Y, si os animáis y queréis ver algunas “en vivo” y en directo, portadas por figurantes, nada mejor que acercaros a ver la “Recreación de la procesión de Empel” que saldrá del Palacio de Capitanía (Plaza López de Ayala) el 3 de diciembre a las 18:30 horas y seguirá un itinerario por el Casco Antiguo: San Agustín – Plaza Alta – Catedral.
Dado que el conocido como “Milagro de Empel” no es muy conocido, valga la paradoja, fuera de los ambientes militares y en particular por los que sirven, o un día sirvieron, en la Infantería española, me vais a permitir que haga una pequeña reseña de él:
El milagro de Empel.
De acuerdo con las crónicas, el 7 de DIC de 1585, el Tercio del Maestre de Campo Francisco Arias de Bobadilla, compuesta por unos cinco mil hombres, combatía en la isla de Bommel, situada entre los ríos Mosa y Waal, bloqueada por completo por la escuadra holandesa. La situación era desesperada para los Tercios españoles, pues, al estrechamiento del cerco, había que sumarle la escasez de víveres y ropas secas.
El jefe enemigo propuso entonces una rendición honrosa, pero la respuesta española fue clara: «Los infantes españoles prefieren la muerte a la deshonra. Ya hablaremos de capitulación después de muertos». Ante tal respuesta, el almirante recurrió a un método harto utilizado en ese conflicto: abrir los diques de los ríos para inundar el campamento enemigo. Pronto no quedó más tierra firme que el montecillo de Empel, donde se refugiaron los soldados del Tercio.
En ese crítico momento un soldado del Tercio cavando una trinchera tropezó con un objeto de madera allí enterrado. Era una tabla flamenca con la imagen de la Inmaculada Concepción. Anunciado el hallazgo, colocaron la imagen en un improvisado altar y el Maestre Bobadilla, considerando el hecho como señal de la protección divina, instó a sus soldados a luchar encomendándose a la Virgen Inmaculada.
Esa noche, se desató un viento completamente inusual e intensamente frío que heló las aguas del río Mosa. Los españoles, marchando sobre el hielo, atacaron por sorpresa a la escuadra enemiga al amanecer del día 8 de DIC y obtuvieron una victoria tan completa que el almirante holandés llegó a decir: «Tal parece que Dios es español al obrar, para mí, tan grande milagro».
Aquel mismo día, entre vítores y aclamaciones, la Inmaculada Concepción es proclamada patrona de los Tercios de Flandes e Italia.
Este patronazgo se consolidaría 300 años después, cuando la bula Ineffabilis Deus del 8 de DIC de 1854 proclamase como dogma de fe la Concepción Inmaculada de la Virgen Santísima.
El 12 de NOV de 1892, a solicitud del Inspector del Arma de Infantería, por real orden de la Reina Regente Doña María Cristina, se declara Patrona del Arma de Infantería a Nuestra Señora la Purísima e Inmaculada Concepción, honrándosela como Patrona por nuestra “fiel Infantería” desde esa fecha.
Cuadro “El milagro de Empel” de Augusto Ferrer Dalmau.
Sólo me queda animaros a visitar la exposición para conocer un poco más de nuestra Historia, de nuestros Tercios y de sus armas.
Un fuerte abrazo a todos.
Félix
PS. Si queréis ver otra arma de esa época, podéis pasaros por la reseña, en este mismo Foro sobre la "Daga Carlos I de España y V de Alemania de la FNT (Fábrica Nacional de Toledo)".