Bueno, ya les voy aclarando que el título tiene que ver con una vieja navaja de cerrajero que les quiero mostrar y de paso comentar un episodio relacionado con la fisión nuclear ocurrido en 1945 en EEUU pero cuya teoría fué desarrollada en Alemania en 1938.
Les describo la navaja: Se trata de una navaja de cerrajero (o pintor/restaurador) con cachas de Ballonita negra de 92 mm con inserto de alpaca - publicidad de una vieja cerrajería alemana fundada en 1910 - Joh. Buchweitz, sita en Reinickendorf, Berlin y que aparentemente existe aún hoy en día.
Cuenta con 3 útiles: una hoja principal de 70 mm, un punzón cuadrado muy masivo y levemente ahusado con una ranura mecanizada en el extremo, y por último una pieza que lleva un destornillador plano y un hueco cuadrado en el medio como para encastrar en los pernos de los pestillos de puertas cuando estos han sido retirados, además de unas ranuras como pelacables. Todos los elementos son en acero al carbono, inclusive los muelles, los separadores son de bronce/latón. En general es una navaja muy pesada para su tamaño, debido al grueso y masivo punzón que puede ser utilizado en las cerraduras de puertas cuando han sido retirados los pestillos y sus pernos cuadrados - por ejemplo durante una reparación o mientras se efectúan tareas de pintado - a su vez, la ranura mecanizada en su extremo puede utilizarse para abrir las viejas tapas de latas de pintura. En resumidas cuentas es una navaja poco vista.
La hoja principal en el anverso lleva la marca de J. Eichel Solingen - un antiguo fabricante alemán muy poco conocido y del cual hay poca info en general. El reverso de la hoja principal lleva estampado el cuño utilizado por este fabricante - que es un león saltando apoyando sus patas delanteras en una letra E mayúscula. Este fabricante estuvo activo entre 1930 y 1977. Por el estilo y tipo de materiales, estimo que la navaja sea de los años 40/50, quizá algo anterior.
Lo poco que encontré sobre el fabricante corresponde a Messerforum, donde se confirma el marcaje gracias a que uno de los foreros que responde es precisamente el nieto del fundador de la compañía Josef Eichel, les copio:

Compré un "cuchillo publicitario" hace unas semanas que me pareció gracioso porque no había visto nada parecido antes ...

La cuchilla está plegada 90 mm, tiene una cuchilla de 65 mm, incluido el abrebotellas (cuchilla 45 mm), carcasas metálicas remachadas con acabado martillado, casquillo cuadrado integrado de 7 mm y tiene un extractor de clavos resistente de 7 mm (?). Muy stammery slipjoint!
El sello publicitario está en un lado "Henkel", y en el otro lado "Prela-Krepp"
La cuchilla está en un lado con construcción M. (¿probablemente para una ferretería?) y etiquetado en el otro lado con J. Eichel Solingen.
El cuchillo parece casi no utilizado, pero también es muy aburrido ...
¿Sospecho que el cuchillo fue pensado para empapelar? Con el extractor de clavos tengo mis problemas, lo encuentro bastante inútil en el punto, pero no puedo asignar otra función al panel lateral.

¿Alguien tiene alguna información sobre un fabricante de cuchillos de Solingen J. Eichel o información sobre esto, en mis ojos, bonito y pequeño cuchillo?
Re:
Había una fábrica de productos de acero Josef Eichel en Solingen, que se especializa según Carter en cuchillos plegables. La empresa existía de acuerdo con el registro comercial del 16.04.1930 al 07.03.1977.

Respuesta del nieto de Eichel:
Este cuchillo es de hecho un cuchillo de la compañía Josef Eichel, de Solingen. Josef Eichel fue mi abuelo. Esta navaja de bolsillo era una navaja de promoción para la empresa Henkel y estaba dirigida a pintores y restauradores. Había este cuchillo en otros colores y con otras etiquetas. Pero siempre por Henkel.
La cuchilla también podría usarse como una cuchilla de cable a través de la muesca del suelo. Y el tornillo cuadrado podría usarse en el frente para abrir la tapa de las latas de pintura. No se piensa en arrancar las uñas. Con la muesca con la que pensaste que podías tirar de los clavos, puedes pelar el extremo de un cable.
Y si faltaba el tirador de una puerta en el edificio, el cerrojo cuadrado podría insertarse en la puerta y así abrir la puerta. Pero si ya había un perno en la puerta, simplemente colocas el cuchillo con el agujero cuadrado en el perno y lo conviertes en un picaporte.
Estas son todas las funciones de este Baumessers, de ahí la construcción en relieve M.
Me alegra que los cuchillos de mi abuelo sigan despertando interés. Te deseo mucha diversión con este gran cuchillo.
muchos saludos
el león saltador
Como ven el nieto del fundador utiliza como nick el cuño del abuelo - el león saltando - (Springende Löwe)
Van fotos










