le derriban y no ceder a los desfallecimientos del cansancio”.
Saturnino Martín Cerezo, “El sitio de Baler, notas y recuerdos”.
Espero que les haya resultado interesante.
Muchas gracias por haberme acompañado hasta el final.
Un atento saludo a todos.
Félix