Espero que les haya gustado,
Un saludo

Gran navaja y el marcaje poco visto ..
Había visto de esa tipología de NAVAJAS en fabricantes franceses ..son muy originales y tendrían su mercado en el pasado ...
La inscripción en Alpaca es fantástica es curioso como pasa el tiempo y quedan como el primer día

Estas navajas de oficios tienen su aquel y además son muy difíciles de encontrar.

Me gustan estos hilos tuyos de arqueología navajera.

Un fuerte abrazo, Juan.

Hola Juan, que pieza más bonita, son curiosos estos Baumesser, si.
Yo tengo un ejemplar, en este caso de la marca Kauffman.




Los Baumesser no son navajas de pintor, ni sirven para pelar cables, por lo menos no más que cualquier otra navaja.
A veces los nietos no tienen porqué ser expertos en el oficio de su abuelo.
Son navajas que usaron los porteros y personal de mantenimiento de edificios, hoteles y pensiones.
Efectivamente el útil de sección cuadrada se usaba para cerraduras, cerraduras de Golpe o sin manubrio, ese útil se llamaba Turöffner", algo así como "portero automático"






Aquí uno actual, este modelo lo conocemos todos.


Al ser usado por personal de mantenimiento no digo que esa ranura no sirviera para abrir latas de pintura y dar algún repaso.
El otro útil que tiene el agujero de sección cuadrada se llamaba Fensteröffner, algo así como "ventana automática", parece ser que algunas ventanas no tenían picaporte para evitar que las abriesen los inquilinos, y así sólo se podían abrir con estas navajas. También recuerdo haber leído que esa sección cuadrada coincidía con una tuerca de los radiadores de calefacción, que se usaban para purgarlos.
De la marca no te puedo decir mucho, es verdad que no hay mucha información de Eichel.


Pero tengo un ejemplar de esta marca.




Un abrazo Juan, y gracias por el post.

Isla71 escribió:
Gracias Iñigo por pasar y comentar!! Celebro que te haya gustado.
Un abrazo

7Igni escribió:
Agradezco tu presencia y comentarios como siempre Nacho!!! Como bien sabes, estas viejas damas me atraen mucho, jejj - asi como sus historias y entiendo que a tí también.
Como comentaba mas arriba relacionaba esta navaja con un acontecimiento de fisión nuclear ocurrido en 1945 en Usa pero que había sido desarrollado teoricamente en Alemania por Otto Hahn y Fritz Strassmann, ahi comienzo con la historia, que encontré navegando por la web:

En febrero de 1943 un tipo con gabardina está esperando en un pasillo oscuro a que acaben las clases de la Universidad Purdue (Indiana). Cuando el estudiante Harry Daghlian pasa por delante, el hombre lo detiene y le hace una simple pregunta, ¿te gustaría unirte para cambiar el mundo?

Daghlian no podía saberlo entonces, pero al aceptar la proposición de aquel extraño una fría mañana de invierno, el brillante estudiante de física de tan solo 24 años estaba aceptando construir el mayor arma de destrucción masiva de la historia.

Por sus manos iba a pasar, literalmente, la forma de aniquilar vidas más perfecta y eficiente hasta la fecha, y tan solo unos meses más tarde se iba a poner a prueba en dos ciudades, Hiroshima y Nagasaki.

Daghlian y uno de sus mejores amigos, Louis Slotin, quien también se uniría a ese plan maestro para “cambiar el planeta”, tampoco sabían que por sus manos iba a pasar una pequeña bola que iba a poner fin a sus vidas y a la de cualquier ser vivo que estuviera cerca.



Cuando hablamos de masa crítica en física nos referimos a la cantidad mínima de materia que hace falta para que se mantenga una reacción nuclear en cadena, es decir, una reacción que se sostiene en el tiempo al provocar un neutrón la fisión de un átomo fisible (lo cual libera varios protones), y a su vez causan otras fisiones.

La masa de una sustancia fisible depende de sus propiedades físicas, sobre todo de la densidad, nucleares (en este caso enriquecimiento y sección eficaz de fisión), geometría (su forma), y pureza. Por último, aunque no menos importante, la masa crítica de una sustancia fisible depende de si está rodeada o no por un reflector de neutrones.

¿Por qué? Porque al rodear a un material fisible por un reflector de neutrones la masa crítica resulta menor.

Ahora imaginemos la masa crítica en una esfera de plutonio rodeada por un reflector de neutrones y lo que podría desencadenar, y quedémonos con esa idea en el aire hasta que entremos en un laboratorio con Daghlianl, y nueve meses más tarde, con Slotin.

El llamado “núcleo del demonio” ya estaba preparado a mediados de agosto de 1945. Daghlian, Slotin y algunas de las mentes más importantes de Estados Unidos llevaban casi dos años desarrollando la bomba más letal de la historia.

De hecho, ambos formaron parte del Proyecto Manhattan que desde 1942 buscaba desarrollar las primeras bombas atómicas del mundo. Fue un “éxito” sin paliativos: se lanzaron dos bombas atómicas en las ciudades japonesas de Hiroshima y Nagasaki. Las bombas mataron a no menos de 100.000 personas en el mismo momento del impacto, y decenas de miles más en los días siguientes.
Little Boy se había detonado sobre Hiroshima, seguido rápidamente por Fat Man en Nagasaki. Ambas fueron las primeras y únicas bombas nucleares utilizadas en la guerra, pero si las cosas se hubieran torcido y menos de una semana después de los bombardeos Japón no se hubiera rendido a las Fuerzas Aliadas, un tercer ataque mortal habría seguido su estela infernal: el núcleo del demonio.

Es una parte de la historia que muchos no conocen. Cuando el 15 de agosto la radio japonesa transmitió un discurso grabado del Emperador Hirohito concediendo las demandas de los Aliados, a miles de kilómetros de allí, en un laboratorio científico de Los Alamos (Nuevo México), un grupo de investigadores, entre ellos Daghlian y Slotin, sabían que su trabajo no había hecho más que empezar.

Continuará..

Un gran abrazo

Celebro que te haya gustado la pieza Alberto!! Veo que esa Kaufmann que muestras es una belleza, particularmente los insertos realzan mucho la pieza. También tengo una de cerrajero de Kaufmann, van las fotos







Un abrazo

Apasionante hilo, y magistral (como no) la intervención de nuestro compañero Alberto.

Enhorabuena.

CLASIFICADOR 1 escribió:
Agradezco tu presencia y comentarios Carlos!! Estos viejos filos siempre tienen una historia que contar.
Un abrazo

Me encanta esa navaja.

Baumesser, navaja de/para la construcción.

Menudo nivel tenéis...

Dai-Katana escribió:
Agradezco tus comentarios que me halagan Manuel!! no es para menos dado que son poco vistas..
Sigo con otro tramo de la historia que ya te copio:

Aquello significaba que el corazón funcional de la tercera bomba atómica en la que habían estado trabajando, esa esfera de 6.2 kilogramos de plutonio y galio refinados, no sería necesaria después de todo.

Ese núcleo de plutonio estaba destinado a encajarse en una segunda bomba Fat Man y se habría detonado por encima de otra ciudad japonesa desprevenida tan solo cuatro días después.

Pero el destino quiso “indultar” a una urbe de la que nunca sabremos su nombre.
En cualquier caso y como decíamos, el hecho de que el “núcleo del demonio” no fuese protagonista en la contienda le dio a Estados Unidos un nuevo impulso. Sabían, o creían, que eran el único país del planeta con armas nucleares en ese momento, pero el gobierno temía que no fuera por mucho tiempo.

Si Estados Unidos sobrevivía a un escenario con enemigos con armas nucleares, razonaron los científicos, la nación tendría que seguir produciendo esas armas y hacerlas aún más efectivas.
Tan solo una semana después de la rendición de Japón, en la noche del martes 21 de agosto de 1945, Daghlian estaba trabajando en el Laboratorio Nacional de Los Álamos. Allí estaba realizando un experimento muy delicado: colocaba piezas de metal en forma de ladrillo alrededor de un pedazo de plutonio, el combustible altamente inestable usado en la mayoría de las bombas nucleares.

Y lo estaba haciendo más inestable con cada pieza que colocaba a su alrededor.

Uno de los principales problemas para los científicos de la época era determinar cómo aprovechar al máximo el combustible nuclear de una bomba. Sorprendentemente, las utilizadas en los ataques contra Japón usaron pequeñas fracciones de su combustible para producir sus explosiones. Sí, imagínense que hubieran pasado si utilizan toda.

Cuando hablamos de usar el combustible de una bomba de la manera más eficiente, volvemos a la clave de la que hablamos con la masa crítica: tiene que ver con los neutrones.

El tipo más común de combustible utilizado en las armas nucleares es un plutonio conocido como plutonio-239 o Pu-239. Es naturalmente radioactivo, lo que significa que sus átomos emiten de forma “natural” partículas desde sus núcleos. Algunas de esas partículas son neutrones, lo que se conoce como radiación de neutrones.
Los neutrones son muy grandes, como lo son las partículas atómicas, tan grandes que si un neutrón emitido por un átomo golpea a otro átomo, en realidad puede romperlo y hacer que el segundo átomo expulse algunos de sus propios neutrones.

Claro, este proceso ocurre normalmente de forma muy lenta. Por esa la idea detrás de las armas nucleares es contener esos neutrones dentro del plutonio, acelerando así el proceso de división (los neutrones destruyen los átomos, lo que provoca que se emitan más y más neutrones, rompiendo cada vez más átomos) hasta que esté completamente fuera de control.

Una reacción en cadena, en una explosión de bomba nuclear, donde los átomos del combustible nuclear se dividen en neutrones, billones y billones de veces en cientos de millonésimas de segundo. Y debido a que cada división de cada átomo libera energía, la división combinada de miles de millones de átomos en un tiempo tan increíblemente corto libera una cantidad de energía absolutamente descomunal. Se trata de llevarlo a la masa crítica. De ahí el poder de las bombas atómicas.


Y ahora sí, volvamos a esa especie de pequeña caja que construía Daghlian aquella noche. Daghlian había regresado al laboratorio después de la cena sin ningún otro científico, tan solo un guardia de seguridad, lo cual fue una violación de los protocolos de seguridad.

Continuará..


Un gran abrazo

Harry Daghlian

CLASIFICADOR 1 escribió:
Verdaderamente este foro tiene un nivel inusitado de calidad en cuanto a foristas - grandes coleccionistas, usuarios y artesanos de cuchillos, navajas, etc. que abarcan desde los fabricantes españoles antiguos y modernos - europeos , alemanes, franceses, americanos etc..sin pruritos para mostrarlas y hacernos comentarios y sus historias.
Pero lo mas valioso es el ambiente de respeto y camaradería como no se ve en otros foros.
Gracias Carlos
Un abrazo

Hola Juan,

Según he leído, en un principio había cinco ciudades objetivo. Hiroshima, Kokura, Yokohama, Niigata y Kioto. Esta última fue reemplazada por Nagasaki.

La primera elegida fue Hiroshima, la segunda Kokura. Pero debido a una fuerte cobertura de nubes, fueron al objetivo secundario, Nagasaki.

Dai-Katana escribió:
Gracias por el aporte Manuel!! lo que no sabemos es a cual podría haberle tocado la tercera!!, y ya seguimos:

El físico estaba construyendo el “núcleo del demonio” más avanzado.

El núcleo a la vista de cualquiera parecía poco destacable: un hemisferio de metal opaco con una protuberancia de plutonio que sobresale de su centro, eso sí, cálido al tacto debido a su radioactividad. Daghlian conocía bien los riesgos de lo que estaban haciendo cuando realizaba experimentos de criticidad con él.

El hombre sabía que en esa supuesta carrera entre naciones por tener el “arma de armas” debía medir el umbral en el que el plutonio se volvería supercrítico, el punto en el que una reacción en cadena nuclear desataría una explosión de radiación mortal. Para ello debía descubrir hasta qué punto se podía llegar antes de que se desatara esa peligrosa reacción.

El núcleo, para que nos entendamos, es la parte que explota de una bomba nuclear. Daghlian quería averiguar si la esfera era del tamaño y la densidad adecuados para sostener una reacción en cadena, por lo que podría usarse en una bomba real.

Por esa razón comenzó a rodear el núcleo con ladrillos de carburo de tungsteno, un metal muy denso que reflejaba la radiación de neutrones, acercándolos a la criticidad. Cuanto más cerrado estaba el metal, más neutrones se reflejaban en el núcleo. Eso significaba que la tasa de ataque de neutrones y la división de átomos en el núcleo aumentaba a medida que Daghlian añadía más y más ladrillos.
Por cierto, un contador Geiger le indicaba si el experimento estaba funcionando, haciendo clics cada vez más rápidos.

Ladrillo a ladrillo, Daghlian construyó estas paredes reflectantes alrededor del núcleo, hasta que su equipo de monitoreo de neutrones indicó que el plutonio estaba a punto de volverse supercrítico si se colocaba más.

En ese instante, el físico se movió para retirar uno de los ladrillos, pero al hacerlo, accidentalmente lo dejó caer directamente sobre la parte superior de la esfera, induciendo a la masa crítica y generando un resplandor de luz azul junto a una ola de calor.

La reacción del científico fue instintiva: se acercó de inmediato y retiró el ladrillo, notando al hacerlo una sensación de hormigueo en su mano.

Luego comenzó a quitar los ladrillos alrededor del plutonio, uno a uno. La reacción en cadena se detuvo y el contador Geiger se calmó.

Sin embargo, en ese breve instante de apenas un minuto había recibido una dosis letal de radiación. A las pocas horas comenzó a sentir náuseas, el primer signo de enfermedad por radiación. Después de unos días, sus manos, que habían recibido la mayor parte de la radiación, comenzaron a llenarse de ampollas debido a las quemaduras por radiación.

El 15 de septiembre, veinticinco días después del accidente, Harry Daghlian murió.

Por suerte para su gran amigo y compañero en los laboratorios, Louis Slotin estaba de vacaciones aquel día.

La seguimos...
Un abrazo

La esfera de plutonio del experimento de Daghlian

Tremendo tema, además tu manera de contarlo es apasionante.
No puedo imaginar la presión y el estrés que han soportado estos jóvenes físicos en su corta edad al manejar semejante responsabilidad y más aún teniendo la certeza del resultado devastador de su trabajo.

Saludos cordiales

Francisco

elmora76 escribió:
Gracias por pasar y comentar Francisco!! el tema no es mérito mio, forma parte de un trabajo mucho mas extenso que encontré en la web, lo mío fué extractarlo y adaptarlo para presentar en el foro.
Un abrazo

Y ya vamos llegando al final del episodio:

A pesar de una revisión de los procedimientos de seguridad después de la muerte de Daghlian, los cambios no fueron suficientes para evitar que ocurriera un segundo accidente similar nueve meses después. Este todavía más devastador.

21 de mayo de 1946, Louis Slotin estaba decidido a retomar el trabajo de su gran amigo. A Slotin le habían comunicado que el núcleo se iba a utilizar en una bomba real para explotar en una prueba en el Océano Pacífico, así que el físico quiso llevar a cabo un último experimento.

En lugar de usar ladrillos de carburo de tungsteno, tenía dos hemisferios en forma de cuenco hechos de berilio (llamados tamper), otro metal que actúa como un reflector de neutrones. Los dos hemisferios se podían juntar para formar una bola hueca, y el hueco tenía el tamaño adecuado para sostener el núcleo de plutonio.

Slotin era por aquel entonces el principal experto del planeta en el manejo de cantidades peligrosas de plutonio. El procedimiento de Slotin parecía simple: bajaría el hemisferio de berilio sobre el núcleo, deteniéndose justo antes de que estuviera cómodamente sentado. La manipulación reflejaría los neutrones que disparaban el plutonio, provocando una reacción en cadena nuclear débil y de corta duración, sobre la cual los físicos podrían recopilar datos.

Slotin sostuvo el tamper en su mano izquierda. En su mano derecha sostenía un destornillador largo que planeaba colocar entre los dos componentes, manteniéndolos separados y actuando como una válvula crucial para permitir que escapen suficientes neutrones.

Cuando comenzó el lento y minucioso proceso, uno de sus colegas, Raemer Schreiber, se volvió para centrarse en otro trabajo, esperando que el experimento no fuera interesante hasta que hubieran pasado unos minutos.

Sin embargo, de repente escuchó un sonido detrás de él: el destornillador de Slotin se había deslizado, y el hemisferio había caído al completo sobre el núcleo. Cuando Schreiber se dio la vuelta, vio un destello de luz azul y sintió una ola de calor en su rostro. Slotin gritó al grupo:

“cierren esa puerta y que no entre nadie!!!”.

El laboratorio fue evacuado rápidamente. Pero mientras los científicos esperaban que llegara la ayuda, intentaron determinar cuánta radiación habían recibido. Slotin trató de recordar donde estaban ubicadas las siete personas que estaban en el laboratorio en el momento del accidente.

Luego le dio instrucciones a uno de sus colegas para que colocara distintivos de detección de radiactividad alrededor del área, lo que requería que el científico se acercara peligrosamente al núcleo todavía sobrecalentado. Aquello no dio resultado.

Todos fueron trasladados al hospital de Los Álamos. Slotin vomitó una vez antes de que le examinaran, y varias veces más en las siguientes horas, pero se detuvo a la mañana siguiente. Su salud, en líneas generales, parecía aceptable. Sin embargo, su mano izquierda, inicialmente adormecida y con algo de hormigueo, se volvió cada vez más dolorosa.
Slotin falleció nueve días después, de la misma forma que su amigo.

Meses después, el 1 de julio de 1946, el núcleo del Pu-239 que había matado a dos de los científicos más importantes de Estados Unidos fue detonado cerca de las Islas Bikini en el Océano Pacífico en lo que se conoce como la cuarta explosión de una bomba nuclear en la historia.

Aquello supuso el fin del núcleo del demonio.

Varios barcos no tripulados fueron anclados en la zona para estudiar los efectos de la bomba (entre ellos se encontraba nuestro viejo amigo el crucero alemán Prinz Eugen - en el post "Una navaja marinera inglesa en la noche de los cazatorpederos" - y que sobrevivió indemne a la explosión).

presionar aquí

. Encerrados en varios de esos barcos había 57 cobayas, 109 ratones, 176 cabras, 146 cerdos y más de 3.000 ratas. Estaban allí para que los científicos pudieran estudiar los efectos de las bombas nucleares en los animales.

La bomba mató al 10% de ellos inmediatamente, la mayor parte del resto murió de envenenamiento por radiación en las semanas siguientes.

A excepción de un cerdo.

Conocido como “Cerdo 311" estaba a bordo de un viejo barco de guerra en la zona. La detonación hundió el barco, pero los marineros encontraron más tarde a 311 nadando en el océano (tal cual).

Trasladaron al animal al Instituto de Investigación Médica Naval en Bethesda, Maryland, donde vivió los siguientes tres años. Murió en 1950 en un zoológico donde fue la gran estrella.
Fin..

Luis Slotin


La explosión de Bikini

Esa escena la tenia gravada en la memoria, muy bien representada en esta pelicula del año 1989 con John Cusack en el papel de Slotin.

elmora76 escribió:
Genial Francisco!! no la había visto.
Un abrazo

PD: aprovecho para colocar una foto de las dos navajas juntas un poco mas adecentadas.

Por poco se me pasa tu post, tan interesante como todos.
Un abrazo Juan.

Carre escribió: Ya estaba extrañando tu presencia aquí,en el atolón de Bikini Luis!!!
Un abrazo!!

Magnífico post, y maravillosas las aportaciones de los compañeros.

Amigo Alberto, una vez más, cuando tú intervienes ya no crece la hierba (ni tan siquiera los cardos)...

Muy agradecido por su participación y comentarios Mariscal - Ya me temía yo que Ud no participara - habida cuenta de una anécdota suya (que no se por donde la tengo guardada) en la que comentaba de que en una entrevista con Hitler, este le había contado confidencialmente " estamos trabajando en una nueva arma, cuya sola explosión puede hacer desaparecer una ciudad entera!!" claro que ud. no lo creía - (debe haber sido una de las pocas veces en que le falló el olfato) y comentó con su Estado Mayor "me parece una exageración"!!
Un abrazo